Distintas versiones se han desatado con relación a la localización de una bodega ubicada en el municipio de Córdoba y que fue anunciada con “bombo y platillo” por parte del gobernador del estado, Miguel Ángel Yunes Linares, en dicha entidad. El mandatario indicó que derivado de una “denuncia anónima” –que después corrió la versión que no fue tan anónima- se logró ubicarla y cual fue su “sorpresa” al encontrar que esta contenía, obras de artes de diferentes artistas –imitaciones pero al parecer eran trabajos bastantes caros- relojes, mobiliario, y lo más imperdonable, sillas de ruedas, material didáctico escolar, andaderas y despensas.
Muchas voces aseguran que el asunto se debe a un “circo” montado por el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares para entretener a la población luego de los nulos resultados en el rubro de la seguridad. No sería tan mal creerlo, cuando en el estado el hampa por consigna mantiene una inestabilidad obviamente “ordenada” por alguien interesado de que el minigobierno quede como el peor de la historia veracruzana.
El hecho ha despertado tal suspicacia que muchos “espectadores” –que estuvieron en el lugar- se preguntan con extrañeza, el porque los objetos y diarios de la señora Karime Macías Tubilla, estaban con tal pulcritud, como si ella misma los hubiera dejado en el lugar un día antes. También despierta “sospechosismo” que el fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, mantenga una absoluto hermetismo con relación al propietario de la bodega que sirvió de escondite para los objetos más preciados del prófugo de la justicia, Javier Duarte de Ochoa y su depravada mujer, Karime Macías Tubilla. Se habla de un “acuerdo” político entre los cómplices duartistas que hoy por el temor de que el Congreso del Estado pida su desafuero, se encuentran “cantando” información importante acerca de Duarte. Se dice que aquellos que no “colaboren”, tendrán un final como el que ahora tiene Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública.
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Sin lograr obtener información de parte del hoy titular de la FGE, la columnista, pues desafortunadamente ella no labora en el medio de comunicación de la preferencia del mandatario y de él, se dio a la tarea de indagar por otras fuentes acerca de la identidad del presunto cómplice del ex gobernador-depredador de Veracruz. La bodega se encuentra ubicada en la avenida 39 y calle 29 en la colonia Paraíso en Córdoba, Veracruz. El lugar, en su fachada luce un anuncio en su puerta metálica color blanco: “Comercializadora y Distribuidora ISSZTMO S.A. de C.V.” y ya en su interior, es un lugar impresionante espacioso en donde cabían perfectamente todo el mobiliario, juguetes de sus hijos, cuadros, pinturas –su egoteca-, montura, balones de fútbol, etc.; hasta una banca se puede apreciar en la escena del crimen y los preciados diarios de la señora Karime, en donde exponía todas sus fechorías y la de su manipulable marido.
Radio Bemba cordobesa cuenta, que el lugar es propiedad de un servidor público. Al principio se argumentaba que era de Marco Antonio Aguilar Yunes, diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego de un tal Jesús Moreno, incondicional de Juan Manuel del Castillo González, -también legislador local priísta- y del primer diputado antes mencionado.
Pero al final una fuente conocedora de temas políticos y de la inmundicia en la que ésta se mueve, indicó que la bodega es propiedad del congresista, Del Castillo González y que éste –aunque lo niegue mil veces, expresó el denunciante- hizo un “acuerdo” político con Miguel Ángel Yunes Linares para que no lo metiera a la cárcel por la complicidad y sobre todo, la depredación que este realizó en el mandato del hoy prófugo de la justicia. La prisión era su futuro espacio de descanso, por lo que prefirió traicionar la mano que lo brindó poder y dinero a manos llenas, para autoprotegerse. El tiempo desestimará o avalará está versión. Por lo tanto, quienes estamos de espectadores, tendremos que observar con detenimiento si el ejecutivo estatal procede o no en contra de estos.
Curiosamente la versión se vino a reforzarse por la negativa del fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, quien vía mensajería se negó rotundamente a proporcionar cualquier tipo de información sobre el propietario de dicha bodega. Lo curioso de las versiones extraoficiales, son las que cuentan que estos dos diputados priístas en dicha bodega, antes y en el transcurso de la administración duartista, ingresaban alarmantes cantidades de artefactos del sector salud, cobertores, despensas, láminas y demás apoyos, que eran utilizados para comprar voluntades. “Esas andaderas, esas sillas ruedas y despensas que estaban en el lugar, era normal que existieran ahí dentro (…) Para eso tienen el lugar (…) El adicional fueron las cosas de Duarte y de Karime (…) Se ve que cuando salieron de “pelada” estos, dejaron el “paquete” a estos dos zoquetes”.
Otro contacto indicó que en la bodega habían muchas chácharas pero también hasta relojes de la marca Richard Mille con un valor de hasta dos millones de pesos. Que existían cosas que no “salieron en la foto” y que se abocaron a las “chacharitas” de la Karime y a sus dichosos libros. También expresó que en Córdoba se corría la versión de que las cajas con los “Diarios” de la mujer de Duarte, habían sido llevados por “Gigio” –como le dicen al ex secretario de Finanzas y Planeación en la administración del prófugo de la justicia-, sujeto que tiene 22 millones de razones –pesos- para venderle su alma al “Diablo” para no ser encarcelado por la defraudación y los fraudes que cometió en el estado de Veracruz.
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