Después de varios meses de ausencia por enfermedad, de nuevo estoy en activo.  Se puede ser puerco, pero no tan trompudo como el contralor general del estado, Ricardo García Guzmán y el secretario de Finanzas y Planeación del estado, Antonio Gómez Pelegrín, quienes en medio del río revuelto pretenden erigirse como el grandes adalides de la honestidad, la transparencia y el combate a la corrupción en Veracruz, pero los veracruzanos sí tenemos memoria.

¿A caso no fueron ambos funcionarios estatales quienes embravecidos increparon, encararon y hasta descalificaron en su momento al Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal Martínez quien desde 2014 advertía de millonarios desvíos e inconsistencias en las auditorías practicadas?

Si hacemos un poco de memoria la Auditoría Superior de la Federación realizó más de 50 auditorías a la Cuenta Pública 2014 del Gobierno de Javier Duarte, detectando un presunto daño patrimonial por 10 mil 518 millones de pesos hasta ese momento, además se presentaron una serie de denuncias penales en contra de funcionarios y ex funcionarios del Gobierno de Veracruz (Juan Antonio Nemi Dib, Jorge Carvallo Delfín, Alberto Silva Ramos, Adolfo Mota Hernández, Mauricio Audirac, Fernando Charleston, Gerardo Buganza, Arturo Bermúdez Zurita, Luis Ángel Bravo Contreras y Tarek Abdalá, hoy varios de ellos con fuero de diputados federales, pero no son intocables) y se demandó regresar 721.9 millones de pesos luego de hallar presuntas anomalías en la implementación de esos recursos federales para obras de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014.

Pero Ricardo García Guzmán, como buen lacayo, lame botas y abre puertas de Javier Duarte de Ochoa se llenó la boca ante los medios de comunicación y calificó de “imprecisas” y “tendenciosas” las declaraciones del Auditor Superior de la Federación (ASF), quien tiempo después sostuvo que Veracruz tenía  ¿o tiene? pendiente de solventar más del 90 por ciento de las observaciones que le ha realizado ese organismo, sobre la aplicación de los recursos públicos desde 2011 hasta 2014.

Desde hace un par de años, los mismos que se tardó en reaccionar el panúquense Contralor del estado, Tarek Abdalá Saad ya era señalado con índice de fuego por corrupto, cómplice y tapadera del gobernador, pero fue hasta hace unos días, cuando ya obligado por las circunstancias, Ricardo García Guzmán inhabilita al ex tesorero y hoy diputado federal por 10 años para ocupar cargos públicos estatales.

Aunque debo decirlo, se quedó corto, cortísimo, porque si en verdad quiere sentar un precedente, el artículo 109 de la propia Constitución General de la República lo faculta a él, como a cualquier ciudadano, “bajo su más estricta responsabilidad y mediante la presentación de elementos

de prueba, a formular denuncia ante la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión respecto de las conductas a las que se refiere el presente artículo” y que tiene que ver con la solicitud de juicio político contra servidores públicos y particulares que incurran en responsabilidad frente al Estado. Pero como la verdad es que no quiere ni le interesa meterse en problemas de otra índole se fue por lo más sencillo, así se cura en salud, se lava las manos y él cree que a los veracruzanos nos da atole con el dedo.... “pobrecito contralor, piensa que el tonto soy yo”.. podría haber cantado Facundo Cabral.

Mismo fue el caso del actual secretario de Finanzas y Administración, Antonio Gómez Pelegrín quien ante los señalamientos del Auditor Superior se quiso dar golpes de pecho y baños de pureza declarando que “se podría apelar ante el Tribunal Contencioso Administrativo los señalamientos de la ASF de un presunto mal manejo de los recursos públicos”. “Todavía existe la posibilidad de irse a un juicio al Tribunal Fiscal Federal de procedimientos administrativos federales y fiscales, para que en un momento dado ahí combatamos todo lo que es el aspecto de las opiniones que ellos tienen, entonces no son asuntos totalmente concluidos”, agregó valiente, aunque después el propio Juan Manuel Portal Martínez los exhibió en cadena nacional de simular devoluciones de recursos, los depositaban y cuanto les daban el visto bueno los volvían a retirar y les tapó la boca.

Insistió Gómez Pelegrín que el gobierno de Veracruz y cada una de las áreas observadas por malversación de dineros han cumplido los procesos correspondientes para la comprobación del gasto de cada peso del erario público. Ajá si eso hubiese sido, no tendríamos un ex gobernador prófugo, al diputado local Vicente Benítez amparado y al diputado federal Tarek Abdalá inhabilitado por 10 años y huyendo cual rata, cuando el buque se hunde.

No es posible tanto cinismo, no puedo dar crédito cuando observo un video del desencuentro del gobernador Flavino Ríos Alvarado y del titular de Sefiplan, Antonio Gómez Pelegrín con alcaldes del PAN y del PRD en Casa Veracruz, donde los funcionarios se indignan y se hacen los ofendidos cuando Miguel Ángel Yunes Márquez les grita su precio y los tacha de “ladrones” y “tramposos”, aunque le faltó también, puercos y trompudos.