A lo largo del cuerpo de la nota dice también que “No es normal que se produzca un vuelco electoral que haga perder 20 puntos al candidato puntero. Sirve de referencia una estadística deportiva: ahora mismo una derrota de López Obrador sería más rara que ver fallar un penalti a Cristiano Ronaldo. No obstante, la victoria del candidato de Morena tampoco es una certeza: los sondeos aún podrían moverse y hasta el último día habrá espacio para una sorpresa”.
Al final se observa que ese medio de comunicación deja una rendija, que permite salga luz, para aquellos que todavía conservan la esperanza que algo raro pudiera suceder en México e insisten, una y otra vez, acerca de las dos derrotas anteriores, pero el escenario cambió radicalmente con lo que sucedió en 2006 y 2012.
Sucedieron esas cosas que usted y yo sabemos, el hartazgo del actual gobierno se incrementó exponencialmente, los gasolinazos, las reformas que no se acaban de entender, el asesinato de los 43 estudiantes y los constantes desapariciones de jóvenes y niños, así como muchos delitos que mantienen al gobierno sin control es una de las primeras razones; la segunda es el avance natural que tuvo Andrés Manuel y Morena.
Como una balanza, uno de sus brazos bajó, en tanto que el otro brazo subió y difícilmente lo podrán a colocar en una posición equilibrada.
Ahora solo faltan 24 días para el 1 de julio y esa jornada será intensa, tal vez la más importante de lo que va de este siglo, porque se renuevan los poderes ejecutivo y legislativo, después vendrá el judicial.
Unos 4 millones de pesos costó la concentración del sábado
Con el crédito para el periodista Jair García, que hizo un análisis de la concentración que se llevó a cabo el sábado pasado para el hijo del gobernador, le pongo al tanto de los números que fríamente calcula que pudieron aplicarse en ese evento: “Suponiendo que fuera verdad que hubo 30 mil personas en plaza Lerdo, hay que hacer las siguientes cuentas.
Para movilizar a esas personas se requirieron 750 autobuses, cuya renta por muy económico de unas cuantas horas es de mil pesos, así que serían 750 mil pesos. Claro suponiendo que sólo fueran de Xalapa, porque también se acarreó gente de otros municipios.
El lunch de torta, jugo, fruta y una fritura, económico sería de 40 pesos (porque calidad es lo que menos le ponen a esa comida), entonces serían un millón 200 mil pesos.
El kit de playera y bandera que le dieron a los 30 mil "convencidos", como tampoco es de la mayor calidad, sería de 90 pesos, es decir 2 millones 700 mil pesos.
La contratación del grupo musical ronda por los 300 mil pesos.
Por lo que tan sólo en una tarde alguien se gastó por lo menos 4 millones de pesos.
Alguna vez, un funcionario de Protección Civil se reía cuando decían en el duartismo que más de 20 mil personas iban al grito en la Plaza Lerdo, pues me explicó que únicamente caben 7 mil tomando en cuenta los bajos de Palacio de Gobierno, y los alrededores de la calle Enríquez, Lucio, Revolución y Sebastián Camacho.
Recordó que la mayor concentración había sido en un concierto de Vicente Fernández en el sexenio de Miguel Alemán con poco más de 15 mil; y el cierre de campaña a la gubernatura de Gerardo Buganza en el 2004 con casi 20 mil. O sea que esos 30 mil sólo aparecen en los boletines del PAN”.
Lo expongo tal cual él lo manejó en su muro de Facebook, ahora usted haga sus propias reflexiones para ver si son coincidentes.
Alguien que le avise al OPLE el dispendio descarado
De todo ese dispendio de recursos económicos que hacen los partidos, unos más que otros, la pregunta es ¿dónde está la intervención del Organismo Público local Electoral, OPLE?
Hasta cuándo van a considerar que existen gastos de campaña rebasados.
¿Dónde están los inspectores del Instituto Nacional Electoral –INE-?
Este domingo en Catemaco, de nueva cuenta se vieron miles de despensas que fueron entregadas a todos los que ahí llegaron y circuló más tarde un video, de un señor con sombrero que recibió su obsequio, pero cuando fue entrevistado dijo que se la dieron los de Márquez, sin atinar a decir el nombre correctamente y cuando el entrevistador le preguntó por quién va a votar, dijo sin titubeos “por Morena”.
O sea que es una estrategia torcida que no cumple su objetivo, pero es que a estas alturas, la gente dice Morena por inercia.
Parecía que esas despensas eran parte del curso que llevan las campañas, las entregan pero van a votar por Morena, como que es una, consecuencia de la otra.
Cientos de priistas acompañan a Fernando Arteaga
No lo platiquen, pero el capital político de Fernando Arteaga lo está sacando en este momento; ahora son cientos de priistas los que siguen en su campaña al candidato del Partido Encuentro Social, unos por la mañana, otros por la tarde y otros más por la noche.
El trabajo que realizó por muchos años, promoviendo a otros personajes esperando su oportunidad (que nunca le llegó) le permite ahora re encontrarse con sus anteriores compañeros de partido porque la simpatía él la tiene de manera natural.
La estrategia de una campaña nadie se la va a enseñar, tiene más palos que un tambor, conoce los fraccionamientos y las colonias de la ciudad de Veracruz. Hasta los rincones más apartados ya los había recorrido muchas veces y ahora le toca cosechar lo que sembró por tantos años.
Tal vez sea el candidato a la diputación local más movido en todo el estado, con más de 25 años de trabajo político, las cosas se le facilitan pero además, tiene el carisma que muchos candidatos necesitan.
La semana pasada lo acompañó en un recorrido el candidato a la gubernatura, Cuitláhuac García, quien pudo constatar que en ese Distrito va a obtener muchos votos, porque el desempeño de Fernando Arteaga es muy evidente. |
