“¡Esos pinches improvisados del PAN y del PRD…! ¡son unos nacos!”, exclamaba una joven a su acompañante. Tal sería su indignación para que escuchara su comentario cuando nos cruzamos en el camino… yo a mi casa… ella, ¡quién sabe!

Es preocupante el término de la joven, digo, referente a lo de “improvisados”, porque al menos que me haya cruzado con alguna vecina de ayuntamiento colindante a Xalapa gobernado por esta alianza, podríamos decir que “se entiende” el malestar pues apenas se inicia. Lo de “preocupante” es porque si no es así, si se refería a algún área del Gobierno del Estado o del Congreso local, se comprende su enfado, porque ya estamos a más de un año que ambas instituciones iniciaron actividades y si algún ciudadano se expresa de ese modo de ellas con eso de “improvisados”, es porque la percepción de su desempeño es ésa, de unos “improvisados”.

II

CMAS de Xalapa. Hay malestar entre la empleomanía. El trato es de arrogantes, prepotentes, hasta cierto punto arbitrarios. Repito: Hay malestar. ¿Recuerdan que hace un año, los burócratas del gobierno estatal externaban sus quejas porque sus nuevos jefes los trataban como “delincuentes” o los calificaban como “duartistas” cual si fuera sinónimo? Bueno, en este caso municipal, los Morenos no llegan a esos extremos pero sí a la majadería, de acuerdo a lo que cuentan los empleados y bueno, también baste recordar ese audio de un funcionario (si fuera xenofóbico hubiera puesto chilango) que trató con la punta del pie a una empleada.

Si juntamos ambos malestares, tenemos algo que abunda en Xalapa: una burocracia molesta.

III

Así es… Xalapa es una ciudad de burócratas, tanto del Gobierno federal, estatal y municipal, ya sin contar el ramo educativo con sus tantas universidades, prepas, secundarias y primarias. No sé en el primer plano, pero en el segundo y tercero ya algunos saben lo que es “el Gobierno del Cambio” y “el Florecimiento de Morena” y la percepción es de que no les está yendo muy bien que digamos…

Hay quienes dicen extrañar, que no a Javier Duarte, pero sí a sus jefes, a sus directores… hay quienes han externado que se arrepienten de haber dado el voto en contra al PRI… bueno, pero eso no significa que “todos” estén así.

“Todos”, ese indeterminante indefinido que muchos políticos y hasta columnistas hacemos (ab)uso de él con una gracia sin igual, como cuando decimos que “todos” demandamos la salida de fulano; “todos” queremos que gane sutano; “todos” sabemos quién es el malo…

IV

Lo cierto es que un sector de la burocracia estatal y municipal está resentida si no con su Gobernador y Presidente Municipal, entonces con sus jefes inmediatos. En una ciudad como Xalapa, donde hay un alto porcentaje de burocracia, ¿qué tan significativo puede ser ese malestar reflejado en las urnas? Quizás nada; quizás mucho, depende… depende quizás hasta a dónde lleve su malestar esa joven que se cruzó en mi camino vociferando “¡Esos pinches improvisados del PAN y del PRD…! ¡son unos nacos!”, o esos empleados de la CMAS de Xalapa que se sienten atosigados por el simple hecho de haber trabajado para un gobierno diferente a Morena… suponga que esa joven y los empleados de CMAS expandan el malestar en su familia, y podamos hablar de un voto en contra de Morena o del PAN… ¿creen que ello lo pueda capitalizar el PRI? supongamos que así fuera, pero entonces habría que preguntarse si eso le alcanzaría, porque al final de cuentas, Xalapa no es Veracruz, ni Yunes Linares ni Hipólito Rodríguez estarán en las boletas… lo cierto de todo esto es que hay malestar entre los empleados.

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