Es una verdadera pena que el positivo manejo en el ejercicio público de este “joven viejo” se mancillara por su pésima gestión al frente del PRI, ya que ni sus propios militantes y simpatizantes reconocían su posición, convirtiéndose solamente en una figura decorativa, sin fuerza, sin rumbo, sin futuro.
Pero la culpa de la destrucción de su imagen pública no la tuvo tanto Renato, si no quienes lo pusieron allí.
Le explico.
Héctor Yunes Landa como su principal arquitecto, fue también su destructor. El ex aspirante al Gobierno del Estado, es el responsable directo de esta triste historia, la cual llegará a su fin cuando Renato entregue por fin la complicada estafeta al ex alcalde de Xalapa Américo Zúñiga Martínez, quién en tiempo record tendrá que ordenar y estructurar el desaseo interno del tricolor.
De esta forma, Américo tendrá la difícil responsabilidad de allanar el camino del pre candidato a la gubernatura José Francisco Yunes Zorrilla y junto con el senador con licencia, se dará a la tarea de recodarles a los azules, amarillos, naranjas y morenos que el Revolucionario Institucional se encuentra listo para dar batalla, multiplicando las esperanzas de recuperar el edificio de palacio de Gobierno para el próximo sexenio.
Junto con seccionales, sectores y organizaciones, Zúñiga tratará de reestablecer la fuerza del priismo veracruzano, lanzando un mensaje de lucha, de unidad y de fortaleza, con miras a las elecciones del 1 de julio próximo. Donde muy aparte de consolidar las aspiraciones de Pepe Yunes, desde el edificio de Ruiz Cortines, tendrán que generar una gran cantidad de votos para el candidato presidencial José Antonio Meade.
Se tiene que decir, la llegada de Américo Zúñiga al Comité Directivo Estatal pudiera ser la mejor decisión.
Este personaje es de los pocos presidentes municipales salientes que tuvo una decorosa salida y representa el espíritu de compromiso social del propio aspirante a la gubernatura.
Sin embargo, el hombre de todas las confianzas de Yunes Zorrilla, tendrá que meter a fondo el acelerador para ofrecer óptimos resultados, encontrándose obligado en recorrer inmediatamente todos los rincones de Veracruz, para conocer de cerca la problemática ciudadana de cada región jarocha y alcanzar así su estatus de “político de estado”.
En fin, mientras Zúñiga Martínez será ungido como dirigente partidista, se dice que Renato Alarcón se convertirá en candidato a diputado local por el distrito de Xalapa urbano augurándosele aquí su último fracaso y pulverizando su gran sueño, el de convertirse algún día en presidente municipal capitalino.
POR CIERTO, ya que hablamos de los rojos, muchas voces dentro y fuera del PRI y del Partido Verde Ecologista de México, no señalan que la figura conciliadora del ex diputado local Francisco Garrido Sánchez le está haciendo mucho bien a las intenciones de Pepe Yunes.
Paco Garrido es un amplio conocedor de todos los grupos y en poco tiempo ha logrado amalgamar diversas corrientes políticas y sociales a favor del peroteño, contrario a lo que está sucediendo con Marcelo Montiel, quién en vez de ayudar a la imagen del candidato la estaría enturbiando en el futuro, ya precisamente a Marcelo lo persiguen muy aparte de múltiples derrotas en la zona de Coatzacoalcos, una serie de señalamientos de corrupción en su paso por Sedesol Federal, las cuales serán materia de golpeteo mediático.
Pero bueno, ya veremos qué es lo que pasa.
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