Duarte se ganó una fuerte campaña negativa por parte de sus detractores que fue ganando fuerza al paso de más lamentables asesinatos de periodistas y la participación de activistas y organizaciones no gubernamentales desde la capital del país, que atrajeron los reflectores a Veracruz para confirmar a la entidad con más riesgo para ejercer el periodismo.
Con base en lo anterior, en el gremio hay quienes creen fehacientemente en la inocencia de algunos de los ejecutados, lejos de cualquier ilícito o errores como humanos; otros saben que, en los hechos, en vida, la verdad no se puede ocultar.
La percepción es que Veracruz ha sido el estado donde más periodistas han sido asesinados y sigue en el panorama nacional porque no cesaron los atentados y periodistas muertos con la llegada del nuevo régimen.
Como si lo anterior no bastara, vino la revelación del gobernador Yunes Linares de que tres periodistas presuntamente estarían relacionados con la delincuencia. En el contexto veracruzano, podríamos decir que ya el gremio está acostumbrado a estos señalamientos y tiene que tragar sapos o salir a las calles a marchar.
No obstante, faltaría ver si existe suficiente vergüenza para acusar de delincuentes a periodistas por parte de una clase política veracruzana que, a la vista de todos, se ha enriquecido vilmente, se toma fotos con narcotraficantes (ahí están las del “Comandante H” en Coatzacoalcos), son acusados de graves delitos como la pedofilia, usan recursos públicos a conveniencia, tienen investigaciones abiertas, entre otras lindezas que a todas luces son delitos.
¿Tiene entonces la clase política en general, y en particular la veracruzana, la autoridad moral para acusar a periodistas?
Porque al final de cuentas, quizás los pecados de reporteros sean menores a los que se conocen como grandes omisiones, grandes magnicidios, persecución, tráfico de influencias y otros pasajes históricos de la política mexicana que han quedado en la impunidad.
Este lunes, todavía se filtró que son dos periodistas de Boca del Río y uno de Xalapa los que presuntamente son investigados. Aquí en Xalapa, quien reviró a Yunes Linares fue la misma secretaría de Gobernación, en voz del director de Política Pública de Derechos Humanos, Ricardo Sepúlveda Iguíniz, quien consideró que se está enviando un mensaje de "criminalización" al gremio periodístico al relacionar públicamente a los comunicadores con la delincuencia organizada. En este sentido, el funcionario afirmó que el Gobierno Federal protegerá los derechos de los periodistas veracruzanos ante cualquier intento de frenar su derecho a la libertad de expresión.
Pero el fondo de los señalamientos de Yunes Linares va en un sentido más amplio y perverso.
De entrada es sabido que Yunes Linares ha tenido una mala relación con los medios de comunicación desde que inició su mandato. De hecho, son pocos los que operan con el mandatario estatal y se trata de personas muy identificadas con él. Son los nuevos “oficialistas” que tanto criticaron en el pasado. Cada quien su forma de ganarse el pan.
Un rumor que corrió al calor de las campañas a la gubernatura, es que Yunes Linares tomaría represalias contra los medios de comunicación; un ejemplo de lo anterior es que entrando el nuevo gobierno --la mentada alternancia-- agarró parejo y desconoció las deudas institucionales con medios de comunicación argumentando que no pagaría ni un peso y mucho menos haría convenio alguno, como ha aparentemente ocurrido hasta el momento.
Esto ha ocasionado hasta la fecha una crisis sin precedentes en medios de Veracruz con el cierre de periódicos impresos y portales de internet (el que se ha sostenido, a medias, ha sido la radio). Hay que decir que esto último no es privativo del gobierno de Yunes Linares pero sí se recrudeció con su llegada, pues desde el sexenio pasado a varios medios se les dejó de pagar.
Ante la situación laboral y ahora la arremetida contra periodistas, no se ven a los organismos de defensa de periodistas, asociaciones civiles o colectivos para actuar o fijar una postura ante lo anunciado por el gobernador.
En el fondo la advertencia no es sólo contra los supuestos miembros de la prensa que delinquen, sino para todo el gremio para entrever cómo se puede utilizar el aparato del estado para una persecución. En el mismo sentido, los periodistas señalados de estar con delincuentes quizás no sea por gusto; tal vez sea por necesidad o por miedo y amenazas contra su vida o su familia.
Con esa lógica, en Veracruz ya no hay “plata” para medios, si no puro “plomo”.
No se sabe si el gobernador tiene un odio particular a ciertos medios o ciertos periodistas, pero es obvio que su estrategia es reventar a los más que se pueda. Algo como lo que hace Donald Trump, pero sin confrontarse directamente con los periodistas, aunque en una de sus primeras conferencias de prensa ya como mandatario estatal enfrentó a la prensa en Xalapa, les ofendió y descalificó notas.
Son odiosas las comparaciones, pero alguien nos comentaba que al menos con Fidel Herrera y hasta con Javier Duarte, se notaba un acercamiento al gremio. No sólo con periodistas, sino hasta con la gente en general. Hoy a Yunes se le ve sólo, si acaso rodeado de sus colaboradores más cercanos o cuando sale a pasear con Téllez Marié para irse a tomar el café. Son pocas las veces que se le ha visto a la gente acercarse al gobernador, más en Xalapa.
Tal vez el mandatario estatal esté enojado por los señalamientos de los medios que aún siguen vigentes, pero eso dista mucho para entonces emprender una cacería contra periodistas y que no aplique ese mismo rigor a la clase política que también delinque, pacta, vomita negro, entrega mansiones, información, hace acuerdos con la delincuencia organizada o se benefició recientemente del poder político.
Para más señales, ahí están los ex funcionarios Duartistas que están en San Lázaro con los que se sabe ha negociado el gobernador. Yunes también es parte de ese sistema podrido.
Tal vez haya periodistas que se encuentren con malandros, pero nunca un reportero tendrá el poder policiaco o político para proteger a toda una delincuencia organizada. Eso es absurdo y verdaderamente ridículo.
EPÍLOGO VOLADOR: Mucha risa causó el asunto de que por un dron detectaron un lote irregular de autos detectado en Veracruz. A lo mejor los policías de Téllez Marié nunca habían distinguido los carros que están… ¡A PLENA VISTA EN UNA CALLE CONCURRIDA!
EPÍLOGO LÓGICO: Bien tempranito y seguro de sí mismo, el “gober Cascarita” reafirmó que se reuniría con el secre Chong para pedirle que se queden las fuerzas federales en Veracruz… ¡Ándale pues! Seguramente vas a ir con Chong para pedir la salida de las mismas cuando en el estado cunde la inseguridad.
EPÍLOGO ATENTO: La Secretaría Académica, la Coordinación Universitaria de Observatorios y el Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales, le hace una atenta y cordial Invitación para que asista a la CONFERENCIA MAGISTRAL “El Manejo de datos en la Construcción de Políticas Públicas”, que disertará el Dr. Rafael Vela Martínez, Investigador Académico de la Universidad Veracruzana, adscrito al Instituto de Investigaciones Superiores Económicos y Sociales (IIESES), en el marco de la presentación del Centro de Información Estadística y Geográfica del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave (CIEGVER), la cual se llevará a cabo el próximo miércoles 5 de Julio del año en curso a las 12:00 horas en la sala I de Videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) región Xalapa, con transmisión simultánea a través de videoconferencia a las regiones de la Universidad. |