El año 2000, de aciagos presentimientos, le llegó a nuestro país una alternancia histórica, después de 72 años en el poder, el PRI perdía la presidencia de la República y la ganaba el PAN en la persona de Vicente Fox Quezada y fue la primera vez en la historia del país que se da una transición en calma.
El 2010 comenzó una nueva transición para el país, una transición que lleva ya 6 años y que está dando frutos, una transición ideológica gracias a diversos factores y a la política internacional de apertura hacia un modelo democrático llamado Globalización (una nueva forma de esclavismo internacional del que hablaremos otro día) en el que han prevalecido los Derechos Humanos que, dicho sea de paso, puso de ejemplo a nivel mundial México, al redactar la Constitución de 1917.
Y éste 2016, vivimos un momento histórico en el país, nuevamente se está dando la transición política en una de las entidades consideradas como bastión priista del país: Veracruz. Después de poco más de 80 años de haber estado en el poder.
Lo malo está en que, ahora, el octagenario priismo veracruzano no quiere dejar “la ya descalcificada ubre de tanta succión” de la que habló en su momento Héctor Yunes Landa y hoy, previo a lo que se conoce como “Institucionalizar la corrupción” el todavía titular del ejecutivo de la entidad, hizo lo que no debió haber hecho: Mandar a golpear al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares.
Todo esto trae consigo que, la alternancia en Veracruz se vea empañada y deja mal posicionado al PRI en la entidad que, desde hace más de 80 años era bastión de ese instituto político en el país. No sólo se mandó a atacar al gobernador electo, sino al presidente nacional del PAN, ocasionando que la Dirigencia Nacional del tricolor reaccionara dándole la espalda al todavía gobernador en funciones y una gran fractura, no sólo en el partido, sino en el Congreso del Estado.
A estas alturas del partido me pregunto ¿Por qué habría de salir (no sólo Yunes Linares, sino cualquiera otro) por la puerta de atrás si no debo nada y mucho menos, tengo miedo?
Sobre todo, recordando aquella famosa sentencia pronunciada por Fidel Herrera Beltrán o achacada a él: “Mientras viva, ningún Yunes gobernará Veracruz”.
De Oficio:
Hay dos cosas que nos llaman la atención en estos meses de transición política en Veracruz, la primera y de innegable pregunta: ¿Qué va a pasar con la Universidad Popular Autonoma de Veracruz? En Minatitlán, después del escándalo que se hiciera porque se dice que pusieron la matrícula de la escuela al servicio de Héctor Yunes, hay cambios, en rectoría nos dicen que son cambios normales y que sería una tontería que el rector de la misma hubiera dado instrucciones para que se pusiera la matrícula de la institución al servicio de Yunes Landa, sin embargo y a pesar de todo queda la duda, sobre todo porque, la UPAV se fundó mediante decreto del gobernador…
El segundo asunto, llamémosle de “poca importancia” tiene que ver con el legislador local Renato Tronco Gómez pues, luego del escándalo en donde se le revive un proceso judicial que, de acuerdo a la ley no podía ser (No se puede juzgar dos veces a un mismo individuo por el mismo delito) se vieron sus camionetas apoyando a Héctor Yunes durante la campaña.
No hay que olvidar que Tronco Gómez dejó el PAN y se afilió al PRI diciendo que el pan sólo en la mesa y para comer, luego dejó al PRI y se hizo independiente ¿Y ahora?
Finalmente ¿Qué va a pasar en México con las reformas? Oaxaca ya es un estallido social y luego de la advertencia del Bronco en Nuevo León, el desafío de los maestros al gobernador de esa entidad dejó en claro que: NO son los gobernantes los que tienen el poder.
*Periodista Independiente en el Estado de Veracruz. |
