En los días que corren, vemos aparecer en los medios y las redes sociales, los más diversos análisis intentando hacer prospectiva sobre el proceso electoral en marcha. Esto sin olvidar las todopoderosas encuestas, que siendo un mero instrumento indicativo de las tendencias del mercado electoral, hoy día son consideradas por muchos como evidencias proféticas de lo que vendrá.
Hoy decidí transcribir la visión sin cortapisa de un veracruzano que sin ser un especialista reconocido, es tremendamente perspicaz y bien informado. Destaco aquí su opinión sobre los escenarios que podrían presentarse a lo largo de la elección presidencial, empezando por el otrora mayoritario PRI, que atraviesa por uno de sus momentos más difíciles.
La ciudadanía le atribuye al gobierno emanado del partido tricolor, la alarmante alza en los índices de corrupción, inseguridad, violencia delincuencial, impunidad, pobreza y desigualdad. Un catálogo de profundo deterioro en el día a día que los mexicanos hemos venido padeciendo. Este clima de molestia y desconfianza hacia el PRI-gobierno, en nada ayuda a su candidato José Antonio Meade, un tecnócrata capaz, con una trayectoria de probada eficacia en las diversas responsabilidades que ha desempeñado con gobiernos panistas y priistas. Un candidato que se ostenta como ciudadano, lo que no gusta a las bases tricolores que hubieran preferido a un candidato propio, ni resulta creíble a la ciudadanía, que lo percibe como el eslabón de la continuidad de un gobierno que ha destacado por sus incongruencias entre el decir y el hacer, y por su opacidad y cerrazón en la toma de las más importantes decisiones. Si no eres del grupo no tienes cabida.
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El desempeño de Meade ha sido correcto, pero esto no ha sido suficiente. Tercero en popularidad y en intención de voto en la mayoría de las encuestas, aunque es muy pronto para vaticinar cómo evolucionará, esta posición ha generado que se empiece a hablar de un escenario B, por si Meade no logra levantar durante la contienda que está por empezar.
El escenario B, afirma mi paisano, lo encabezaría Ricardo Anaya con el apoyo de todos los grupos fácticos e incluso con el apoyo, tras bambalinas, de algunos gobiernos priistas que no querrían quedar los próximos seis años fuera de la jugada política. Aunque tampoco podemos perder de vista, la actitud a asumir por otros gobernadores priistas, que llevan largo rato coqueteando con ya saben quién….
En todo caso, los negociadores del escenario B, asegura mi paisano, aunque ya casi es noticia viral, son Diego Fernández de Cevallos y Carlos Salinas de Gortari. Los mismos personajes que negociaron en 1994, el retiro de facto del queretano de su campaña electoral, tras haber ganado el único debate presidencial, retiro que permitió el triunfo de Ernesto Zedillo.
El propósito de esta realineación de fuerzas, es buscar que llegue a la presidencia alguien que asuma compromisos con las cúpulas empresariales y con los notables del gabinete presidencial para que se les respeten sus privilegios y sus multimillonarios proyectos.
Más allá del discurso electoral de Anaya prometiendo castigar los excesos y desvíos del actual gobierno, su proclividad a mimetizar su discurso según convenga a la coyuntura política, ha generado gran confianza entre las cúpulas y el actual gabinete presidencial, que ya lo han visto actuar y saben que su implacable discurso no pasará del temporal electoral.
Y entrando al tema del puntero de todas las encuestas Andrés Manuel López Obrador, mejor conocido como “ya sabes quién” mi paisano le reconoce que finalmente aprendió que a los hampones se les derrota con hampones. Y por ello, en este su tercer intento por ganar la presidencia, recoge cascajo de todos los calibres, para lograr un piso parejo en el encuentro de “rudos contra rudos”.
No será la que viene, resume con desaliento mi paisano, una elección de sufragios ciudadanos espontáneos, sino una competencia encarnizada por la compra de votos en todas sus modalidades, en la que participarán todos, partidos, gobiernos y grupos facticos. Más que una campaña, insiste, será un encuentro pugilístico entre los más desacreditados hampones de cada bando. Ya hay caballos de Troya integrados en todas las estructuras partidistas, de ahí que la descalificación, la traición y la diatriba estarán a la orden del día.
Tendrá entonces mucha chamba la Fepade, pensé en voz alta, pero mi perspicaz paisano me cortó la inspiración: chamba si, resoluciones no” Por inmovilidad legislativa la Fepade sigue siendo parte de la PGR es decir es juez y parte y actúa en función de la instrucción de arriba. Recuerda que aún no hay fiscal ni titular anticorrupción.
Llegado el momento, continuó diciendo mi paisano, el que tenga más canicas, será el que gane la elección. Mientras, un montón de mexicanos jodidos, menos jodidos y por supuesto, los vasallos de los poderosos, los más fanáticos y cerrados a toda razón, harán sonar sus matracas o se liarán a golpes arriba de los templetes, pero la inmensa mayoría de los ciudadanos se quedará como el chinito del cuento, mirando impávidos cuánto ocurre.
Al final, las habilidosas cúpulas, seguirán saqueando y devastando a nuestro pobre México, que cuál enfermo terminal espera resignado el fatal desenlace
La plática con mi paisano me sumió en un malestar prolongado. ¿Tendrá razón?
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