La semana pasada, por ejemplo, al secretario particular del gobernador, José Ramón Cárdeno Shaadi, le dio por autopromoverse mediáticamente ¡pontificando sobre la corrupción!
Cárdeno Shaadi, cuyo apellido materno significa en persa “felicidad” y en árabe “el de la voz bonita”, concedió una amplia entrevista al semanario político “El Número Uno Veranews”, del periodista Cecilio García Cruz, en la cual se aventó la puntada de afirmar que la tecnología pondrá freno a la corrupción, porque “nada duele y lastima más a las personas y frena tanto la evolución, como la impunidad de quienes delinquen, de quienes viven abusando de los demás”.
En la entrevista, firmada por el reportero Robert Cházaro, el secretario particular de Duarte de Ochoa pronosticó que ante ello, el “abogado del futuro, por la dinámica con que avanza el mundo, utilizará sin miedo las herramientas tecnológicas para denunciar la corrupción, y las redes sociales para hacer viral su frustración y así presionar el castigo”.
Según declaró Cárdeno Shaadi , los juristas evolucionan y comparten sus intereses, sus vivencias en “Instagram, Vimeo, Periscope o análogos; se suman a las campañas virales de temas jurídicos sobre los que les interesa opinar a través de post que administra su community manager, o del blog jurídico de la barra u órgano del que son parte”.
El generoso funcionario duartista nos obsequió uno de sus razonamientos más brillantes, pues adelantó que por la misma naturaleza del cambio que viviremos, “la principal autoridad responsable de combatir la corrupción, evaluar, sancionar y principalmente, provocar el bien hacer, será el Poder Judicial y no el Poder Ejecutivo”.
Y sentenció, además, que no será con más leyes ni mayores penas como se logre la transformación del mundo y “se combata el mal de la corrupción, sino aplicando las leyes existentes de manera eficaz, bajo el manto de una cultura común de respeto, que está aún por madurar”.
Al final, como si ignorara el apabullante voto de castigo que el electorado veracruzano recién ejerció el pasado 5 de junio en contra de la administración estatal priista de la que él forma parte, remató con esta chulada de frase: “En el futuro, quien no respete el derecho de los demás ni cumpla con sus obligaciones tendrá un castigo público generalizado”.
El abogado presumió que “veo un México que se transforma, que está creando su nueva identidad”, pues citó que “tenemos una democracia muy joven aún, con una rica cultura centenaria”.
Y para finalizar expresó una verdad que debió despertar la envidia de los más doctos politólogos: “Las instituciones que se han construido requieren de solidez pues son la única opción viables para lograr un futuro con paz y evolución”.
Algunos de los duartistas con recato se preguntan por qué este lance mediático inoportuno del secretario particular de su jefe en un momento tan crítico. La deducción más lógica que se les ocurre es que Cárdeno Shaadi debe aspirar a formar parte de la terna de magistrados que el gobernador está por proponer al pleno de la LXIII Legislatura local para integrar la nueva Sala Especializada contra la corrupción que dependerá del Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
Pero el problema de Cárdeno es que actualmente es subordinado de Javier Duarte, por lo que en caso de que fuera propuesto para dicho cargo en el Poder Judicial, seguramente correría la misma suerte que Francisco Portilla Bonilla, quien fue vetado hasta por algunos diputados priistas y de partidos aliados del PRI para presidir la flamante Fiscalía Anticorrupción, igual que Gabriel Deantes para ocupar el cargo de comisionado del IVAI.
Otro abogado y ex funcionario duartista que presuntamente sería propuesto como magistrado sería el ex procurador Reynaldo Escobar Pérez, lo que ha despertado cierto morbo dado el distanciamiento que mantienen con él los ex alcaldes xalapeños y actuales diputados locales del PRI, David Velasco Chedraui y Ricardo Ahued Bardahuil. ¿A poco ellos sí votarían por él |