Son estos días de gran incertidumbre, porque los propios habitantes de este Estado, no hicimos nada en el momento preciso, cuando tuvimos las primeras noticias del enorme daño patrimonial que se le hacía al Estado.
¿Somos acaso, indolentes?
Y claro que lo somos, porque siempre protestamos cuando las cosas ya se hicieron, no antes, porque existe temor a represalias de quien tiene el poder y que es capaz de defender su condición de mandamás a base de represión, de castigo, de obstaculización para quien tiene sus propias actividades, o bien, de plano, enlistándolo en las filas de los desaparecidos o asesinados.
Ese es el asunto.
Así, hoy sufrimos las consecuencias del inmediato pasado y muchos comenzamos el año sin tener, siquiera, una garantía de subsistencia, salvo aquellos que se vieron bastante beneficiados por haber sido parte del enorme quebranto financiero de la administración estatal y que ahora le llaman crisis financiera.
Y es que las dos cosas, significan los mismo, aunque los economistas saquen por ahí algunas diferencias y sus propias conclusiones.
Pero fuera de esto, el asunto esta, propiamente, en que los veracruzanos, en general, enfrentamos un año sin destino, un momento crítico que pone a este espacio de tiempo de color negro y no precisamente, porque así lo veamos los simples terrenales, sino también aquellos iluminados políticos que tienen en sus manos la mayor información de lo que pasa.
Hoy, se anuncian protestas por el alza de las gasolinas, pero no se levantó el pueblo cuando unos cuantos decidieron cambiar el panorama económico de México, cuando se le dio curso a las mentadas reformas que traerían, como consecuencia inmediata, estos desajustes en materia económica.
Tampoco en Veracruz, se dijo nada, cuando unos cuantos se robaban los recursos del Estado, dejando este triste panorama para resentirlo, precisamente, en estos días de grandes cambios económicos.
Castigamos, eso sí, y hasta en cierta forma alardeamos, cuando depositamos nuestro voto en contra de quienes hicieron mal y le damos la oportunidad a la alternancia, porque es creencia perpetua de que así se dan los cambios.
Mentira, ahí tenemos las consecuencias de una guerra, casi personal, de un Ex Presidente de la alternancia, que dejó a este pueblo sumido en el caos de la inseguridad. Ese personaje, aparentemente retirado de la actividad pública activa, aunque en la realidad no sea de este modo, pues sigue operando para concretar su siguiente proyecto político.
¿Pero, y los miles de muertos y desaparecidos?.
Vaya, graciosa manera de picar el panal y dejar después, que fuera el propio pueblo, quien se las arreglara solo.
Pero en todo eso, no apareció la valentía del pueblo mexicano, tampoco de los propios veracruzanos, que hoy nos quejamos de esta situación.
Son tiempos difíciles para los mexicanos, pero en especial, para los veracruzanos, donde ya se concretan despidos, restricciones económicas y apretones de cinturón, solo porque unos cuantos, nos dejaron sin dinero, pero que nunca nos atrevimos a prever, porque, eso sí, somos valientes, pero también padecemos de indolentes.
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YA TENEMOS, desde la semana pasada, nuevo Fiscal General del Estado. Se llama Jorge Winckler y también, como el anterior perseguidor de delincuentes, se le ha nombrado para permanecer en su puesto por nueve años.
Y, ¿por qué tanto tiempo?.
Ya se vio con el famoso “fisculín” que el tiempo asignado en la permanencia del poder, asegurando más que otra cosa, su propio salario, no sirve de mucho, pues llego la nueva administración y con ciertas estrategias legales, se le mandó a descansar, dejando esta responsabilidad para el nuevo gobierno.
En fin, que nueve años son muchos, a menos que venga, nuevamente el cambio político en la entidad, y se aplique, otra vez, la misma regla.
Lo que sí tiene profundo interés entre la ciudadanía veracruzana, es la forma en que va a operar el nuevo funcionario de la fiscalía general del Estado, porque las cosas no están como contemplar el panorama. Hay más bien, acciones que cumplir, entre ellas, la atención directa para quien o quienes hay perdido un ser querido y que no encuentra, quizá, en algunos casos, por la falta de interés de las propis autoridades.
Tiene pues, Don Jorge, una tremenda tarea que realizar en el inmediato futuro, porque las cosas están, todavía, bastante complicadas en la responsabilidad de investigar, perseguir, atrapar y consignar.
Por lo pronto, se tienen noticias del trabajo que se le vino encima al nuevo titular de la Fiscalía General del Estado, pues hay rezago y se tiene que sacar adelante.
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AHORA RESULTA que es Javier Duarte de Ochoa, Ex gobernador de Veracruz, quien se encuentra detrás del Presidente Enrique Peña Nieto, y no al revés, que fuera el Presidente Peña Nieto, quien estuviera detrás de Javier Duarte.
La razón es muy sencilla, nos referimos a las noticias que señalan que el Presidente de la República, es el más calificado como peor político del año que recientemente terminó, y que es precisamente el Ex gobernador del Estado, Javier Duarte, quien le sigue en este planteamiento de los encuestados por el Gabinete de Comunicación Estrategia.
No se crean que la calificación se refiere a otra cosa, sino solamente a lo que dicen los ciudadanos en materia de calificación sobre quien resulta, en estos momentos, el peor político del año pasado, pero nada más.
Aunque hay, de alguna manera, muchas personas que prefieren disentir de esta muestra, porque se asegura que el título del peor gobernante, se lo lleva, de calle, el Ex gobernador de Veracruz.
Sea de la manera que sea, el Presidente, en verdad, perdió muchos adeptos en el año que ha finalizado y seguramente, con los gasolinazos, perderá muchos más, pero todo, es cuestión de popularidad, y no en el caso del Ex gobernador Duarte, que independientemente de calificarse como peor político del año pasado, también ha perdido, de alguna manera, la calma, la tranquilidad, el sosiego, aunque muchos aseguren que no es así.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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