Incluso dan fecha: 15 o 16 de diciembre desembarcaría de nuevo en el país y presumiblemente vendría a buscar la dirigencia estatal del PRI.
Sí, así como usted lo lee. Que quiere venir a enfrentar al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
No lo creo pero quienes hablan en su nombre lo dicen en serio.
Que si en el altiplano tratan de pararlo, buscaría forzar una elección para elegir al nuevo presidente del CDE tricolor y que se apuntaría.
Ahí queda como una versión. Creo que no soy el único que la ha escuchado y que la tiene. Me parece descabellado, pero mejor me espero”.
Mes y medio después, la especie se confirmó. La Secretaría de Relaciones Exteriores anunció su renuncia al consulado en Barcelona y el propio Fidel lo confirmó.
En declaraciones que hizo a El Universal, el exgobernador esgrimió dos motivos para su separación del cargo diplomático: para defenderse de las acusaciones por la compra de presuntos medicamentos oncológicos falsos y para comenzar a hacer política “interna”.
Dada su proclividad a mentir, lo cual es una característica muy propia de él y de lo cual puede dar cuenta el mundillo político local, ayer traté de buscar con alguien cercano a él una versión más directa de qué en realidad lo trae de regreso.
Por lo que obtuve, la defensa que dice que viene a hacer de sí mismo verdaderamente es un mero pretexto: en realidad regresa para reanudar su pleito con Yunes Linares. Ya lo tenía premeditado hacer, según había venido comentando con los suyos. No acaba de digerir la llegada del otro al poder y el tipo de gobierno que está haciendo.
Estaba desesperado en Barcelona, me han dicho, porque acusaba que nadie del PRI, ni Amadeo Flores cuando estaba en la presidencia del CDE, ni los senadores, ni los diputados federales, ni los diputados locales, ni los dirigentes de los sectores y ni los alcaldes de su partido iniciaban una ofensiva de declaraciones en contra del panista.
Según la versión, siente que están perdiendo terreno de cara a la elección de 2018 desde el momento en que por la división en el PRI corren el riesgo de perder casi todas las presidencias municipales en junio próximo.
No viene a hacerse cargo de la dirigencia de su partido en el Estado, me aseguraron, aunque finalmente ha orientado a los suyos a que en última instancia pugnen que quede como encargada de la dirigencia la delegada Lorena Martínez, que él operaría tras bambalinas.
(El senador Héctor Yunes Landa respalda a Renato Alarcón Guevara; su homólogo Pepe Yunes proponía como presidente a Silvio Lagos Galindo y como secretaria general a Marilda Rodríguez, ante lo que le brincaron en contra, con todo, los priistas-verdes de la corriente fidelista, que apoyan a Erika Ayala Ríos).
En sus declaraciones a El Universal, el tío calificó como “falsas, inaceptables, abominables y algo monstruoso” las acusaciones sobre tratamientos con medicamentos clonados a enfermos de cáncer que le hace el gobernador Yunes Linares.
“Tratar de acusarme de algo tan increíblemente falso es solamente parte de una estrategia enferma para desprestigiarme, ya sea por fines políticos o por una falsa información que les hayan dado”, expresó.
Consideró que se trata de una estrategia político electoral de Miguel Ángel en vísperas de las elecciones municipales del próximo 4 de junio y anunció que a partir de esta semana estará ya en el puerto de Veracruz, ojo, no en Xalapa. Viene a hacer grilla, a meter ruido, atacando a Miguel Ángel.
Dijo, por supuesto, más en sus declaraciones, dichos rebatibles de los que seguramente habrá muchas reacciones y comentarios, como por ejemplo que no se siente corresponsable por haber impuesto a Duarte y del desastre que resultó su gobierno, así como su negación de que estuvo atrás de su hijo político putativo.
Que venga a defenderse de las acusaciones está en todo su derecho, pero que diga que regresa para comenzar a hacer política interna es una patraña suya pues nunca se fue y estuvo moviendo en forma permanente a sus grupos tratando de influir en la vida política de Veracruz.
Las razones de Salvador Camarena
El viernes pasado, en su columna “La Feria” que publica en El Financiero, con el encabezado: “Y Fidel para cuándo”, Salvador Camarena se ocupó de la conveniencia para el Gobierno federal de que cesaran a Fidel de su cargo en Barcelona. El de Nopaltepec se les adelantó y fue él quien presentó su renuncia, efectivamente.
Camarena apuntaba que la salida de Fidel sería buena noticia para el gobierno de Peña Nieto, que contribuiría a dejar de sumar negativos y que podría ayudar a detener su caída en las encuestas. Hizo tres consideraciones:
“1) Se corrige un error diplomático. España no se merecía que México rebajara el consulado general en Barcelona para posicionar ahí, sin trámite senatorial, a Fidel Herrera. En aquella ciudad se cuenta que en la ceremonia del Grito de la Independencia, en septiembre pasado, entre los invitados se oyó un grito donde llamaban corrupto al exgobernador. Y que incluso en el Metro de la capital de Cataluña hubo grafitis donde criticaban la llegada del veracruzano a tan señorial ciudad.
2) Se gana al invitar a Fidel Herrera para que no se distraiga con la burocracia diplomática de la delicada tarea de atender los señalamientos, que han venido creciendo, en torno a que los actuales problemas de Veracruz no comenzaron con Javier Duarte, heredero político de Herrera en más de un sentido. Fidel podría, entre otras cosas, aclarar qué supo y qué no supo (cuando se encontraba en la plenitud del 'inchi' poder) de los fraudes en las medicinas del sistema de salud del estado que alguna vez gobernó.
3) Si el gobierno de la República se desembaraza de Fidel Herrera enviaría la señal de que entiende que es un personaje que en este momento forma parte del elenco que emproblema el actuar de Los Pinos, de esos personajes que la ciudadanía pensó que no serían protagónicos con la llegada al poder del llamado 'nuevo' PRI. Y ya ven”.
Expresaba que con todo lo anterior no se prejuzgaba la inocencia de Fidel. “Veracruz requiere de todos los veracruzanos para la reconstrucción de una convivencia rota por muchas razones”.
Apuntaba: “Que Fidel Herrera deje Barcelona, que aporte información que ayude a despejar lo que se hizo mal o se dejó de hacer en su sexenio, que aporte datos sobre lo que él, siempre tan bien informado de cuanto ocurre en su tierra, sabe de cuánto ocurrió en el duartismo, y que ayude a su partido no disfrutando de una beca, perdón, de una posición diplomática que fue polémica en su momento y que no se justifica en la actualidad”.
Insistía en que a Enrique Peña Nieto le urgen resultados y que pedirle a Fidel que se sacrificara y que regresara a México lo podía ayudar.
¿Ayuda al Presidente y perjudica a Veracruz?
Yo agregaría que si la renuncia de Fidel puede ayudar a Peña Nieto, en cambio no sé de qué manera va a ayudar a Veracruz el hecho de que haya regresado. A la unidad, que tanto se requiere, no. A mejorar el estado de cosas que heredó su hijo político, tampoco.
Sólo regresa a hacer ruido al romper una regla política de oro no escrita seguida hasta ahora por sus antecesores priistas: al acabar el mandato, retirarse de la vida pública del Estado, como lo hicieron Patricio Chirinos y Miguel Alemán (los cito sólo a ellos porque están vivos, pero los demás hicieron lo mismo).
Colateralmente, su presencia de nuevo en el Estado tendrá algunas consecuencias inmediatas, por ejemplo, si ya de por sí muchos trabajadores del Gobierno del Estado se las están viendo negras con la nueva administración panista, al estar bajo la sospecha de ser fieles o duartistas, ahora empeorará su situación y puede que hasta los despidan. A eso regresa Fidel, quien hoy lunes amanecerá ya en la Ciudad de México.
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