La gobernadora los puso para resolver, no para pelear y, hasta el momento, han sabido llevar la fiesta en paz en dos cargos que, históricamente, generan disputas por las delgadas líneas de niveles de poder que cada uno ejerce.

Ricardo Ahued y José Luis Pozos, ambos con la misma importancia para Nahle, aunque el cargo de manera nominal otorgue distinciones. Los juntaron para resolver un área que Eric Cisneros usó para cualquier cosa, menos para procurar la gobernabilidad.

Los rumores sobre disputas entre ellos son eso, rumores originados por dos causas: la naturaleza poderosa de ambos cargos y las reales disputas entre grupos al interior del morenismo, situación que aquí no aplica, pues ambos pertenecen al mismo equipo, el de la gobernadora.

¿Por qué Nahle puso dos perfiles con prácticamente la misma capacidad para cabildear (aunque con distintos estilos), en un mismo tiempo y espacio? La respuesta es clara: porque habían dejado la secretaría de gobierno hecha basura y necesitaba una reingeniería.

¿Quién manda auténticamente en la secretaría de gobierno? Ni Ahued ni Pozos, ambos saben que es Rocío Nahle, la cercana amiga de la presidenta Sheinbaum y, para evitar líos, optaron por alejarse de reflectores y entrevistas.

No hay problemas entre Ahued y Pozos, al menos no hasta el momento y difícilmente los habrá, son demasiado institucionales y prudentes. Aun así, la naturaleza de sus encargos les permite aspirar a lo más alto de la estructura, tengan o no posibilidades.

Sin embargo, en la intimidad de sus pensamientos, un subsecretario de gobierno no puede evitar pensar en la secretaría, y el secretario en la gubernatura, más aún cuando en su momento, ambos (Ahued y Pozos) buscarán suceder a su jefa. Es un deseo legítimo.

Veremos qué ocurre, y si de verdad ocurre.

X: @aaguirre_g