En reunión de 30 minutos con Ricardo Ramírez Nieto, presidente de la Sección Instructora que la puede desaforar, Eva Cadena pidió que se vuelvan a revisar los videos y a los reporteros les dijo: “Estamos enfrentando el proceso de manera legal, esperamos que todo se lleve bien y no voy a permitirme más explicación. Les pediría comprensión y mucho respeto”.
Eso fue todo.
¿Qué de nuevo espera que descubran los diputados en los videos? Sólo echándolos en reversa se vería que fue ella quien dio el dinero y no quien lo recibió.
Pero si la encarcelan o no eso es irrelevante. El asunto aquí es que ya son varios los videos donde personas cercanas a Andrés Manuel López Obrador (Carlos Imáz, Ramón Sosamontes, René Bejarano y ahora Eva Cadena) fueron balconeados tras recibir cantidades bastante respetables de un dinero que nadie sabe dónde fue a parar.
Como cruel paradoja, los recaudadores fueron denostados y hasta encarcelados, no así Andrés Manuel que sigue tan campante.
Es un hecho que AMLO no tiene las manos limpias de dinero mal habido, pero también es verdad que nadie se lo ha podido comprobar porque no lo recibe él sino sus recaudadores.
Quienes dicen que recibió millones de pesos como apoyo a Morena en la elección para gobernador de Veracruz, no están mintiendo. El problema es que no tienen ninguna calidad moral para acusarlo ya que son unos redomados bandidos.
AMLO ha tenido el tino de seguir al pie de la letra el método draconiano que ordena dejar a su suerte a un seguidor que sea sorprendido aceptando sobornos, aunque sean para “la causa”.
Y hasta ahora el método le ha funcionado. Tan le ha funcionado que presume de ser ave cuyo plumaje jamás se ha manchado al cruzar el pantano. (Aquí entre paréntesis lector, conozco a varios zopilotes así).
Pero el tabasqueño no es el tipo honrado y honesto que dice ser y él lo sabe. Últimamente ha estado abusando de la mentira en un esfuerzo por consolidar a su partido en la cima y lo está logrando. Pero eso se le puede revertir.
Las mentiras no se pueden ocultar por mucho tiempo y menos cuando hay millones de pesos de por medio. Cuando salen a la luz, lo primero que hacen es explotar en la jeta de quien las profirió.
El Peje está jugando en el filo de la navaja y si alguien con la suficiente rectitud moral descubre sus falacias y se las comprueba, que se despida de su tercera intentona por llegar a la presidencia de la República.
La bronca es que casi ninguno de los pinches políticos que padecemos y toleramos es honrado. Son una parvada de filibusteros mentirosos en los que nadie cree. Y ese es el gran escudo protector de Andrés Manuel.
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