Hace nueve días, casualmente, luego de inaugurar en el norte del estado la primera etapa de la autopista Cardel-Poza Rica, tramo Nautla-Papantla, el mandatario mexicano se trasladó con el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares al puerto de Veracruz para supervisar el avance de los trabajos de esta obra de infraestructura considerada la más importante de los últimos cien años, la cual generará 40 mil empleos directos y 100 mil indirectos cuando esté en plena operación.
Ahí, Yunes expresó que con obras concretas como éstas es como se transforma un país, no con demagogia, y solamente un ciego no lo puede aceptar.
Por su parte, Peña dijo coincidir plenamente con el gobernador: “Aquí en el estado de Veracruz hemos podido hacer equipo, hemos logrado sumar esfuerzos para realmente servir de mejor manera a los veracruzanos, para impulsar proyectos que, sin duda, depararán beneficios y oportunidades para más familias”.
De ahí que ahora sorprenda que Yunes haya minimizado el problema de los recientes descarrilamientos de trenes de carga que provienen del puerto de Veracruz, mismo que todavía no empieza a operar a su máxima capacidad.
Si él, que en su campaña de 2016 se ufanaba de su experiencia en materia de seguridad pública no ha querido encarar el sabotaje y saqueo de las locomotoras descarriladas en la región de Orizaba, ¿su hijo que aspira a sucederlo en la gubernatura sí podrá con tremendo “paquete”?
Y es que tanto la SCT como los inversionistas afirman que al concluir la primera etapa en 2018 el nuevo maxi puerto tendrá una capacidad de manejo de carga para 66 millones de toneladas y que para 2024 deberá alcanzar los 90 millones.
La nueva terminal portuaria, que recibirá embarcaciones hasta del tamaño de un campo de futbol, representa un hecho histórico para la logística continental, ya que actualmente un tercio de la carga que se mueve en México se transporta vía marítima.
Tan solo en 2016, según datos oficiales, el Puerto de Veracruz movió 965 mil 294 contenedores, colocándolo como el más importante del territorio.
CARA Y PÉSIMA AUTOPISTA
Por cierto, el primer tramo de la autopista Cardel-Poza Rica, que hace apenas nueve días inauguró el presidente Enrique Peña Nieto, ¡ya tiene sendos baches! por lo ralo de la cinta asfáltica.
Pero, además, aparte del excesivo costo del peaje – los motociclistas tienen que pagar 82 pesos; los automovilistas deben desembolsar casi el doble: 166 pesos, y los autobuses de 2,3 y 4 ejes así como los camiones de carga, se tienen que caer con 353 pesos–, esta supuesta “autopista” únicamente cuenta con dos carriles pero, ah, eso sí, ¡tiene cuatro casetas de cobro!.
Para colmo de quienes se atreven a transitar por esa dizque vía rápida, ahora tienen que cuidarse también de que no les apedreen sus vehículos, como les ocurrió este martes a cinco automovilistas, al menos, uno de los cuales resultó herido por el proyectil que atravesó el parabrisas de su vehículo.
Obviamente, la empresa administradora de la carretera no se quiso hacer cargo de cubrir los respectivos daños, según reportó José Cárdenas, corresponsal en Papantla del diario digital alcalorpolitico.com.
PEPE, OTRA VEZ MUY BIEN
El que volvió a lucir muy bien con sus propuestas claras y precisas fue el abanderado de la coalición priista “Por un Veracruz Mejor”, Pepe Yunes Zorrilla, quien al participar en el “Foro Democrático con los Candidatos a la Gubernatura” organizado por el Consejo Coordinador Empresarial de Xalapa, anunció la puesta en marcha de un Plan Estatal de Obra Pública e Infraestructura que reactive la economía de la entidad, así como la creación del Consejo Estatal de Infraestructuras.
Sin ocurrencias ni improvisaciones, Pepe Yunes se pronunció por apoyar a las empresas veracruzanas facilitando el acceso a créditos, a través de la simplificación de trámites y la implantación de una ventanilla única empresarial, con un Programa de Desarrollo Integral de la Agroindustria, así como con la ejecución de un Plan de Desarrollo Regional.
El candidato de la alianza PRI-PVEM puntualizó que para que despegue una región es imperativo dotarla de infraestructura para darle movilidad y que sus productos tengan un menor costo a la hora de llegar al mercado. Por eso les propuso el diseño de un Plan Estatal de Obra Pública e Infraestructura para reactivar la economía y superar la recesión económica en la que se encuentra Veracruz.
Asimismo, les propuso crear el Consejo Estatal de Infraestructuras para que en conjunto con las representaciones regionales de las cámaras empresariales se elabore un plan de infraestructura perfectamente definido en materia de productividad y no en sentido caprichoso. “Qué carretera se requiere, qué impacto económico va a generar. Nosotros tenemos ya muy bien detectadas las fuentes de financiamiento”, expuso.
Además apuntó que el Impuesto a la Nómina debe tener muy bien definido su destino en el apalancamiento de infraestructura, para lo cual, a través de su recaudación, en seis años se contaría con una bolsa de 15 mil millones de pesos que se sumarán a otros esquemas de financiamiento que tienen ese propósito, como la figura de las asociaciones público-privadas y los recursos federales que para este rubro llegarán a Veracruz.
“Yo les estoy diciendo cuáles son los problemas, cómo los voy a resolver, cuánto cuesta y de dónde va a salir el recurso. Tras seis meses de administración no les voy a decir que fueron ‘ingenuos’ porque creyeron lo que les ofrecí durante mi campaña”, ironizó al final Pepe Yunes.
El peroteño se vio y se oyó bien, bastante bien. Habrá que ver qué tanto sigue remontando en las encuestas. |