¿Qué hubiera pasado –nos preguntamos– si el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, al asumir la gubernatura, se propone cumplir con las promesas que en campaña hizo a los veracruzanos, de trabajar para disminuir de inmediato los índices delictivos y a combatir a los corruptos de las administraciones anteriores para quitarles lo robado y reintegrarlo a las arcas públicas?... A estas alturas del bienio, Yunes tendría el camino bien pavimentado, no como el de Coatepec, para que su hijo lo sucediera.
Los veracruzanos lo que queremos son resultados positivos de un trabajo de gobierno, regresar al pasado, poder vivir en paz, que se nos respete y punto. Cada quien sabe hacer lo suyo para sobrevivir en este rico y hermoso estado, pero no nos es posible.
Al asumir el cargo, don Miguel Ángel dio rienda suelta a sus instintos vengadores, la emprendió contra miles de trabajadores burócratas que lo apoyaron para que llegara al cargo pero que, por haber trabajado en el fidelato o el duartismo, quedaron marcados para Yunes Linares.
Se rodeó de puros chamacos inexpertos que el hijo le recomendó para formar el gabinete de gobierno, y a repartir recursos entre tantos jodidos que hay en Veracruz condicionándolos a que al cambio de gobierno votaran por el hijo.
Lo de la inseguridad le valió queso. Yunes sí es un experto en esa materia, su carrera política la ha hecho en ese tramo de la administración pública, sabía de los grupos de la delincuencia organizada que venían operando en la entidad y en vez de combatirlos los dejó y permitió que aumentaran con lo que la delincuencia se disparó con los abominables resultados que conocemos y padecemos.
¿Que por qué no procesó a todos los corruptos del gobierno duartista?, nadie sabe… pero se imagina. Por ahí anda el exsecretario de Turismo y Cultura, Harry Grappa, quien dice haber entregado 300 millones de pesos a cambio de impunidad; Gabriel Deantes Ramos, además de operarle el OPLE para favorecerlo, también entregó buena parte de lo que se había robado; Adolfo Mota donó, o mejor dicho entregó su mansión del Club de Golf y una buena lana, dice el capi Peña… y así la historia se repite con todos los ladrones que hoy lamentan su actuación porque nunca imaginaron para quién estaban robando.
El caso es que, sabiendo el gobernador que solo contaba con 24 meses para hacer roncha e imponer a su hijo, todos sus esfuerzos los ha dedicado a eso, mientras los veracruzanos son secuestrados, levantados, extorsionados, asesinados, humillados y corridos de sus trabajos injustificadamente solo por satisfacer afanes absurdos de venganza.
En las reuniones previas al arranque de esta aventura de permanencia en el poder, Yunes Linares les pintó un escenario sencillo a los chamacos, sus colaboradores. El hambre genera votos y Veracruz es un pueblo de hambrientos, les habría dicho; con programas “sociales” de entrega de despensas y recursos económicos condicionados a que voten por nosotros es suficiente, además, usaremos la fuerza pública para demostrar quiénes mandan ahora en el estado: nos vamos a quedar por mucho tiempo en el poder. El mismo proyecto de Fidel Herrera Beltrán, la misma historia, los mismos actores, una punta de chamacos ambiciosos sin ninguna experiencia ni en política ni dentro de la función pública, que hacen, como con Fidel Herrera, lo que el jefe les ordena, creyendo que eso es lo correcto cuando se tiene una responsabilidad de tipo oficial.
Seis meses y se acabó
Y qué capacidad destructiva de los yunistas, más competentes para eso de hacerse de enemigos que los fidelistas y los duartistas juntos. A poco más de seis meses para que termine esta pesadilla de gobierno, los colaboradores del gabinete más maduros, los que ya han tenido experiencia dentro del gobierno, comienzan a sentir que el proyecto “chiquiyunes” se va a pique, y contagian con su pesimismo a los chamacos soberbios que se resisten a creer que van a perder.
El problema de este proyecto de atarantados ambiciosos y voraces, es que no cuenta con el respaldo de un equipo político con suficiente experiencia para garantizar el triunfo: aquí quien manda es el joven Miguel Ángel Yunes Márquez y su único colaborador es el góber, su papá. Sí, en ese orden, lo que Miguelito dice se hace, no hay nada con más valor que su palabra.
Para su mala suerte, su jefe de campaña, su señor padre, el gobernador del estado, no puede hablar y tragar pinole al mismo tiempo. El control del estado no lo ha tenido, con lo que cuenta es con la Fiscalía General del Estado para apretar a sus adversarios y con un mermado Secretario de Seguridad Pública, el famoso “Jefe lagrimitas” que navega entre el infarto y un coma diabético, y llora amargamente porque jamás imaginó que los últimos días de su vida los pasaría en estas circunstancias, amenazado de muerte por los malosos, con la presión permanente del jefe Yunes Linares, sin poder ver a su familia porque no tiene tiempo para eso y con una salud muy mermada. En esas circunstancias, el proyecto de heredar el trono va en picada.
¿Qué puede ofertar el Chiquiyunes a los electores para convencerlos de ser la mejor opción?, nada. Ni modo que diga que esto va bien y va a mejorar, la frase de Fidel de “vamos bien y viene lo mejor”, vaya falta de creatividad. Tampoco puede poner como ejemplo el desgobierno de su padre para presumir de que el cambio valió la pena.
¿Qué es el más guapo de los tres aspirantes, como se afirma en un spot?, eso es una verdadera mamada, esto no es un concurso de belleza, en fin, que no tiene ni de dónde agarrarse, la leyenda de su campaña podría ser: vamos mal y viene lo peor.
Parece increíble pero la historia de Duarte se está repitiendo paso por paso, la arrogancia, la corrupción, la irresponsabilidad, el menosprecio al pueblo, la falta de respeto de los veracruzanos de todos los grupos políticos y sociales, la violencia que amenaza constantemente la vida de todos los veracruzanos y la jalada, que ofende a nuestra inteligencia, del joven candidato panista de traer a don Rudolph Giuliani, que más parece “Miyuli Ani” para que se haga cargo de terminar con los malosos en un dos por tres.
Pues sí, a falta de propuestas, ocurrencias.
REFLEXIÓN
Según el diputado Jorge López Martín, vocero de Ricardo Anaya, los candidatos priistas a gobernadores, senadores y diputados ya no están haciendo campaña a favor de su candidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña, lo están dejando solo. Aquí en Veracruz el senador Héctor Yunes Landa, coordinador de la campaña de Meade, nombró ayer al colega Gustavo Cadena como jefe de prensa. Por algo se empieza. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas
|