Entre los sectores estadunidenses más preocupados por la situación, figuran los productores agropecuarios que dependen en gran medida de sus exportaciones a México y Canadá, la mayoría, estados que votaron por Trump en el 2016.
La 44 reunión del G-7, arrancó en un pueblo de la provincia de Quebec, en medio de fuertes medidas de seguridad y empañada por una guerra comercial orquestada por el presidente estadunidense que se perfila para consolidar su papel de “solista” en el escenario mundial.
La reunión de los líderes del G-7, integrado por Estados Unidos, el anfitrión Canadá, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia e Italia, se lleva a cabo en un ambiente inusitado de confrontación entre Estados Unidos y sus tradicionales aliados.
Luego de que los gobernantes de Canadá y Francia adelantaron la posición que tendrían los países en contra de Estados Unidos por su imposición de tarifas arancelarias “contraproducentes, inaceptables e injustificables” al acero y al aluminio, Trump respondió acusándolos de imponer masivas tarifas a Estados Unidos y de crear barreras arancelarias.
Tras el anuncio de la Casa Blanca, de que Trump abandonaría la cumbre G-7 el sábado en la mañana, no obstante que la terminación estaba programada para la tarde, con el argumento de que tendría que volar a Singapur para su reunión con el líder de Corea del Norte Kim Jong-un.
Observadores opinaron que el real motivo de Trump de retirarse del G-7 anticipadamente, tendría más que ver, con evitar las críticas de sus aliados en las intervenciones públicas programadas hacia el final de la reunión.
Un punto de la agenda G-7, tuvo que ver con la discusión de un posible regreso de Rusia a este importante grupo. Cabe recordar que fue expulsada en 2014 por anexar a Ucrania a su territorio y apoyar a los separatistas pro Rusos de ese país. Ángela Merkel aseguró que la posición común de los Europeos del G-7 era oponerse al retorno de Rusia al grupo.
(*)Economista @acanovelez
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