Sin importar su negro pasado y el turbio presente, Morena con tal de empujar votos, está abriendo sus puertas a todo aquel defensor del candidato a Gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, y ante esta situación entre los fundadores del partido “prietito” de los Tuxtlas, existe una gran desilusión por el arribo de políticos desgastados que llegan a este instituto político, como los priistas Christian Betancourt Espinoza, Rodolfo Martínez Baxin y José Luis Silverio Alvarado, quienes luego de que en el PRI no les cumplieron sus caprichos electorales, sostuvieron varios contactos del  tercer tipo con Roberto Enríquez Ruiz y Rocío Nahle García, quienes con mucha finura les advirtieron que en Morena no había recursos ni posiciones electorales, pero si mucho trabajo y talacha, por lo cual tenían que formarse para merecer y cuál fue su sorpresa que de inmediato se “rajaron” del proyecto político de la abanderada a la Diputación Federal, Paola Tenorio Adame.

En honor a la verdad en el Revolucionario Institucional, existen muchos personajes como el joven abogado Cristian Betancourt Hernández, que a pesar del grillerio que dice traer, nunca ha ganado una elección, ni tan siquiera la manzana en donde vive. Es más, su mérito mayor es haber sido uno de los tantos “mininos” de Jorge Carvallo Delfín, de quien señalan es el creador de esta jugada para acabar con el PRI Tuxtleco.

Del “Pobresor” Rodolfo Martínez Báxin, diremos que es un oportunista, pero hay que reconocer que salió más ambicioso que su maestro José Guadalupe Minquiz Jara, porque le gusta llegar cuando la mesa está servida. Es más, está exigiendo ser el próximo líder del Comité Regional Campesino, organismo agrario que está a punto de desaparecer en los tuxtlas, debido a que Rodolfo es un dirigente gris, con ningún control político en las áreas rurales, y que su acción al frente de la CNC será oscura ante la falta de sensibilidad política que posee. 

De José Luis Silverio Alvarado, diremos que su comportamiento al coquetear con MORENA, fue bastante primitivo, por no decir que fue demasiado “rústico”, al aventar al cesto de la basura, más de 4 décadas de militancia en el PRI, por lo que aún no se entiende su comportamiento. Tan es así que muchos veteranos de la política local, piensan que padece Alzheimer, al confundir a MORENA con el PRI.

Ante la actitud traicionera de estos tres “Judas políticos”, que acaban de regresar con la cola entre las patas al partido que los vio nacer, es urgente que el dirigente estatal del PRI, Américo Zuñiga Martínez, mande un mensaje claro hacia esta parte de la entidad, porque de lo contrario, habrá deserción masiva de militantes hacia otros partidos. Esta recomendación tendrá que incluir castigos ejemplares a traidores y chaqueteros, por lo que habrá que empezar por reprender a quienes luego de irse del PRI, regresan como si no hubieran hecho nada para buscar, como estos tres personajes, que se les premie con el Comité Municipal del PRI, con el Comité Regional Campesino y la Coordinación del futuro candidato a la diputación local, Divaj Díaz del Castillo, y como dice la biblia, se verán cosas peores.

Servidos señores.

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