Disculpen que haya entrado con este evento extraordinario y ahora, déjenme acorrientarlo…
II
Del Flashmob al Fashback. Bajo el velo del misterio y rodeado de cantidad de leyendas en su entorno, la animadversión de Fidel Herrera para con Miguel Ángel Yunes Linares, intentó vía medios impresos (en su mayoría), generar en la población a un enemigo común. Sólo permeó en quienes le siguieron la corriente. Incomprensible e irracional el pleito que compró Javier Duarte de Ochoa con Miguel Ángel Yunes Linares, porque una vez que terminó el sexenio de Fidel Herrera, la contienda electoral entre el cordobés y el choleño fue llevada al plano personal por el primero…
Lo comentaba ayer mismo por acá… al menos doce años de tunda fue lo que tuvo que aguantar por parte de la dupla Fidel y Javier el hoy Gobernador Yunes Linares.
Uno pudiera decir que hoy, debe estar disfrutando Miguel Ángel la situación judicial de Duarte de Ochoa y compañía, aunque en lo personal, creo que no. ¿Por qué? Porque el triunfo de Miguel Ángel Yunes Linares, hace ya un año, de acuerdo a las condiciones sociales, políticas y económicas en que dejaron sus antecesores al Estado, no deja de ser pírrico.
¿Qué se puede festejar cuando a madrazos se sostiene un estado donde pareciera que la corrupción era el engranaje para que funcionara todo?
El triunfo de Miguel Ángel Yunes Linares sólo tuvo dos días de festejo… el cinco de junio y cuando le dieron su constancia. Lo demás es hacer sobre lo desecho.
Mucho escándalo se hace y ha hecho en torno al arribo de Javier Duarte de Ochoa, pero todo ello es, como el mismo cordobés lo dijo: “Show, cámara y acción”.
¿Cuánto dicen que se robó? ¡Ya ni idea tengo! ¿Cuántos años de cárcel le darán? ¡Sepa! Pero supongamos que le dieran los que usted quisiera, el asunto está en la reposición del daño ocasionado a las arcas del Estado, en la reposición de los recursos que nunca llegaron a su objetivo… para qué cadena perpetua si Veracruz sigue jodido.
III
El video que me encuentro en Facebook dura diez minutos… allí, uno desmenuza la cantidad de comentarios agradeciendo a los músicos el espectáculo que tuvo a bien, otorgar a un sorprendido público que estaba extasiado… ¡cómo no! ¡Moncayo es Moncayo! Todavía para rematar, aparecen dos parejas de jarochos bailando al ritmo del huapango… si yo que lo vi en video sentía esa jarochicidad galopante en mi pecho, ¡imaginen a esa gente que tuvo la oportunidad de verlo en vivo!
El grito de “¡Otra! ¡otra! ¡otra!” no tuvo eco… el Flashmob, fiel a su estilo, una vez culminado su acto, se dispersaba, se desvanecía, pero cumplió su cometido… la emoción en el parque Juárez aún se podía sentir incluso detrás de la pantalla de mi celular…
Sí… es bueno que detengan a Javier Duarte… pero a veces también es bueno que gente tan talentosa como la Banda Sinfónica de Gobierno del Estado nos sorprenda con su arte… y a veces, estamos tan necesitados de esos bálsamos que puedan aliviar a una sociedad tan lastimada por la corrupción.
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