Los ciudadanos dejaron por ratos las diversas informaciones sobre robos, secuestros y ejecuciones por parte de los grupos delincuenciales.
De esta forma, el mandatario de Estado debe de aprovechar estos tiempos tanto para atender las posibles contingencias, como para recomponer su estrategia en materia de seguridad, ya que evidentemente los planes actuales no le están funcionando y aunque don Miguel solicite el reconocimiento de la sociedad, es esta misma la que ya está demandando más atención en estos delicados asuntos.
Las y los veracruzanos se encuentran muy inquietos. Y como no, si las víctimas de la delincuencia son cosa de todos los “pinches” días.
Es cierto, el oriundo de Soledad de Doblado no cuenta con una varita mágica para componer todos los males que azotan al territorio veracruzano.
Roma no se hizo en un día y las sombras malditas de Fidel Herrera y Javier Duarte no se quieren despedir de los jarochos.
Sin embargo, muy aparte de que el jefe de las instituciones se comprometió en resolver la mayoría de los temas que oprimen a la entidad en 6 meses, si Yunes Linares pretende continuar con su proyecto sucesorio, de forma terminante debe de liar con esta problemática que le está provocando serias dificultades en su administración bianual.
Y es que lamentablemente, aun con el respaldo del gobernador, su Secretario de Seguridad Pública no tiene ningún control, la gestión de Téllez Marie deja mucho que desear.
Asimismo, mientras que el foco de atención se encuentra en “Franklin” y no en su administración, don Yunes debe de atender sus pendientes como el de colocar al siguiente Subsecretario de Gobierno, debiendo de ser un próximo funcionario que supere a Manterola y no un intento de grillo como Sergio Cadena Martínez quién precisamente es quién le filtra toda la información al ahora enemigo del estado, el diputado Sergio Rodríguez Cortes, y que ahora se frota la manos para llegar a este cargo. (Si, como no)
Y es que mientras el gobernador atiende lo urgente para dejar de atender lo importante, son muchos funcionarios allegados a Rogelio Franco Castán los que ya empiezan a rondar esta posición, cuando se sabe perfectamente que quién llegue a este sitio, debe de tener el visto bueno de Yunes Linares, pasando por supuesto por el filtro del alcalde de Boca del Río.
En esta tregua, el mandatario veracruzano tendrá urgentemente que renovar su táctica de gobierno y hasta su relación con los medios de comunicación.
Y ni que decir de hacerle un llamado de atención a su Fiscal General, quién aún y con todo lo que se quiera defender, de manera frívola combate a la obesidad, haciendo público que pretende bajar 5 kilos, cuando debería de estar más ocupado en resolver asuntos concernidos a su encargo y ofrecer toda la seriedad y compromiso que se requiere en este puesto y no comportarse como todo un preparatoriano.
En fin, después del Huracán ya veremos algo cambia o si todo sigue igual.
Esperemos a que ver qué pasa.
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