En la cúpula presidencial no se entiende o no quiere entenderse su pérdida de autoridad para conducir al país de manera satisfactoria. El despilfarro y la corrupción son vistos por el pueblo como parte inherente de y prohijada por esa misma cúpula. De allí la inquietud social que permea al país en estos momentos.
Lo que México espera son pruebas irrefutables de que el gobierno deje de dilapidar los recursos presupuestales en el cúmulo de privilegios que resultan intolerables para la realidad del país y de que se actúa contra la corrupción y los corruptos, quienes pululan por todo el ámbito político totalmente ajenos a las penurias sociales.
En tanto ello no ocurra, nuestra clase política continuará perdiendo credibilidad, si es que aún conserva alguna, y las consecuencias habrán de irse advirtiendo cada vez más en el ánimo social.
PRI–VERACRUZ, A LA DERIVA
No cabe duda de que los priistas tienen en Veracruz el partido que se merecen. Ni la derrota electoral del 5 de junio les sirvió para reflexionar y actuar, en consecuencia, sensatamente. Muy al contrario, esa caída sólo avivó ambiciones personales que desde entonces no cesan en busca de apoderarse de lo que quedó del Revolucionario Institucional.
Lo reprochable es que sus pretensiones no se encaminan a la recuperación y fortalecimiento del partido, sino a utilizar sus siglas para recuperar privilegios que les fueron insuficientes a lo largo de los últimos años.
En tal contexto, hasta el dirigente nacional Enrique Ochoa Reza ha terminado como rehén de esas obscuras fuerzas políticas, lo que ahora se evidenció con la salida de Amadeo Flores Espinosa, quien ilustró magistralmente el escenario al advertir: “No puedo trabajar con mafias y grupos de corruptos”.
A Ochoa Reza lo pusieron a temblar con el petate del muerto y mostró una debilidad que ojalá no acabe por sepultar al PRI en Veracruz.
RENATO ALARCÓN, OPCIÓN VIABLE
Joven, experimentado, con la camiseta priista bien puesta y, lo mejor, desvinculado de esas fuerzas obscuras (más bien negras) que intentan adueñarse del PRI, estaría disponible para servir al 100 por ciento a su partido y a sus correligionarios, Renato Alarcón Guevara, actualmente eficiente y honesto delegado estatal del ISSSTE.
Renato es, sin duda, una opción viable y válida, limpia, para presidir el Comité Directivo Estatal priista de cara a las elecciones municipales que están encima ya. Se trata de un cuadro formado desde abajo, que ha recorrido diversas responsabilidades partidistas, incluyendo la dirigencia municipal en Xalapa. Nadie podría restarle méritos a su lealtad y a sus resultados a favor del PRI.
Toca ahora saber si en el Comité Ejecutivo Nacional prevalece la voluntad y la fuerza necesarias para no dejar al partido en Veracruz en manos de los emisarios del pasado que, como la mayor referencia, tienen la culpabilidad de haber cavado la pérdida de la gubernatura y todo el desastre electoral que le acompañó el 5 de junio pasado.
¿Querrá Enrique Ochoa regresarle el PRI Veracruzano a estos nefastos?
CRECE LA LISTA DE AMERICO
Se le abre Américo Zúñiga Martínez al proyecto del senador Pepe Yunes, en momentos cruciales en los que el político de Perote tendría que acomodar ya a sus alfiles si es que en verdad aspira a jugar la candidatura a gobernador el año entrante.
Por supuesto que Américo ha de valorar posibilidades y no las debe ver muy convincentes como para jugarse su futuro desde el PRI estatal. El alcalde de Xalapa perdería en automático la dirigencia nacional de presidentes municipales y el manejo de los recursos millonarios de que dispone en la comuna.
Sin embargo, deja un mal sabor de boca, pues el senador ha sido un gran impulsor para la proyección que ha conseguido Américo, quien ahora que lo requiere su amigo opta por mantenerse en el confort político.
Hace tiempo, en este espacio aludimos a la ingratitud con la que mal ha pagado Américo a varios personajes que lo ayudaron en algún tramo de su ascenso político. Hoy, parece que Pepe Yunes engrosará esa lista.
Américo confirma, además, que en política no hay amigos, sino intereses, cuestión que ya la teníamos muy comprobada en el caso de nuestro señor alcalde.
LAS INJUSTICIAS
Mucho se ha dicho y escrito ya acerca de los miles de despidos laborales que ha aplicado el nuevo gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares. Menudean los ejemplos de protestas e inconformidades, a lo largo de las semanas recientes.
La característica recurrente sobre estas acciones, es la injusticia, debido a que los ceses no parten, en todos los casos, de una valoración correcta en torno al trabajo de cada uno de los empleados que han perdido su trabajo.
No es necesario abundar en la desesperación que golpea a miles de padres y madres de familia despedidos, sirviendo como ejemplo lo protagonizado ayer por Félix Blanco, quien en plena plaza Lerdo se cortó las venas en su afán por recuperar su empleo en el área de Política Regional del propio gobierno estatal.
NUMERALIA
1.- Y si alguien dudara de la debilidad del dirigente nacional priista Enrique Ochoa Reza frente a las presiones del pasado inmediato en Veracruz, sólo hay que ver la tajada millonaria que, además de la renuncia de Amadeo, se les entregó en charola de plata a un par de vivales de la democracia partidista para que dejaran de evidenciar divisionismo interno que llevaron hasta el TRIFE. Sus “ánimos democráticos” fueron calmados con un par de millones de pesos que dizque aplicarán en programas sociales. ¡Ajá!
gabrielarellano_hechos@yahoo.com.mx / www.revistahechos.com.mx
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