Y como en casa del jabonero, aquí con esta Sui Generis sucesión gubernamental, el que no cae resbala, por supuesto que si los turisteros, los médicos y los federales de caminos se lanzaron con todo, en una campaña promocional inútil en busca del añorado hueso, obviamente nuestro querido beisbolista retirado de las Grandes Ligas, el magistrado Alberto Sosa, dijo a planear una estrategia maravillosa aprovechando la coyuntura política; pasó que en un arranque de clase y distinción, al añoso togado se le ocurrió que el Gobernador Electo Cuitláhuac García, al ser menor de 65 años, seguramente sería un inexperto en las lides políticas y siendo ingeniero, en las jurídicas también, así que todo lo raudo y veloz que su mermada espalda casi con 70 años a cuestas le permitió, se reunió con los magistrados Raúl Pimentel y Roberto Dorantes, para en compañía de un par de magistrados más, a los cuales encuerdaron con singular alegría, con la ilusión de volver a conquistar las mieles de la presidencia, esa que ostenta y disfruta Edel Álvarez Peña hoy en día.
La estrategia consistió en una visita a un par de legisladores cercanos al Gobernador Electo para venderles espejitos jurídicos, con las respuestas que según ellos se saben de memoria a todas las preguntas sucesorias que estos podrían tener; también estuvieron al acecho de García Jiménez, para que con la plataforma y carrera académica del magistrado Pimentel Murrieta, sustentar una sucesión pactada a su favor, ¡No conocen la vergüenza!
Como si los años felices de la construcción de edificio nuevo, el cual por cierto no cuenta con autorización del Consejo de la Judicatura, ya que los magistrados Salas Torres y Charleston se negaron a firmar; y de las ciudades judiciales que hicieron Sosa Hernández y Pimentel Murrieta con el entonces consejero Javier Hernández, no hubieran sido suficientes para engordar las alforjas, el par de añejos togados pretenden sorprender al gobierno electo para volver, porque de regresar nada.
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Recordarán que Sosa Hernández no pudo heredar la silla, como era su sueño, a su fiel escudero el magistrado Pimentel Murrieta; cuentan que el magistrado era una especie de Corazon Alegre, el de Remi por supuesto, con el que todo juez se tenía que reportar; seis maravillosos años de buenos negocios, prosperidad y abundancia, que tanto les dolió perder con la llegada del Gobernador Miguel Yunes Linares, con quien por cierto, se la habían jugado ambos magistrados en el año 2010, el duo fue más Yunista que Miguel chico, Fernando y Omar.
En la toma de protesta de Javier Duarte de Ochoa, siendo magistrado presidente Reynaldo Madruga Picazzo, a los magistrados los mandaron a gayola y Sosa Hernández encabezó la rebelión; los magistrados salieron indignados, desde ahí Sosa sacó la cabeza y aprovechado la novatez de Duarte de Ochoa, se hizo con la presidencia desde donde se hizo de pingües ganancias; tiempo después y contando con el apoyo de Duarte de Ochoa, ya que si al adiposo mandatario había que cantarle, hasta mariachi le llevaba.
Ya desde entonces Sosa Hernández, no gozaba de la completa aceptación del resto de los magistrados, al poco tiempo se enfrentó con casi todos; la propuesta a sucederlo era el magistrado Raúl Pimentel, así que primero le fueron a tronar la matraca a Pepe Yunes, quien sonaba para candidato oficial, para finalmente ir con matraca en mano a jugársela con Héctor Yunes, quien fue favorecido con la candidatura, más no con la gubernatura.
Con la llegada en 2016 de Miguel Ángel Yunes Linares, Sosa Hernández se sintió seguro, no contaba con que don Miguel se la tenía guardada y en un desayuno que le ofrecieron en la Gavia, un domingo antes de la toma de protesta el 1º de diciembre, Yunes Linares lo jaló a una esquina y ahí en dos minutos lo corrió; el magistrado presidente, que pretendía hacer la elección entre el 3 y 5 de diciembre, tuvo que convocar el lunes a una reunión al pleno para con su peor cara de ombligo, comunicarles que los tiempos eran otros, que lo mejor sería que el 1º de diciembre a las ocho de la mañana fuera el pleno, para que el nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz con todas las características de Alvarez Peña, fuera quien acompañara al gobernador Yunes a su toma de protesta a las 11 de la mañana.
Así fue como se acabaron esos gloriosos años de bonanza, en abril próximo Sosa Hernández cumple 70 años, y por edad tendría que jubilarse, pero viendo el gabinete de López Obrador sintió su segundo aire ¡Como no!, Entonces convencido de que García Jiménez no tendría ningún contacto con el Tribunal Superior de Justicia el Estado, él diligente le dijo Pimentel, vamos a iluminar el camino de la justicia del Gobernador Electo, ¡Todo sea por Veracruz!.
En el tribunal ya todos los magistrados sazones se sienten con posibilidades, más aún porque piensan que García Jiménez ingeniero, muy joven con 50 años de edad, debe ser mucho más manejable que Duarte de Ochoa, que si era abogado; triste su calaca porque si bien es cierto que Cuitláhuac es muy joven, su Tata seguramente habrá escuchado del duo dinámico Sosa-Pimentel, seguro si la fama los precede; así que señores sean cautos y dejen de buscar interlocutores para llegar a García Jimenez, su esfuerzo es inútil.
En fin queridos míos, con esta bonita historia iniciamos semana, nos leemos mañana.
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