La experiencia nos ha enseñado que lo peor no será la entrada de lleno –desde ayer por la tarde ya llovía en parte del Estado, incluida Xalapa– del huracán “Franklin” sino su secuela, cuando empiecen a bajar, a escurrir de las montañas hacia el Golfo de México, las aguas que traerán y dejarán las lluvias a causa del meteoro.
No se trata de causar alarma sino de prepararnos para enfrentar posibles situaciones de emergencia, como la que vivimos en octubre-noviembre de 1999 cuando se desbordaron ríos e inundaron y causaron muertes y grandes daños en municipios como Álamo, Poza Rica, Gutiérrez Zamora, Tecolutla y Papantla principalmente, aunque también en otros municipios del norte, pero también en el sur, en especial en el Valle del Uxpanapa.
Los investigadores Benigno E. Aguirre y Jesús Manuel Macías M., publicaron un artículo en la Revista Mexicana de Sociología (vol. 68, ene/jun 2006) resultado de un estudio que realizaron del fenómeno y sus consecuencias y documentaron, con base en la Secretaría de Gobernación (1999) y en el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Bitrán, 2000), que 40% de los municipios del Estado resultó afectado por las inundaciones “lo que causó 124 muertes y daños materiales a 209,000 personas”, además de que las pérdidas económicas globales alcanzaron aproximadamente 2,800 millones de pesos.
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Los jóvenes de 18 años, que entonces estaban naciendo, y los menores de esa edad, cuando pasan por Costa Esmeralda y ven el angosto pedazo de tierra que separa la carretera del mar, lógicamente no saben que la franja era mucho más amplia pero que los estragos que causó aquella famosa depresión tropical Número 11 modificó incluso parte de la geografía estatal. Quienes nos movilizamos entonces en apoyo de los miles de damnificados recordamos cómo las aguas taparon totalmente la caseta de cobro de Gutiérrez Zamora y cómo quedó cortada la Carretera Costera del Golfo.
Inolvidable la intrepidez y el heroismo de los pilotos entonces del Gobierno del Estado, quienes rescataron a decenas y decenas de veracruzanos que pasaron horas y hasta días en copas de árboles o en techos de sus casas, lo único que todavía no había sido cubierto por las aguas. Cómo no recordarlo. Fue de tal magnitud la inundación que vino prensa de todo el mundo para testimoniar lo que pasaba, a la que atendíamos y tratábamos de apoyar en su trabajo en una base-campamento que improvisamos en el aeropuerto El Tajín de Poza Rica.
A decir verdad, lo narro como experiencia, el fenómeno meteorológico nos agarró (trabajaba yo en la Dirección de Prensa del Gobierno del Estado) sin que estuviéramos preparados, porque no lo esperábamos, pero además sin experiencia, porque no habíamos vivido algo similar. Aprendimos sobre la marcha, nos movilizamos todos, y el entonces gobernador Miguel Alemán Velasco comandó un equipo de auxilio que tuvo como jefe operativo a Lorenzo Lazo Margáin (hoy esposo de la actriz Edith González).
Pero el desastre rebasó todos los esfuerzos oficiales, no obstante que vino el propio presidente Ernesto Zedillo a la zona dañada para apremiar la ayuda y a levantar el ánimo de los miles y miles de damnificados. Veracruz entonces se volcó en apoyo y ayuda en un gesto de solidaridad inolvidable.
Sinceramente deseo que la Secretaria de Protección Civil del Gobierno del Estado, Yolanda Baizábal Silva, esté preparada para enfrentar la situación que se prevé, porque de por medio estarán en juego vidas humanas, y que tenga la capacidad de movilización para coordinar los trabajos de auxilio en toda la franja entre Nautla y Tuxpa en donde se espera que impacte “Franklin”, según informó anoche la Coordinación Nacional de Protección Civil, porque ayer vi que se concretó a una reunión con los alcaldes del puerto jarocho y de Boca del Río, lo que si bien no está mal, no es suficiente.
Ayer tampoco supe que Radiotelevisión de Veracruz (RTV) tenga preparados y vaya a estar presentando informativos especiales, o que si es necesario mantenga un programa permanente para orientar a la población, etcétera, porque no creo que Periscope pueda prestar el mismo servicio social que la radiotelevisora del gobierno. En fin.
Por supuesto, la llegada de “Franklin” ocurre cuando peor estamos económicamente y con una gran tasa de desempleo. En el 99 sufrieron cuantiosos daños pescadores, agricultores, ganaderos, prestadores de servicios turísticos (restauranteros, hoteleros, lancheros), entre otros, lo que motivó que miles se quedaran sin empleo. Sería grave que ahora nos lloviera sobre mojado. Pero todo puede ocurrir, hasta que no pase nada, que es lo deseable.
“Franklin” servirá al menos para olvidarse por unas horas o por unos días del tema Duarte (queremos resultados, ya basta de bla bla bla) y en cambio pondrá a prueba la capacidad de reacción en materia de protección civil al Gobierno del Estado. Sinceramente, por el bien de los veracruzanos, deseamos que pase muy bien el exámen.
Pero si hay daños, entonces preparémonos para auxiliar en todo lo que podamos. Dada la mala situación económica por la que atraviesa, seguramente el Gobierno del Estado necesitará de todos. En caso de emergencia, no podemos ni debemos regatearle nada, se trata de la suerte de miles de veracruzanos.
Cómo deseo que mi preocupación sea exagerada, pero la experiencia me enseñó que con la fuerza de la naturaleza se puede esperar todo. Lo peor se espera entre este miércoles y mañana jueves. Es cierto, por fortuna niños, adolescentes y jóvenes todavía están de vacaciones. ¿Al menos el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares dará facilidades para que en caso de muy mal tiempo toda la empleomanía estatal se quede guareciéndose en su casa?
Golpeará en la misma zona que en 99
El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y el meteorólogo del Gobierno del Estado, Federico Acevedo Rosas, dieron ayer mensajes sobre el fenómeno, el gobernante, lógicamente, con la intención de mantener la calma entre la población, pero Acevedo sin disminuir nada.
Según este último, “Franklin” tocaría tierra sobre las 4 de la mañana del jueves en el norte del Estado. Llegaría con intensidad de tormenta tropical, con vientos de 110 kilómetros por hora, pero no descartó que alcance los 120 kilómetros, y entonces pasaría a ser ya un huracán. Anoche esto lo confirmó la Coordinación Nacional de Protección Civil, que situó el punto de impacto entre Tuxpan y Nautla.
Lo preocupante, a mi juicio, por las secuelas que puede traer, es que Acevedo informó que las lluvias van a ser “muy significativas en gran parte del Estado”, sobre todo en las cuencas del Tuxpan, Cazones, Tecolutla, Nautla, Misantla y Colipa, “sin descartar algunas también, puntuales, importantes en el resto de la entidad”.
“¿Qué cantidad de lluvia? –se preguntó, y se respondió–: Más de 150 milímetros o 200 milímetros en 24 horas entre el día miércoles y el día jueves, lo que podría provocar la crecida súbita de los ríos y arroyos que crecen en estas cuencas, que son de rápida respuesta, así como también la posibilidad de que haya deslaves, deslizamientos, o derrumbes, dado que estas cuencas son muy complicadas y susceptibles, precisamente, a esos riesgos”.
Yunes, por su parte, anunció reunión para este miércoles del Comité de Emergencia, dijo que ya se tomaron las medidas adecuadas, y que “no hay ninguna catástrofe, no hay ningún problema mayor, simplemente este tipo de fenómenos hay que darle seguimiento, hay que estar pendientes. Vamos a estar informando a través de los medios, a través de las redes, para que ustedes sepan exactamente qué es lo que está sucediendo”.
Por fin, actúan contra Karime
Aunque con escepticismo, fue bien recibida la noticia de que por fin la PGR aseguró cuentas bancarias no sólo de Javier Duarte sino de su esposa Karime Macías Tubilla, a quien investiga por los delitos de enriquecimiento ilícito y defraudación fiscal.
Lo mismo hizo la dependencia en contra de los familiares de los dos: Daniel Duarte de Ochoa, hermano de Javier, quien vive en España; María Cecilia de Ochoa Guasti, madre del exgobernante, y Jesús Antonio Macías Yazegey y María Virginia Jazmín Tubilla Letayf, los suegros.
Lo mismo contra Mónica Ghihan Macías Tubilla y Lucía Letayf Barroso, hermana y prima de Karime, respectivamente; Corsi Tubilla Letayf, tía política de Duarte; y José Armando Rodríguez Ayache, concuño del exgobernador.
La información la dio el diario Reforma, que aportó detalles, lo que hace pensar que todo es cierto. Los veracruzanos exigen justicia, que se les castigue y devuelvan todo lo que robaron. |