No son pocos los analistas políticos a los que se les dificulta entender que, siendo gobierno, el PRI se aplica en la tarea de mantenerse en el poder, y que la elección para gobernador del estado de México fue un claro ejemplo de lo que será la elección presidencial.
¿A quién le conviene que el priismo, representado por quien sea, siga habitando Los Pinos?
Pues sí, a Enrique Peña Nieto y a todos los que lo han acompañado en estos casi cinco años de gobierno, a la vieja clase política priista y panista, a los que resultarían afectados si un López Obrador llega a la Presidencia.
Estos no son los tiempos de Ernesto Zedillo Ponce de León, un tecnócrata metido a político que quiso pasar a la historia como el presidente demócrata de la alternancia, y que por lo mismo se apuró a entregar el poder al Partido Acción Nacional, al que apoyó desde el inicio de su administración con la engañifa de la “sana distancia”. Y cedió el poder a cambio de que no lo persiguieran, fue una transición pactada.
Pero hoy las circunstancias son distintas. Quien tiene más posibilidades de ganar la elección es Andrés Manuel López Obrador y, aparentemente, él no se tentará el corazón para aplicar la ley contra quienes la hayan violentado, él si sabe cómo legitimar un gobierno frente a un pueblo que clama justicia; entonces, cómo los priistas, y los panistas, se van a exponer a correr un riesgo tan alto.
En el Estado de México quedó claro que Alfredo del Mazo quedó muy atrás de la morenista Delfina Gómez; el PRI le echó la maquinaria encima y le ganó, usando todas las artimañas de que se han valido para permanecer en el poder, y era efectivamente el laboratorio político, el espejo de lo que será la elección en el 2018.
Entones, no hay más que dos asuntos: detener a AMLO a través de un frente de partidos, con candidatos independientes que diluyan el voto, usando la estructura del gobierno federal con fines electorales, con el apoyo de los gobernadores, y despejar el camino para un candidato que capitalice el voto duro priista, con el apoyo del panismo y de los votos que le puedan aportar partidos chicos conocidos como satélites; la otra, lanzar a un candidato priista que convenza a la militancia tricolor y sume poderes fácticos como son el sector empresarial, la Iglesia, los medios de comunicación. Un candidato que inspire confianza y certidumbre, que cuente con la experiencia suficiente en el campo financiero para que sea capaz de rescatar al país del bache económico en el que se encuentra y que se presente con un disfraz de independiente, ni priista ni panista.
Ese perfil de candidato lo reúne José Antonio Meade, el actual Secretario de Hacienda, quien ya fue también Secretario de Relaciones Exteriores y titular de la de Desarrollo Social, o sea, ya hizo el trabajo necesario para proyectar una imagen de estadista.
José Antonio Meade Kuribeña no es producto de la ocurrencia del presidente Peña, no es de generación espontánea ni resultado de una encuesta, no es decisión del presidente y del grupo de políticos que lo asesoran quienes decidieron en su favor desde hace varios meses; lo del rompimiento de los candados de parte del PRI no es fortuito como tampoco todo lo que ha pasado en torno a Meade, es parte de la decisión del dedo elector y punto.
Que a estas alturas del proceso electoral Peña Nieto no haya decidido hacia dónde apuntar el dedo es una vacilada, la decisión está tomada.
¿Y para Veracruz?
Sobre el estado no hay necesidad de repetir lo que ya hemos dicho, ni recurrir a textos del pasado, queriendo aparecer como los primeros en dar una nota; lo que hay que insistir en que en este escenario, en el que José Antonio Meade es el candidato del PRI a la Presidencia, el senador José Yunes Zorrilla, por su perfil y por la cercanía que tiene con el virtual candidato presidencial, es el político que más le conviene al estado y con el que, igual que Meade, garantiza al PRI un triunfo.
¿Qué le aguarda al estado si José Yunes Zorrilla es el próximo gobernador? Lo que quieran pero un razonamiento sencillo que hemos escuchado a lo largo de muchos años: si le va bien al gobernador, le va bien a los veracruzanos.
¿O no?
Sorpresiva renuncia
A todos tomó por sorpresa que la guapa abogada María Eugenia Rodríguez Mendoza haya anunciado la noche de este miércoles su renuncia a la representación de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (Fepade), en Veracruz. Fue a través de un comunicado que la exfuncionaria informó sobre la dimisión al cargo en el ente ministerial dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR).
En el boletín agradeció al destituido titular de la Fepade, Santiago Nieto Castillo, por haberle dado la oportunidad de llevar las riendas de la institución en nuestro estado.
“Por este medio les informo que ya no trabajo para la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales (Fepade). Agradezco infinitamente al Dr. Santiago Nieto Castillo, por haber confiado en mí para sembrar lo que en junio del 2018 se cosechará en las urnas. Más participación ciudadana informada”.
Rodríguez Mendoza recomendó a los ciudadanos defender su voto y generar el cambio que, según ella, necesita México. “¡El voto es tu voz, hazte escuchar!, ¡Sólo tú puedes generar el cambio!, ¡vota por quien tú quieras, pero vota! Infórmate, investiga y decide”. ¿No suena raro?. Pero también recomendó denunciar todo lo que contravenga las leyes electorales: “¡No seas cómplice del delito!, ¡tu silencio les beneficia a ellos y perjudica tu futuro y el de los tuyos!”. ¡Chingao! Como que estaba enojada.
Pero además dijo que seguirá trabajando “desde otra trinchera” (¿cuál?), sin perder su ilusión de “servir para mejorar este México del que formo parte y que tanto amo”.
Morena pide cancelación del registro del PAN
No hay que echar en saco roto la petición que hizo el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) al Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE): ni mas ni menos que la cancelación del registro del Partido Acción Nacional (PAN) debido a que 50 candidatos a presidentes municipales de la alianza “Contigo el cambio sigue”, conformada por el PAN-PRD, firmaron contratos con la empresa fantasma Tornado Consulting Group en el tiempo de las campañas del proceso electoral 2016-2017. Si tienen las pruebas y si el PAN en Veracruz se alborota en la elección del 2018, el gobierno priista de Peña Nieto tendrá en esto un arma muy buena para actuar.
REFLEXIÓN
La vida nos ha enseñado a ser agradecidos, por lo tanto, gracias a don Raúl Martínez Chávez por sus atenciones. La vida pone a los políticos, o a quienes creen que lo son, en un lugar, y a nosotros los periodistas solo en uno, en este, el de los comunicadores… Suerte. Escríbanos a mossete@yahoo.com.mx formtosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas |
