Se trata de la bonita fiesta de cumpleaños que sus empleados le celebraron al licenciado en administración de empresas Francisco Javier Veterano Castañón -el mero Enlace de Administración de la Subsecretaría de Gobierno de Veracruz-. Aunque el lugar era reducido, lució bastante a modo porque los adornos fueron ad hoc y muy mexicanos: un letrero con el indispensable y autóctono “Happy Birthday”, globos azules (?) y plateados, algún listón para darle más cuerpo al entusiasmo de la escenografía.
Hasta dicen que hubo una piñata.
“Y colgaron de un cordel/ de esquina a esquina un cartel/ y banderas de papel/ verdes, rojas y amarillas.”
¡Y luego el detalle de los disfraces! Qué ocurrencia, que distinción, que inmerecida gentileza. Por lo pronto, todos los celebrantes aparecen sonrientes… y qué digo sonrientes, se les ve una sonrisota a todo lo que da la cara, y detalles festivos en la indumentaria como moños rosas en el cabello, antifaces, collares de fantasía, letreros alusivos colgando de los pechos enhiestos de los hombres, paliacates enrollados en la cabeza, y un detalle francamente gótico, bizarro: dos de los asistentes con sendos sombreros de piratas, terribles y ridículos a un tiempo, corsarios de juguete…negros, con su calavera y los huesos cruzados en el centro.
El propio festejado luce una gorra verde, con un letrero que la baja densidad de la fotografía no permite leer ni adivinar siquiera. Qué bien se ve el licenciado Veterano, que parece todo un novato con su corbata de payaso, muy seria y más ancha, de color rosa con bolas blancas.
“Apurad,/ que ahí os espero si queréis venir/ pues cae la noche y ya se van/ nuestras miserias a dormir./”
No pudo faltar el pastel (¡mordida, mordida!) ni Las Mañanitas ni la porra a mi lic, al jefe, al cumpleañero, tan conservado él.
Lástima de fiestón, la verdad... tan bien organizado que estuvo, tan alegre, tan jacarandoso.
Y digo lástima porque a los festejantes o tal vez al festejado se les ocurrió hacerlo en las propias oficinas de la Subsecretaría de Gobierno, en el histórico Palacio de Gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. Y es obvio que el lugar no se presta para fiestecitas mamilonas de ese tipo, aunque ésta haya sido tan divertida, tan original, tan… vaya, tan padre. ¿O no?
“Y hoy el noble y el villano/ el prohombre y el gusano/ bailan y se dan la mano/ sin importarles la facha./”
Y lástima por el LAE Francisco Javier Veterano Castañón, que tiene unos jefes tan celosos de su investidura y tan apegados a la seriedad de su puesto; unos jefes que no permiten de ningún modo que se atente contra la formalidad que debe tener cualquier oficina pública; unos jefes tan dignos… que se indignaron contra la fiestecita guapachosa del Enlace administrativo, y lo hicieron de tal manera que desde ayer este Francisco engrosa las filas del desempleo.
¡Porque lo pusieron de patitas en la calle!
“Vamos bajando la cuesta/ que arriba en mi calle/ se acabó la fiesta./”
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