Aunque el costo de las maquinas es grande, será mayor el costo social al incrementarse el desempleo…

Un grave problema están viviendo los productores de caña abastecedores del Ingenio Tres Valles, propiedad del grupo PIASA, y es que desde que arrancó la zafra pese a que se incrementó el pago por contratación para los cortadores de caña, oscilando entre 4000 y 5000 pesos, en los campos de cultivo es notable el ausentismo de los estacionales.

En la presente zafra a los cortadores se les está pagando 42 pesos por tonelada a todos los grupos, lo que representa para un cortador de los buenos chambeando de sol a sol, un sueldo aproximado de entre 1200 y 1300 pesos a la semana descansando los domingos, esto sin contar con que algunos tickeros les roban a la hora del conteo de los arañazos.

Hoy en día la gran mayoría de los estacionales acuden únicamente 3 o 4 días a la semana a cortar caña y solo por un rato para cumplir con el contrato, pues aseguran no estar dispuesto a partirse la espalda por 900 pesos a la semana. Por su parte los productores han implementado varias estrategias para hacer que los estacionales regresen a los cañales, como por ejemplo al iniciar la zafra les entregaron machete, lima y ánfora, además de que en algunos grupos se estableció que se les llevaría lonche a los cortadores foráneos.

Y es que el problema no se fundamente únicamente en el bajo sueldo, ya que los productores argumentan que hay cortadores que no son leales y cobran el contrato con dos o tres jefes de grupo, y ya con 12 mil pesos en la bolsa, más el apoyo del gobierno federal de PROSPERA, y el pago de las becas, pues ya con eso dejan de trabajar por algunas semanas sin importarles que no se cumpla con la cuota diaria de toneladas que envía cada grupo al ingenio Tres Valles, que para rematar ahora que no hay cortadores está moliendo más que nunca, promediando arriba de 13 mil toneladas diarias.

Las pifias son muchas, no hay cortadores, las maquinas cosechadoras son muy pocas, los inspectores de campo están fallando en la planeación ya que en otros años las variedades tempraneras ya se habían cortado, algunos jefes de grupo no tienen la capacidad para contratar cortadores eficientes, y cuando los tienen los roban, las organizaciones cañeras están estáticas ante el problema, ninguna de las tres CNC, CNPR, MR9 ha implementado estrategias previendo que al finalizar la zafra no se queden cañas en los campos, ya que es casi un hecho que sucederá.

Sin duda la zafra no va bien para la gran mayoría de los productores y mucho menos para los transportistas y choferes, ya que tienen menos viajes y el combustible incrementó, por lo que al paso que va el corte habrá mucha caña quedada y no será por culpa del ingenio, por lo que se avecina una época de descuentos, mala cosecha y como consecuencia una pésima liquidación, es por ello que con seguridad para la próxima zafra entre los productores y la factoría tendrán que implementar al igual que Colombia y Brasil la llamada tecnificación del campo, introduciendo más maquinas cosechadoras, lo cual tendrá un alto costo social en la región por el incremento del desempleo.