Cuando la magistrada presidente del Poder Judicial del Estado, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, decidió competir en las urnas por la ratificación de su cargo, debió tomar en cuenta algo que los políticos saben muy bien: que en ese proceso quedará expuesta su trayectoria, tanto en el ámbito profesional como en su vida privada. Para ser más claros: que le iban a sacar todos sus trapitos al sol.
Ya lo puede constatar. Es el caso del abogado Jorge Reyes Peralta, quien no se anduvo por las ramas:
“Por usted no tenemos autonomía en las resoluciones de los jueces, no tenemos independencia judicial y no tenemos lo que llamamos en derecho la plenitud de jurisdicción de los jueces, porque usted les da instrucciones. Usted y su secretario David Cardeña tienen atemorizados a los jueces; las resoluciones se dictan de acuerdo a los caprichos de su mandato, con fines electorales”.
Y le recuerda:
“Usted anda en campaña, para que el próximo primero de junio los veracruzanos la elijan como magistrada y, eventualmente, que continúe usted como presidente del Poder Judicial del estado de Veracruz. Usted tiene todo el legítimo derecho de contender, estoy de acuerdo. Lo que no se vale es que utilice usted a mi defendida, Yesenia Ivonne Castillo Candelas, para violar sus derechos humanos y para violar el debido proceso”.
El 3 de julio de 2022, mientras se celebraban las fiestas del Carnaval de Veracruz, en una casa ubicada en la calle Úrsulo Galván esquina con la avenida Covarrubias de la colonia Primero de Mayo Sur, en Boca del Río, fueron asesinados José Luis Castillo y María Concepción Candela, de 63 y 62 años, respectivamente, padres de Yesenia Ivonne.
También fueron asesinados Óscar y Yuridia Edith Castillo Candela, hermanos de la mujer detenida, así como otras tres personas con las que tenía parentesco familiar: María de la Luz Estrada Holguín, Óscar Valentín Castillo Estrada y el menor de edad Mario Alberto. Fueron siete las personas asesinadas: tres mujeres, tres hombres y un menor de 15 años. Todos tenían el tiro de gracia.
Hay una versión que sugiere que sujetos armados irrumpieron en el domicilio donde la familia convivía y comenzaron a disparar contra sus víctimas. Sin embargo, Yesenia Ivonne sobrevivió, lo mismo que su hijo Luis Aldair y su sobrina Yeraldin.
La Fiscalía detuvo a Yesenia Ivonne, acusada de “copartícipe” y por ello un juez le dictó prisión preventiva, primero oficiosa y, una vez que su defensa consiguió que se anulara esa medida cautelar, se le dictó prisión preventiva justificada.
“La magistrada Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura giró instrucciones a la jueza de control, de que no le variara la medida cautelar”, denunció Jorge Reyes Peralta.
Y fue más allá:
“Han pasado dos años y la Fiscalía no ha investigado nada; se limitó a asegurar que ella (Yesenia Ivonne) era copartícipe, sin probar siquiera que haya un partícipe; no hay una teoría del caso de la Fiscalía, no saben ni qué pasó, no saben cuántas armas fueron, cuántos ingresaron al domicilio, quién perpetró los homicidios, y culpan a mi defendida”.
Y no es la única muestra que salga a la luz del desempeño tendencioso de la magistrada. En próximas emisiones les narraré el caso de un indígena de la sierra de Papantla que fue acusado de secuestro y sentenciado a 50 años de prisión, violando de manera reiterada sus derechos humanos y el debido proceso. En ese caso en lo particular jugó un papel fundamental David Cardeña, el secretario de la magistrada presidente.
Como bien lo hace notar Reyes Peralta, la magistrada Lisbeth Aurelia se inscribió para ser ratificada en las urnas como magistrada del Poder Judicial del Estado y, si la votación le favorece, mantenerse en la presidencia. Para conseguirlo, en sus cálculos está considerando los “servicios” que la ha prestado a la llamada “cuarta transformación”.
La duda es si esa compensación por “los servicios prestados” le alcanzará no sólo para que la ayuden en el conteo de los votos, sino -además- para librar una demanda de juicio político y el riesgo de ser removida del cargo.
Quienes saben de eso sugieren que la magistrada está “estirando demasiado la liga” y para quienes deciden la conformación del próximo Poder Judicial en Veracruz resultará más fácil sustituir a la actual magistrada presidente (mediante su destitución o simplemente derrotándola en las urnas) por alguna de las propuestas que han incrustado en las listas finales.
Pronto lo sabremos.
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Epílogo.
Ignorando todos los llamados a la prudencia, al juego limpio y al respeto de los lineamientos que establece su partido (Morena), Jeú Márquez Cerezo recorre la cabecera municipal de Tlapacoyan repitiendo que su nominación como candidato a la alcaldía en ese municipio “ya está amarrada”. *** No le importa que se le recuerde lo expresado por la presidente Claudia Sheinbaum respecto al nepotismo electoral (él es cuñado del actual alcalde, Salvador Murrieta) pues insiste en que su candidatura fue confirmada “en lo más alto” de los mandos de su partido. *** Bien dicen que más pronto cae un hablador que un cojo.
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