El asunto estriba, cuando de democracia se trata, porque en ese renglón solo somos carne de cañón tenemos derecho a elegir siempre y cuando sea al que le conviene a unos cuantos, de lo contrario mi derecho se ve trastocado ya sea por acciones truculentas o utilizando las instituciones creadas para ese efecto.
Pero lo más grotesco de esta materia, se aprecia cuando queremos ejercer nuestro derecho a ser elegido, ahí todo cambia en virtud de que debemos militar en un partido político o en su caso ser carita de la ciudad, para que nos rueguen y así podamos ser considerados para ser candidato a ocupar un cargo de elección popular.
Y como no somos caritas y el grueso no tenemos dinero para ser candidatos y luego ser elegidos, entonces de nada servirá tener toda la trayectoria de vida militando en un partido político, máxime que al ser de casa sumisamente tendremos que acatar la decisión minoritaria y ser cortes con el que llega o con el designado para portar la bandera que mucho nos ha costado enarbolar en tiempos de paz y de guerra.
Hoy lo vemos en el estado de Veracruz, existen muchos aspirantes a ocupar los cargos edilicios que se van a renovar y entraran en funciones el próximo año 2018. Los partidos políticos designaran discrecionalmente a sus candidatos, lo harán en lo oscurito sin que alguien les pueda refutar su decisión, la militancia podrá aplaudirles o hacer el berrinche que quieran si no aceptan al designado.
Así que nuestro derecho a votar y ser elegido se queda corto, podemos elegir, pero no ser elegidos, porque la democracia y los cargos públicos no están creados para todos.
Muchos somos los electores y pocos los elegidos. ¿Qué no?
adidas.johan62@gmail.com Lic. Inocencio Martínez Cortes
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