*Hastío, hartazgo, pesimismo en los partidos políticos alocados con sus candidatos.
Existen y son muchos, conocidos y tras bambalinas, cobardes, amenazantes, incrédulos, idiotas e indiferentes, pero existen los mudos políticos, a veces por uraños e inseguros no tienen medios de comunicación y en la mayoría por el temor a sus declaraciones, a sus actitudes y acciones que no garantizan el trabajo realizado…
Porque las verdades les duelen hasta el tuétano, como lo expresa el cantante español Rapahel, “digan lo que digan”, a eso se comportan con la prensa con indiferencia y maldad, intentando ocultar sus rencores y su desprecio ciudadano, pero la misma cobardía, siendo poderosos, los hace miedosos…
La rabia en los políticos descubre su escasa calidad moral y su ignorancia en la cosa pública. Recuerdo hace años, cuando solamente el PRI apoderado de todo, conciencia, militancia, ciudadanos, del Registro Federal de Electores y poder, se convertía en el partido que garantizaba llegar a la cima de los sueños y realidades, en una sindicatura, regiduría, alcaldías y gubernaturas…El palacio nacional y la residencia oficial de Los Pinos estaban asegurados para el Revolucionario Institucional.
Nadie podrá mentir que en los años 60 y todavía en los setenta, fue en el PRI en donde los amantes de la política iniciaron el camino, no se diga las disciplinadas agrupaciones y pilares del PRI, CTM. CNC y CNOP, aglutinando a los obreros, campesinos y sector popular, hasta el mismo López Obrador en suelo tabasqueño; “cacas mayores” como Porfirio Muñoz Ledo y socios, Cuauhtémoc Cárdenas y socios, Dante Delgado y socios, traicionaron al partido que les dio gubernaturas creando el PRD y Convergencia en un inicio; Muñoz Ledo, en Embajadas en gobiernos priistas y jerarca nacional del PRI.
Al iniciar la columna, me refería al miedo de los políticos no solamente con la prensa seria, vertical y responsable, también al juicio ciudadano que se presenta al terminal la gestión como funcionarios. Extrañamente a los organismos encargados de sancionar cuentas financieras, no les impone miedo, hasta después que entienden que la cosa puede ser seria y real. El hartazgo, el hastío y el pesimismo es parte de esta política mexicana en la cual hemos acorrientado todos, ciudadanos, sociedad civil, políticos y medios de comunicación…que cada quien tome su responsabilidad, nadie es ajeno. La emoción colectiva, la euforia, la fe y la ilusión, son cosas del pasado en la política honesta.
Hace muchos años comentaba con un viejo lobo de la política, amigo de los “chicos de la prensa” por su carácter amigable, con más tablas que María Conesa, en su largo paso por este arte para los romanos…alcalde, diputado, dirigente, delegado, orquestador de operadores políticos, y decía: Alfonso, lo sabes, antes se acostumbraba decir que la política era sucia, muy mañosa, por dos motivos en aquellos años fundamentales; uno, por tantas malas experiencias con los políticos que arribaban al poder para robar; dos, porque la camada de políticos ambiciosos e inseguros de su preparación, acuñaron esta frase de política sucia para tener menos competencia…
En la actualidad la competencia está cabrona.
A pesar de que la gente le perdió el respeto a la política y a los políticos y no se van, llegan más…los que han sido mano de obra, organizando grupos y en movilizaciones, recomendados, improvisados, chistosos, necios y muchos más, pero más…oportunistas y vividores, traicioneros y perversos…obra de la casualidad, no cabe duda, por desgracia.
Eso sí…no dejan de temerle a los medios de comunicación, cuando en realidad, deben tenerles respeto.
A muchos de ellos a punto de bajarlos de su pedestal, por sus arbitrariedades y abuso de poder.
La prensa solamente cumpliendo con su labor. |