El tiempo para los resultados habrá de ser sumamente corto, en el entendido de que habrán de sumarse los cientos de compromisos, promesas y acuerdos arrojados en la verborrea de campaña, en donde el ofrecer no empobrece, pero el dar lo aniquila todo.
Así la propuesta Lopezobradorista habrá de estar sometida a exigencias sumamente fuertes tanto por esa sociedad confiada, como por la ahora oposición lastimada, tras el aplastante resultado electoral.
Y es que, entre el maremágnum prometedor, una propuesta ocupa y preocupa.
Descentralizar a las dependencias federales suena muy fácil, pero se ve muy difícil de poder cumplir.
El más cercano ejemplo de dicha medida, se presentó tras los sismos de septiembre de 1985, por los cuales el pasado 10 de julio el periodista Héctor Molina publicaba en el Diario El Economista una nota denominada “El terremoto del 85 y el intento de descentralizar” https://goo.gl/Pgq9b8.
En la misma se explica claramente las razones por las que un proyecto con más de tres décadas de formulación no alcanzó a consumarse, aun cuando en el fondo la intencionalidad pudiera ser muy buena.
De la mano, el costo de dicha política pública que se estima alcance los 147 mil millones de pesos, generará una verdadera crisis económica, si analizamos el inmenso gasto social que deberá cubrir el estado para garantizar el desplazamiento de la burocracia, la generación de condiciones de vivienda, infraestructura básica, entre muchas más. https://goo.gl/qhebkd
Sumado a ello, se habrá de analizar a fondo a donde trasladaran cerca de 2.7 millones de personas que actualmente habitan en la Ciudad de México, y que aunado de los servicios elementales habrán de demandar servicios médicos vía ISSSTE y Seguro Social.
Bajo un escenario macroeconómico complicado en función de que la deuda pública nacional alcanza ya la friolera cantidad de 10 billones 427 mil 506.1 millones de pesos, según cifras reportadas en el Informe de Finanzas Públicas y Deuda Pública correspondiente al segundo trimestre de 2018 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). https://goo.gl/wJ2v2c
Obliga forzosamente el tema a analizar, las buenas intenciones del proyecto de nación morenista, pero una cosa seguirá siendo ser oposición y otra muy distinta ser gobierno.
El reto es grande para el virtual presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, ojalá pasemos de las ocurrencias a verdaderas políticas de estado, porque si no el costo de estas propuestas habrán de traer severas consecuencias a una nación que lo ha aguantado todo y que ya no está dispuesta a tolerar más.
Al tiempo.
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