Los pisos 4º y 5º del edificio anexo a la sede central han sido vaciados de expedientes relacionados con servidores públicos y concentrados en un área de Investigaciones Ministeriales Especiales, lo cual sería lo de menos, si no se hubiera generado tal desorden que los litigantes que llegan a ver sus asuntos no reciben atención porque todo está desorganizado.
Hay quien opina que en el tema de Tarek Abdalá debió darse vista a la Procuraduría General de la República para que incoara el procedimiento. Y la reciente liberación del doctor Leonel Bustos Solís, que sus abogados calculaban que saldría en unos 3 meses, rebasó cualquier optimismo porque abandonó la ergástula pachense en sólo 10 días.
Así que tal parece que la desventurada Fiscalía General sólo tendrá como signo reconocible haber pasado de estar en manos de “Fisculín” a ser dirigida por “Fiscal-tín”, por aquella frivolidad del señor Winckler de hacer chistosa su preferencia por los calcetines de colores.
Uno de los temas torales en el nuevo gobierno es la falta de nombramientos oficiales y eso es grave.
Precisamente este miércoles 1º de febrero fueron publicadas en la Gaceta Oficial 6 edictos a través de los cuales la Secretaría Desarrollo Social rescinde contratos con tres empresas supuestamente fantasmas, Adso de México, S.A. de C.V., Comercializadora Calidadtel, S.A. de C.V., y Construcciones ambientales, S.A. de C.V.
Lo inesperado del asunto es que son procedimientos de la Dirección Jurídica de la Secretaría de Desarrollo Social, pero suscribe los edictos la propia secretaria, Indira de Jesús Rosales San Román, afamada por el entonces gobernador electo como la maravilla de la superación, el gobierno y la administración pública. Dislates como ese están haciendo las delicias de los abogados postulantes, que se atusan los bigotes para entrarle a la defensa de los que son procesados por el yunismo.
No se diga en el tema de los cesantes, campo de los laboristas. Y aun la Contraloría General del Estado, hoy en manos de un funcionario muy responsable y ético, comparte esa devastación jurídica que asuela al gobierno. Referiremos casos perdidos y otros que ni siquiera contesta.
Los amenazados con ser llevados al bote y obligados a devolver lo robado deben estar brincando de gusto. |