A su vez, se informó que la quinta ronda será del 15 al 21 de noviembre en la Ciudad de México. Al respecto, el gobierno mexicano ha expresado que no existe fecha límite para esas negociaciones y que solo se cerrarán si se logra un acuerdo benéfico a los tres países participantes. Pero la expectativa es que será “poco amistosa” debido a que Estados Unidos seguirá pugnando por el cumplimiento de sus planteamientos enfocados a disminuir el déficit comercial con México y Canadá.
Larry Rubin, presidente de la comunidad norteamericana en México, anticipó en una entrevista con la prensa que la quinta ronda será álgida” debido a que cada uno de los países involucrados tiene objetivos específicos que defender. EU busca rebalanceo del comercio regional.
Por su parte, a tres días de que inicie la quinta ronda de negociaciones, la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, confía en que se alcance un acuerdo durante las mesas de trabajo. Percibe que se logrará porque tanto los gobiernos como los empresarios de los tres países, están conscientes de que el entendimiento debe continuar, no obstante que el gobierno de EE. UU., ha expresado dudas al respecto.
El tamaño y la integración del comercio de mercancías entre los tres países ha sido significativo por su avance desde que el TLCAN entró en operación en enero de 1994, fecha en que los tres iniciaron un proceso de catorce años para eliminar miles de barreras con miras a tener una integración regional. Desde esa fecha empezaron la integración del comercio de mercancías, llegando los tres países a exportar, entre sí, casi mil millones de dólares diarios actualmente.
Ahora, la sexta ronda está programada para ser en Washington D. C., en el mes de diciembre aunque no se ha establecido una fecha para esta, misma en que no se contará con la presencia de los líderes de los equipos nacionales de negociación.
A pesar de lo complejo que se ve, los negociadores técnicos mexicanos preparan propuestas ofensivas como el contenido regional del sector automotriz.
Asimismo, se buscará mayor facilitación de comercio y eliminar barreras no arancelarias en el sector textil y agropecuario.
También, responder con argumentos técnicos, planteamientos que son inviables, como la cláusula de extinción quinquenal y la disolución de solución de controversias.
El tercer eje es seguir avanzando en capítulos donde no hay muchas diferencias entre Canadá y Estados Unidos, principalmente en aquellos nuevos capítulos como procedimientos aduaneros y comercio digital.
Además, algunos capítulos como el de coherencia regulatoria, telecomunicaciones y comercio transfronterizo, se pueden cerrar ya en la quinta ronda.
(*) El autor es Economista
@acanovelez
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