También dijo que plantearán que desaparezcan las legislaturas plurinominales con lo que los diputados pasarían de 500 a 300 y los senadores de 128 a 64. Esto generaría -indicó- un ahorro de 11 mil 600 millones de pesos que también serían destinados a los damnificados.
Y para que no se vaya a pensar que son tacos de lengua dijo que acudirán “a la brevedad posible” a la Cámara de Diputados a presentar sus propuestas, y de ahí pegarán el brinco al INE para hacer la entrega formal del oficio donde el PRI renuncia a los recursos públicos desde este momento y por lo que resta del año.
Caray, qué bonito y conmovedor ¡Dios salve al PRI!
Con lo anterior el tricolor dejó con cara de pambazo a Andrés Manuel López Obrador que está exigiendo al INE que le entregue ya, los 650 millones de pesos que recibirá Morena, de donde tomaría 325 millones para repartirlos entre los damnificados.
El PRI le ganó el brinco al tabasqueño que no puede disponer de un dinero que está etiquetado exprofeso para las campañas, sin pedirle autorización al Congreso.
También metió en un brete a los demás partidos que no quieren perder sus prerrogativas, pero que si se hacen bueyes quedarán como los ojetes de la película.
De prosperar la idea el PRI le pegará en la torre a varios partidos pequeños que se han convertido en rémoras del sistema. Y puede que en una de esas le pegue a Morena cuyos militantes y seguidores, por muchos que sean, son en su mayoría personas de escasos recursos que no aguantarán los gastos que generen su partido y el Peje.
Sobre el tema, el PAN no ha dicho esta boca es mía, a pesar de que prometieron millones a los damnificados y su líder, Ricardo Anaya, pidió junto con Dante Delgado y Alejandra Barrales, que se acaben los subsidios a los partidos. Aunque ninguno de los tres lo ha solicitado de manera formal.
El único que ni suda ni se acalora es el propio PRI al que lo que le sobra es lana para pagarse no una sino varias campañas.
El tricolor tiene una infraestructura sólida y a prueba de todo, hasta de los mismos priistas. Tiene adherentes y militantes que a cambio de jugosas canonjías no vacilarán en romper el cochinito para que el priismo siga ganando batallas electorales. Cosa de la que no pueden presumir los demás partidos a excepción del PAN.
Y como si fueran pocas las buenas noticias, el coordinador de los diputados del PRI, César Camacho, anunció que su fracción pugnará por desaparecer el Fondo para el Fortalecimiento de la Infraestructura Estatal y Municipal (Fortalece) conocido como el “Fondo de los moches”, debido a que algunos diputados abusaron de éste para solicitar a los presidentes municipales un porcentaje de los recursos presupuestales designados.
Dijo que este año se asignaron 9 mil 300 millones de pesos a ese fondo, lo que provocó que diputados de todos los partidos políticos se despacharan con la cuchara grande.
“El PRI plantea la desaparición del Fortalece, ni un centavo a ninguna diputada o diputado para disponer de ello. El dinero no sobra, será la Comisión de Presupuesto la que tendrá la prioridad de reasignar recursos a la reconstrucción nacional. Ni siquiera crear el fondo”, indicó el priista.
Oleé por los tricolores transas, corruptos y ladrones, pero camaleónicos y oportunistas como ellos solos.
¡Dios Salve al PRI!
Ahora ya nomás falta que cumplan.
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