“Hay una proyección ya. La situación financiera no va a mejorar en los próximos dos años, ni tampoco mejorará mucho en la próxima administración estatal, hay intereses de corto plazo que hay que afrontar. El o los créditos no tendrán que rebasar los 10 mil millones de pesos”, indicó el líder de la diputación panista, quien se quejó del abandono en que los ha dejado la Federación, pues detalló que desde que entró en funciones la administración de Yunes Linares, en diciembre, le dejaron un impago de más de 13 mil millones de pesos con proveedores y más deudas con la Universidad Veracruzana, entre otros.
Sin embargo, entrevistado ayer al respecto, Yunes descartó que vaya a solicitar la contratación de un nuevo crédito para solventar las obligaciones del gobierno estatal. “No es verdad que vayamos a contratar deuda, ni un centavo. Es falso. El sábado tuvimos una reunión con diputados y diputadas y ahí informamos del proceso de reestructuración de deuda y el primer dato es que no estamos contratando un centavo de deuda”, puntualizó el mandatario, quien no obstante reconoció que su gobierno está pagando mensualmente un crédito que se solicitó para pagar sueldos y aguinaldos en diciembre pasado.
“El crédito no es deuda, es un crédito de corto plazo que estamos pagando mes a mes y que terminaremos en noviembre de este año. Mi Gobierno no heredará más deuda a los veracruzanos, por el contrario, lo que se hace es reestructurar la deuda para bajar la tasa de interés y ampliar los plazos de pagos”, explicó Yunes, quien manifestó que de acuerdo con los plazos trazados, posiblemente en agosto se firme el acuerdo de reestructuración con el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras), que es el principal acreedor del gobierno de Veracruz, y que en septiembre lo harían con el resto de las entidades financieras.
Esta diferencia de opiniones sobre las finanzas públicas entre el gobernador y el líder del Congreso local hace recordar las discrepancias que en su momento se dieron también entre el gobernador priista Fidel Herrera y su secretario de Finanzas y Planeación, Salvador Sánchez Estrada, sobre si la bursatilización debía documentarse o no como deuda pública.
¿Alguien recuerda quién tuvo finalmente la razón?
PEREZA LEGISLATIVA
Pero, además, Yunes Linares le arrimó el caballo también al líder camaral al señalar que el Congreso del estado todavía no aprueba la reforma para crear el Sistema Estatal Anticorrupción, cuyo plazo legal vence dentro de 26 días.
El mandatario estatal del PAN dijo que ya envió al Congreso del estado un exhorto para que se apruebe a la brevedad esta reforma constitucional, pues recordó que “de acuerdo a la reforma que se hizo en el Congreso de la Unión debe quedar concluida el 18 de julio y no se ha avanzado desafortunadamente en este tema.”
“No quiero calificar a nadie, mi obligación como gobernador es presentar las iniciativas y exhortar a los legisladores, pero forma parte de su responsabilidad”, declaró Yunes, quien igualmente exhortó a los diputados para que aprueben pronto la iniciativa de reforma a la Ley de Tránsito y Transporte que les turnó para disminuir en 50 por ciento los costos de las multas.
REBELIÓN PRIISTA
Este miércoles estuvo en Xalapa el exgobernador priista de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien vino a reunirse con un grupo de correligionarios veracruzanos que se han sumado a la “Corriente Crítica” del partido tricolor que comienza a expandirse por varias entidades para demandar que las designaciones de dirigentes locales y nacionales, así como las postulaciones de candidatos a puestos de elección popular para las contiendas del año próximo –diputados locales y federales, senadores, gobernadores y Presidente de la República–, se decidan mediante la consulta directa a la base militante.
Seguramente Ruiz cayó en cuenta del garrafal error que cometió en Quintana Roo, donde el año pasado operó como delegado del CEN del PRI y se coludió con el entonces gobernador Roberto Borge para imponer al candidato del exmandatario actualmente preso en Panamá, el cual vetó al entonces subsecretario de Turismo, Carlos Joaquín González, quien terminó renunciando al partido tricolor y ganó la gubernatura por la alianza PRD-PAN. |