En la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, ríos crecidos e inundaciones causaron filtraciones en el Hospital General y enormes socavones en fraccionamientos como Colinas de Santa Fe. En el norte, ríos como Cazones registraron crecidas que obligaron al cierre de puentes-vado en Tempoal, mientras que comunidades como El Higo y Pánuco fueron desalojadas por el riesgo inminente de corrientes. En total, se suspendieron clases este viernes 20 de junio en entre 37 y 42 municipios —norte, centro y sur del estado— como medida preventiva.
Daños a infraestructura educativa y vial
Aunque no hay un conteo exacto de escuelas dañadas (a diferencia de Oaxaca), los cierres escolares masivos apuntan a inundaciones en planteles y vialidades, lo que revela una condición ya vista en emergencias pasadas. Carreteras y puentes resultaron afectados: los caminos en el norte fueron cortados por corrientes, algunos puentes-vado fueron clausurados y las autoridades instalaron refugios en casas del migrante.
Respuesta organizada y solidaridad ciudadana
El despliegue coordinador del Ejército con el Plan DN-III-E, Marina, Conagua, CFE y miles de elementos federales evidencia una capacidad de respuesta eficaz. La sociedad respondió activando albergues, guardando precauciones, y evacuando zonas de riesgo. Hablar de “no podemos salir por las lluvias” (como relato una nota local) es un síntoma claro de que la población está informada y atiende los protocolos.
El retorno del Comando Unificado
Veinte años atrás, durante la administración de Fidel Herrera Beltrán (2004-2010), se instauró el Comando Unificado: una estructura estratégica que aglutinaba instancias estatales y federales bajo un mando único -acceso directo a recursos Fonden- para atender emergencias primarias, coordinar el auxilio, y canalizar apoyos extraordinarios. Hoy, ante Erick, esta fórmula parece revivir: la intervención rápida, la colaboración interinstitucional y la llegada de recursos federales reflejan que Veracruz ha sabido integrar aquella experiencia histórica en una respuesta más profesional y efectiva.
Un modelo resiliente
Lejos de ser una simple reacción, la forma en que los veracruzanos respondieron a Erick es la consecuencia de una transformación cultural. La promoción constante de la protección civil, los simulacros periódicos, la capacitación de las autoridades locales y la memoria aún viva de huracanes pasados han generado una ciudadanía vigilante y participativa. Esto representa no sólo prevención, sino también un capital social invaluable.
Conclusión
Hoy, Veracruz exhibe un sistema de protección civil robusto y participativo, sostenido en el aprendizaje institucional y social de décadas. Aunque Erick causó rebasamientos importantes —hospitales con cascadas de agua, puentes clausurados, escuelas cerradas— la respuesta fue ágil, ordenada y eficaz. Eso es un triunfo colectivo. Sin duda, la entereza de la población y la reactivación del Comando Unificado han puesto al estado en mejores condiciones para enfrentar lo que venga.
Al tiempo.
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