Junto a su declaración se esbozó ese afán de perpetuarse, pero también de encontrar, la certeza y seguridad que da subirse al barco puntero de la regata, traducido, en ese importante margen que le otorgan las encuestas serias, esas que no se maquillan y que forman parte del común denominador entre la sociedad, que ve en el famoso tabasqueño al salvador de los pesares de la patria.
Pero lo que deja atónicos a los grupos políticos, es la posición que 72 horas más tarde expresará la misma dirigente del PRD, Alejandra Barrales en donde negó que el sol azteca cancele la posibilidad de la unidad de las izquierdas, aclaró que esa decisión no es de una sola persona o de una coordinación de senadores, sino una resolución de un partido.
La ex dirigente de sobrecargos afirmó “Nosotros no cancelamos la posibilidad de ir a la unidad de las izquierdas, pero esta no es decisión de una sola persona, esta no debe ser una determinación desde una coordinación de senadores, debe ser de un partido, porque si no es la decisión de un partido difícilmente podemos pensar que lo que buscamos es la transformación del país.”
“No es con negociaciones individuales o con posiciones individuales con las que vamos a lograr el cambio que promueve nuestro partido”, afirmó.
Barrales dijo que la unidad de izquierdas incluye a todos aquellos que pueden ser candidatos presidenciales rumbo a 2018, incluido el presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
El shock producto de la declaración ha puesto los focos de alarma en todo lo alto, pues una inminente unión de las izquierdas es sin duda alguna, la sepultura del proyecto priista del presidente Enrique Peña Nieto, que evidenciaría un severo conflicto para poder al menos negociar con alguna de las fuerzas políticas más ad hoc al su interés.
El nocaut que colocó la dirigente perredista, bien podría ser el inicio del derrumbe del oponente gubernamental, que vera en este 2017 el quinto round de una contienda pactada tan solo a seis, y que por decisión ya aventaja el líder de Morena.
Sextante
En el juego del lenguaje político mexicano, muy importante es anotar la forma y el modo de señalar las cosas por parte de un gobernante, rara vez, un comentario habrán de ser pasados por alto, pues en si mismos, van envueltos muchos posibles receptores o destinatarios del mensaje.
Eso mismo ocurrió este miércoles por la noche durante en la Toma de Compromiso del nuevo Consejo Directivo de COPARMEX Veracruz, cuando el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, le soltó a boca de jarro que Veracruz vivió durante 12 años con un Gobierno acrítico, y acusó, sin dar nombres, a ciertos empresarios veracruzanos, de ser cómplices de la corrupción.
Ahí, en sus caras, les observó, “yo no vivo como emperador ni reyezuelo, yo como gobernador asumo que debo vivir en austeridad y el Gobernador del Estado no se pasa un alto, el Gobernador del Estado no trae una caravana de motociclistas y de camionetas siguiéndolo, el Gobernador del Estado se conduce como un ciudadano sencillo, como un ciudadano como debe de ser, no como un príncipe, no como un emperador de los veracruzanos”.
Algunos de los presentes dicen tragaron gordo y comenzaron a sudar de lo lindo, los rostros desencajados, pasaban al cambio de tonos, no podían creer lo que ocurría, pero lo cierto es que el mensaje llevaba al menos un par de destinatarios, que presentes en el lugar, no les quedo más que apechugarla toda.
Por eso dice el refrán popular el que “obra mal, se le pudre el tamal”
Al tiempo.
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