En literatura el estilo es la suma de las influencias, la acumulación de guiños que uno toma de otro autor y que va reuniendo en una forma muy particular de escribir. El estilo en otros ámbitos es el conjunto de rasgos que definen a una persona. Esos rasgos, lo mismo que en el estilo literario, la persona los va adquiriendo a través del tiempo, a través de sus gustos, de sus aficiones, incluso de la moda.
El estilo nos hace particulares, nos aleja de la masa y nos vuelve auténticos. ¿Y qué es ser auténtico? Pedro Almodóvar define este concepto en Todo sobre mi madre, una de sus más logradas películas: “Porque uno es más auténtico cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí mismo”.
Todo lo anterior viene al caso por el comentario que hiciera en Facebook el periodista Felipe Mendiola Parra, a quien le pareció poco seria y fuera de lugar la respuesta que diera el Fiscal Jorge Winckler a un meme en donde se le comparaba con Michael Jackson por usar calcetines blancos y zapatos negros (en realidad son grises con rayas azules). Winckler contestó así a la burla: “Help me, ayúdenme a cambiar mi estilo”. A Felipe Mendiola le pareció que la actitud de Winckler era de una persona “muy quitada de la pena”.
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Por supuesto las respuestas de los usuarios se inclinaron a la idea de que poco les importaba como vistiera el Fiscal, siempre y cuando diera resultados. El mismo Winckler subió una foto mostrando sus calcetines de colores, muy de moda.
Como ven, el comentario de Mendiola Parra, esposo de Fanny Yépez, desató un debate que antes que ponerse exacerbado, se puso divertido. Por supuesto a este periodista de muchos años lo que le debe gustar es el estilo de antes, el estilo de sus jefes priistas, el estilo de Fidel Herrera que tanto lo consintió, o el estilo gansteril de Reynaldo Escobar; ese sujeto oscuro que vestía de trajes impecables, que usaba calcetines de color neutro, serios, que combinaban con el lodo y la sangre que manchaban sus zapatos.
A todo esto, ¿quién es Felipe Mendiola? De acuerdo con un portal informativo “para los comunicadores porteños, Felipe Mendiola Parra es un tipo proclive a la traición, percepción sustentada en el historial de Mendiola y su distinguida esposa Fanny Yépez (…) Felipe Mendiola Parra se acomodó, cual rémora, entre los seguidores de Fidel Herrera Beltrán y así pudo vivir del presupuesto durante ese sexenio y ahora, en la desastrosa administración de Javier Duarte ha seguido cobrando como director de Comercio y Abasto de la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario (SEDECOP)”. La familia Mendiola Yépez es de aquellas que pretendían cobrar facturas millonarias que supuestamente les adeudaba el gobierno. En nota publicada por Notiver se dice que entre los cobradores “se agrega Martín Mendiola Yépez, hijo del director de Comercio y Abasto de la Secretaria de Desarrollo Económico y Portuario del Estado de Veracruz, Felipe Mendiola Parra, y de la columnista Fanny Yépez, quien figura con una factura pendiente por dos millones de pesos”.
Por supuesto no va usted a encontrar ni en las columnas de Fanny Yépez ni en los comentarios de Felipe Mendiola nada sobre la indumentaria y mucho menos sobre el actuar de Javier Duarte o Fidel Herrera, porque mientras les pagaran bien, pues ellos, si quisieran andar desnudos, pues que anden.
Lo importante en Jorge Winckler no son sus calcetines o su actitud muy quitada de la pena al contestar a las burlas. Lo importante es que como Fiscal armó suficientemente bien las carpetas como para que cayera en la cárcel Leonel Bustos, el primer pez gordo del gobierno duartista; esperamos que así arme las de los otros saqueadores para que pronto los veamos en la cárcel. Lo importante del abogado Winckler es la manera como defiende sus casos, de tal modo que logró la liberación de Maryjose Gamboa, injustamente encarcelada; su defensa fue tan efectiva que sin ningún problema Maryjose llegó a ser diputada por elección popular. Lo importante es que Jorge Winckler consiga que se haga justicia en el caso de los saqueadores y en el caso de las medicinas clonadas. Ese es el estilo que queremos de Winckler, el de la eficiencia.
Por cierto, en una venta de fin de temporada me encontré un paquete de calcetines de colores, muy al estilo Winckler. Que me lo compró, estaba con un 30% de descuento. Ahora sí cuídense fidelistas y duartistas, porque donde me los encuentre en la calle les voy a decir: ¡Hey, mira mis calcetines!
Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com
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