El tema ha sido discutido entre juristas de todo el país, porque mientras unos aseguran que no tiene fuero, hay quienes coinciden en el sentido de que el casi ex mandatario estatal, conserva la protección constitucional, por tener un puesto de elección popular y no de designación como es el caso de los demás funcionarios de gobierno.
Javier Duarte de Ochoa, pudiera ser ubicado y en eso existe la probabilidad de que en este momento, la misma PGR, ya lo tenga bien custodiado, pero no podrá detenerlo porque no esta plenamente aclarada su situación jurídica, en virtud de que pudiera cometerse otro error jurídico, como los que ya se han llevado a cabo en la federación, que pudiera poner en plena libertad al acusado.
En este momento, ni siquiera se puede considerar a Javier Duarte de Ochoa, prófugo de la justicia, porque si bien existe una orden de aprehensión, todavía no se puede ejecutar, por lo que Duarte de Ochoa, sencillamente, es un acusado de varios delitos que merecen un proceso penal, un juicio que lo podría llevar, finalmente, a purgar una condena, siempre y cuando no estuviera protegido.
Las autoridades federales que emitieron la orden de aprehensión, sabían perfectamente bien de la situación jurídica en que se encontraba el aun Gobernador del Estado, con licencia, pero emitieron la orden de aprehensión para bajar la presión que se estaba ejerciendo sobre el Presidente de la República, así como de las demás autoridades encargadas de la persecución de los delitos y de quien sea responsable de ellos.
Por lo tanto, de antemano se sabía que el rumor de la inminente aprehensión de Javier Duarte de Ochoa, esparcido hace apenas unas cuantas horas, era un mero borrego o quizá una creencia de que así sería, solamente, porque un Sacerdote declarara que sabía donde se encontraba Duarte, lo que también era increíble, toda vez, que aún teniendo buenos informantes, no podría superar la capacidad de indagatoria de la misma Procuraduría General de la República.
Sin embargo, dentro de las pesquisas era necesario acudir al Rancho del Suegro del Gobernador con licencia, para mantener ocupadas las mentes de todos los veracruzanos y de los mexicanos en general que están pendientes de este caso insólito de corrupción en el país, pero de ninguna manera, era para detener a Duarte, porque tal y como lo hemos comentado, no podrían hacerlo sin el riesgo de violentar, en determinado momento, las leyes de este país y vulnerar los derechos del mismo acusado.
Insistimos, este hecho tendrá lugar hasta después del primero de diciembre, o en su caso en las primeras horas de dicha fecha, es decir, cuando Javier Duarte de Ochoa, haya terminado constitucionalmente el periodo gubernamental y entonces, sin mayores problemas jurídicos, echar mano de él y ponerlo a disposición del juez que lo requiera.
Y es que los juristas que han determinado que en este momento Javier Duarte de Ochoa, podría ser detenido, no sustentan con claridad su dicho, por lo que ante esta imprecisión lo más recomendable es ajustarse a lo que constitucionalmente esta escrito, es decir, que Duarte de Ochoa, en su calidad de Gobernador constitucional del Estado, conserva el fuero, aunque haya solicitado licencia, pues no cabría la renuncia, ya que se trata de un puesto de elección popular, por lo que también, la misma Legislatura del Estado, consideraría improcedente dicha solicitud.
Si a Duarte de Ochoa, se le considera por el momento un Gobernador con licencia, quiere decir, pues que sigue siendo depositario del Poder Ejecutivo de Veracruz, hasta el último momento del treinta de noviembre, conservando, mientras tanto, el fuero constitucional.
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Y YA HEMOS ACLARADO que la detención de Javier Duarte de Ochoa, tendría que llevarse a cabo hasta el mes de diciembre y no precisamente en las primeras horas, como ya procedería legalmente, sino que hasta se podrían dar el lujo las autoridades que lo requieren de detenerlo en el momento más oportuno que políticamente conviniera al gobierno federal.
Hay que recordar que este hecho podría devolverle un poco más de confianza del pueblo mexicano, en el Presidente de la República, al concretarse un caso que le daría plena vigencia al Sistema Nacional Anticorrupción, recientemente aprobado para disminuir los efectos de la creciente corrupción en todo el país.
La detención de Javier Duarte de Ochoa, es en este momento la mejor oportunidad para demostrar al pueblo mexicano que se va en serio en el combate a la corrupción. Por eso, el juicio del Gobernador de Veracruz, con licencia, constituye verdaderamente oro molido para la federación en materia de justicia y sobre todo de persecución de todos aquellos que han caído en las garras de las acciones corruptas en todos los entes públicos del país.
A partir de las primeras horas de diciembre próximo, el gobernador de Veracruz, con licencia, puede ser detenido, pero seguramente que esperarían el mejor momento para dar el golpe de timón que requiere el gobierno de Enrique Peña Nieto, para disminuir un poco el efecto negativo que ha generado en todos los sectores, el encuentro presidencial con el candidato a la Presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, así como la iniciativa donde se propone el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Por estas razones el juicio de Javier Duarte de Ochoa, no tiene fecha, ya que también juega un papel importante en materia política. Mientras tanto, se difunde ampliamente el hecho para que una vez terminado el gobierno constitucional duartista, se tenga el mayor impacto político posible en México y el mundo.
Este es, prácticamente, el juego político en donde unos caen y otros se levantan.
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LA MANIFESTACION MUNICIPALISTA que se lleva a cabo en Palacio de Gobierno, de la cual, todos están conscientes de que es justa, podría caer en el campo de una lucha estéril.
Y podría suceder lo que hemos comentado, porque el resultado esta basado, desde ahora, en el cumplimiento del Gobierno del Estado, con todos los municipios a quienes se les adeuda sus respectivas participaciones.
Lo que hace desmerecer el movimiento de los alcaldes veracruzanos, es la falta de dinero, no de voluntad, que es otra cosa.
Lo que Flavino Ríos Alvarado, como Gobernador interino, les ha dicho, es cierto, pues admite que su gobierno debe, pero no tiene dinero.
De haber los recursos suficientes, no estaría arriesgando en este momento, la gobernabilidad del Estado. Pagaría de inmediato para quedarse, solamente, con el compromiso de hacer una entrega-recepción de lo mas tersa posible.
Ojalá que los once mil millones de pesos, lleguen cuanto antes, para resolver la problemática en que Javier Duarte de Ochoa, ha metido a todo mundo. Serían recursos, de todos modos, insuficientes, pero necesarios para disminuir la presión política y económica de los municipios de toda la entidad.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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