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LOS CAPRICHOS UNIVERSITARIOS
AYER, EL RECTOR de la Universidad veracruzana, Martín Gerardo Aguilar Sánchez, presentó su último informe de labores al frente de la casa de estudios. Su periodo concluye en medio de polémicas discusiones por la prórroga solicitada de su estancia en la rectoría y concedida, al parecer, por la Junta de Gobierno. Esta situación se ha vuelto un asunto meramente caprichoso que seguramente no terminará bien, sino al contrario, generará un clima de ilegalidad y hasta, porque no pensarlo, de posible violencia estudiantil cuando se concrete su permanencia en la rectoría a partir del primero de septiembre próximo.
Por lo pronto, hay protestas pacíficas, pero no tardará mucho tiempo en que puedan aparecer momentos mucho más delicados en esta situación. Y es que los caprichos universitarios se vienen fraguando desde hace tiempo con la complicidad de los propios órganos universitarios, como es el caso de la Junta de Gobierno, integrada en su mayoría por elementos ajenos a la vida universitaria de Veracruz.
Lo más grave de este caso es que todos estos problemas que se están engendrando en la vida universitaria pueden llegar, sin muchos problemas hasta la propia administración estatal, donde tendrán que lidiar con un asunto más de evidente responsabilidad política y social.
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PORQUÉ PERMANECE ADOLFO EN EL PRI
ADOLFO RAMÍREZ ARANA, no estará dispuesto a dejar el PRI, hasta en tanto no le aseguren una posición política para el dos mil veintisiete. No le importa mucho que nadie lo quiera más tiempo al frente de la presidencia del Comité Directivo Estatal, pues su interés político está puesto, precisamente, en alguna raja política que tenga que sacar antes de que diga adiós a la dirigencia estatal, donde ha empobrecido la participación política del partido y ha logrado una evidente disminución de la militancia tricolor.
Aún cuando se ha servido política y económicamente del tricolor, sigue empeñado en llevarse lo que más pueda hasta el momento en que ya no pueda sostenerse al frente de dicha organización política.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede. |