Las condiciones políticas en Veracruz son propicias para que los hombrecillos cómplices de Javier Duarte muestren ahora que son capaces de convertirse en mansos corderos para seguir conservando el fuero.
Alebrestados y de rodillas ante un Miguel Ángel Yunes Linares que los usa para servir de comparsa a la candidatura de su hijo hacia la gubernatura. Ahora los ex duartistas son los títeres del poder estatal. Ellos son capaces de decir cualquier mentira para preservarse dentro de la inmunidad que les ofrecen los cargos políticos.
Son usados al antojo del poder estatal para declarar lugares ficticios en la intención del voto, son carne de cañón en los medios, ridículos defensores de lo indefendible, etc.
Hace poco se atrevieron a informar que quien lleva la delantera es el hijo del gobernador, señalan que las simpatías del puntero real, Cuitláhuac García, es pura ficción y se esfuerzan por demostrar que el candidato del frente va arriba.
En la víspera de la campaña los líderes de los partidos que integran el Frente dieron la bienvenida a Renato Tronco Gómez, quien gracias a Javier Duarte militó en el PRI y en el Verde Ecologista de México, partidos por los que fue alcalde de Las Choapas y legislador local.
Así, la protección de los duartistas se ofrece a cambio de su integración a la campaña del candidato a la gubernatura de Veracruz por el Frente, quien desde el inicio del año durante una gira por la entidad, en Martínez de la Torre, el entonces precandidato a gobernador dio la bienvenida a Eduardo Sánchez Macías, empresario periodístico y primo de Karime Macías de Duarte. Así, Sánchez competirá por la diputación federal en ese distrito avalado por el PAN, PRD y MC, aunque militó en Nueva Alianza, PRI y PVEM, todo por alcanzar la impunidad.
Dos de los personajes estrechamente vinculados al ex gobernador Javier Duarte son Gabriel Deantes, quien pasó de tener un negocio de celulares a poseer residencias, de las cuales le fueron embargadas cuatro. Deantes asegura que su fortuna es producto de una herencia.
El otro es Alberto Silva Ramos, quien gracias al fuero del que goza como diputado federal no han podido investigarlo a pesar de ser señalado como el creador de empresas fantasma a las que facturaba cuando era el encargado de Comunicación Social del gobierno de Javier Duarte.
Tras la negativa de un amparo a Gabriel Deantes, a quien el empresario radiofónico Carlos Ferráez Centeno demandó por fraude, abuso de autoridad e incumplimiento de un deber legal, Alberto Silva Ramos, intentó contraatacar al empresario e interpuso un juicio de amparo para evitar que la investigación avanzara.
Posteriormente el juicio de amparo fue negado y el fallo fue que la queja es infundada.
Los duartistas deambulan por el estado como si estuvieran arrepentidos, pero no son capaces de donar un peso mal habido ni para la colecta de la Cruz Roja. Simplemente buscan impunidad.
Las intención de desaforar a algunos de los cómplices de Duarte no han pasado de ser amenazas, y ahora bajo el cobijo de la posibilidad de integrase a lo que ellos llaman el triunfo electoral del Frente, echan toda la carne al asador para lograr el triunfo de Miguel Ángel Yunes Márquez.
Sin embargo, los duartistas saben que están contra la pared y que deben humillarse ante el poder estatal para no acabar tras las rejas, porque no hay uno solo de ellos que no tengan alguna averiguación abierta en su contra, o por lo menos una sospecha de algún delito.
Tarek Abdalá, Mota Hernández, Édgar Spinoso, Vicente Benítez, solo son exhibidos como susceptibles de que les quiten el fuero; sin embargo, siguen gozando de impunidad y disfrutando de las canonjías que les otorga el poder.
Hay otros que desde el órgano de fiscalización superior están presionados o por lo menos intimidados bajo la amenaza de perder su fuero e ir a parar a la cárcel.
El caso es que el delito y los delincuentes gozan de un blindaje que en tiempos electorales se convierte en estrategia de campaña, sin que haya fuerza legal ni justicia que pueda colocarlos en su lugar.
Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública; Francisco Valencia García, ex secretario de Infraestructura y Obras Públicas y ex director de la Comisión Estatal del Agua en Veracruz; Mauricio Audirac, ex secretario de Finanzas y Planeación en Veracruz; Flavino Ríos Alvarado, quien fungió como gobernador interino, son algunos de detenidos por deshonestos durante la administración de Javier duarte; sin embargo, sabemos que son muchos más y que a pesar de que están a la vista de todos, se esconden de la justicia. La amistad con el poder estatal, servirle de porras y acarreo a las campañas les ha valido para seguir en libertad a pesar de haber cometido delitos graves. PEGA Y CORRE.- Lamentamos la desaparición de otro compañero periodista en Veracruz, se trata de Fabián Hipólito Enemesio, reportero de la Ke Buena, que cubría información policiaca e información general, salió de su domicilio en Acayucan, Veracruz, el pasado 30 de marzo, dijo que cubriría la Caravana de Migrantes Centroamericanos en su tránsito por Veracruz y Oaxaca, cinco días después su familia ignora su paradero… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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