Así es. Este lunes inicia El Bienamado, en un horario de 8 de la noche. Es decir, si usted ve el canal de las estrellas, éste le recetará dos horas de historias mezcladas con la política, pero con temática diferente. Mientras La Candidata es un melodrama mezclado con política, El Bienamado es una comedia, mezclada con humor negro y claro, el amor está presente.
Ahora ¿Por qué meter un candidato varón? ¿Para equilibrar el asunto?
En realidad no sería competencia directa para La Candidata, pues a Odorico Cienfuegos se le promociona como carismático, astuto y muy divertido. ¡Y cómo no! si se trajeron a Jesús Ochoa, garantía mexicana de diversión. Además de que Odorico participará en las elecciones municipales, y ya se promociona como “El futuro presidente municipal de un paraíso. Es el único que piensa en darle a todos, un lugar para que tengan donde caerse muertos”, “es el amante secreto de tres bellas solteronas”, que llega haciendo campaña al pueblo de Loreto en una Hummer y que se promociona a través del Partido del Pueblo Loretano (Papulo) con los lemas “Más que un voto quiero tu corazón” o “Tengo las Manos Limpias, soy mejor que tú y lo sabes”, ante su rival del Partido Loreto Unido (Palun).
En pocas palabras, El Bienamado es populista, sinvergüenza, mujeriego, extorsionador, mentiroso, amenazador y hasta a periodistas quiere comprar. ¿Le suena familiar el asunto?
Luego entonces, ¿Qué pretende El Bienamado? Desde luego no va a promocionar a un Bronco o a un López Obrador para presidencia. No, El Bienamado parece venir a apoyar a Enrique Peña Nieto. No se espante que Peña no se va a reelegir, pues en política todo se vale, hasta hacerse ayudar por la caja china para “suavizar” el malestar ciudadano contra el político.
La novela inicia el próximo lunes, después de que Donald Trump tomó protesta como Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica… ¿coincidencia? Tal vez, pero recordemos que ya se había programado su inicio para el jueves 17 de enero a las 7:15 de la noche, fecha también cercana a la toma de protesta de Trump.
Odorico no es un ejemplo de un buen político, sino todo lo contrario, es muy similar a los que conocemos, a pesar de que la novela se desarrolla en los años setenta; sin embargo pretende hacernos reír con las malas prácticas políticas. Es como si quisiera influenciarnos de que todo lo malo que hacen los políticos es chistoso y hasta cómico, algo así para olvidar nuestras penas con nuestros representantes populares. Imagine que hasta se le promociona con el hashtag “#EsdeOdorico recargarse en el compañero”.
El Bienamado es un verdadero distractor para disminuir todo el enojo y malestar contra el Gobierno de Enrique Peña Nieto que ya casi va de salida y hasta pudiera darse el caso de que se nos mentalizara a reír, en lugar de exigir.
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