Ante esto, el también ex presidente municipal sureño, explicó que a pesar de que el tema financiero ha sido tratado como uno de los de mayor relevancia por los legisladores, es la Secretaría de Finanzas quién ha generado opacidad en estos asuntos, enviando información a “cuenta gotas” haciendo que las cosas parezcan más graves de lo que son. Acentuando además que el dictamen no incluía ni los montos a liberar, ni tasas por costos operacionales, ni información fundamental necesaria para su aprobación, como la situación y déficit real que guarda la Hacienda del Estado.
Don Fernando destacó en el ya llamado “martes negro para Yunes” que el presupuesto que ya había sido aprobado para este ejercicio empata los ingresos con los gastos, por lo que no es justificable contratar una deuda nueva para pagar una deuda vieja y que precisamente en el primer proyecto que circuló para el análisis y consulta de los legisladores, aparecía una liberación total de recursos por 3 mil 724 millones de pesos, dato que ya no emergía en el último dictamen, suponiendo que estos recursos serán para uso discrecional.
Por otra parte, como si fuera “atole con el dedo” el documento presentado abordaba que de “existir un remanente” se aplicaría para la conclusión de obra pública municipal del 2016, sin comprometer ni un solo peso a favor de los 212 ayuntamientos que demandan sus participaciones federales, siendo esto prácticamente un “cheque blanco” para la Yunicidad.
Pero es no es todo, de manera objetiva el coordinador legislativo, agregó que no se pueden comprometer 12 años para el pago de deuda para darle viabilidad a un gobierno de 2 años, sin antes buscar otras alternativas de reducción del gasto.
Y Kuri tiene razón.
Le explico.
Llama mucho la atención que esta administración no haya planteado una reingeniería de gobierno prescindiendo de Secretarias, Organismos Descentralizados y Desconcentrados o eliminando figuras administrativas como Subsecretarías que años atrás no existían.
Incluso ante el pleno, el diputado fue muy enfático en cuestionar a Yunes Linares que por que no sigue el ejemplo de austeridad de Patricio Chirinos y no el modelo de endeudamiento de Javier Duarte, ya que los beneficios de la restructuración serán limitados con un costo muy alto.
Y es que mientras se han despedidos trabajadores, estos han sido remplazados por personal venido del Acción Nacional y del Sol Azteca sin generar economías, ni una mayor eficiencia en este gobierno.
Se tiene que decir, el discurso incendiario y mediático de Yunes Linares debe de llegar a su fin, vienen tiempos difíciles y es necesario que los niveles de gobierno se conduzcan por el camino del dialogo y los razonamientos.
Yunes Linares se encuentra en el momento histórico de cambiar a Veracruz, pero los caprichos deben de quedar atrás y no es que ciertas fuerzas tengan cautivo al Congreso, lo que le ha faltado a la era del “Yunes azul” es oficio político. Eso y nada más.
Ya es momento que se den cuenta.
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