Del primer grupo, Manuel Huerta tomó su segundo aire cuando se dio a conocer que ha de ser el enlace entre el Gobierno federal y el estatal y de inmediato pasó a ser catalogado como “Vice-Gobernador”.
En el tercer grupo, el hecho de que se tenga a una secretaria de despacho en el altiplano y en una de las ramas que se presume más productiva para el país desde cualquier ángulo que se le vea, reposiciona a Rocío Nahle en un escenario que ya estaba planteado incluso, desde antes que se diera el 2018: la candidatura a la gubernatura…
Y en el segundo grupo, los García.
III
A lo mejor es una exageración el plural con que se denomina a este grupo cuando por respeto, se debe citar “el de García”...
Nos referimos al grupo de Atanasio García Durán, el padre del Gobernador electo.
A lo mejor el lector no lo ha notado, pero poco a poco, la figura de Atanasio García, viejo lobo de la política, va acentuándose más en este periodo rumbo a la transición.
Sólo por poner un ejemplo: Si se cita posibles candidatos a ocupar un cargo en el Gabinete de su hijo, llevan el apéndice “es amigo de Atanasio”.
Por supuesto que es natural la intervención de don Atanasio en estos menesteres, más cuando el que sabe cómo masca la iguana ¡pues es él!
Recuerden que cuando las botargas de Chávez salieron en el arranque de campaña de su hijo, fue don Atanasio quien dio la cara; recuerden que cuando July Sheridan trató a Cuitláhuac de “inmobili-teniente”, Atanasio salió a retar a Miguel Ángel Yunes Linares.
¡Ah, sí! No hay lugar a discusión la intervención de un modo u otro, en lo abierto o cerrado, de la figura del padre del Gobernador electo… se vive la luna de miel...
IV
Como sea, a unos meses de que Morena asuma el poder en muchas latitudes, no está exenta de sucumbir a los placeres del poder y eso lo sabe Yeidckol y por supuesto López Obrador; por eso la advertencia a sus senadores y júrelo que ha de extenderla a los demás… en Veracruz, al menos, las tres fuerzas que hoy se generan en Morena, saben de lo que habla la dirigente nacional… las facciones, los grupos, las corrientes, debilitan a la institución, la cual sólo debe tener una sola voz: la de su líder moral… ¡para qué buscarle!
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