¡Quien no puede gobernar sus pasiones, no puede gobernar un estado!
Pasión es una palabra cargada de significados ambivalentes. Pasión puede significar sufrimiento, pero también placer; puede significar sacrificio, pero también pecado; puede significar disciplina, pero también desenfreno. Y es que la pasión es una emoción intensa que lo mismo nos puede elevar que abismar. Es por ello que es importante aprender a dominar nuestras pasiones; ¡quien no puede controlar sus pasiones, no puede controlar un estado! La tozudez de Cuitláhuac García por imponer en la Secretaría de Educación, una dependencia de los más delicada, a su “amigo” Zenyazen Escobar ha generado mucha incertidumbre, mucha molestia, mucha preocupación. ¿Para qué arriesgarse de esa manera? ¿Para qué hacer evidente lo que puede quedar velado? Se supone que sus pilmamas, Huerta y Eric Patrocinio iban a contenerlo, ¿por qué no lo hacen? ¿Esperan que, en algún momento, sin pedírselo, el gobernador electo entre en cordura? Pues esperan demasiado, ya que fuentes bien informadas nos dicen que la llegada del exdesnudista Zenyazen Escobar a la Secretaría de Educación es inminente. Por lo visto, después de la foto del beso de Ramos Alor con su pareja, en este gobierno no habrá disimulos.
Mal le fue a Irán Suárez en la comparecencia; ya siente pasos y sabe que a futuro lo podrían llamar a cuentas
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Mal, muy mal la pasó el secretario de Salud Irán Suárez en la comparecencia de la glosa del informe. Uno esperaría que un funcionario con su experiencia podría lidiar con las preguntas y los cuestionamientos que le hicieran los diputados del Congreso de Veracruz; parecía como un niño que no estudió para el examen. Más de cuatro horas duró la tortuosa comparecencia del secretario de Salud, Irán Suarez Villa, en las que no pudo explicar prácticamente nada respecto del actual desabasto de medicamentos, la falta de ambulancias, la mala atención a los pacientes, sospechas y denuncias de corrupción, desvíos de recursos, denuncias de nuevas empresas fantasmas y otras linduras. Dicen los asistentes que después de los primeros cuestionamientos al secretario se le veía pálido, desorientado y no apto para articular la más mínima defensa. ¿Qué pasa, acaso los números no cuadran? ¿Acaso tiene miedo a las auditorías que el gobierno entrante aplicará? Irán Suárez ya siente pasos y sabe que a futuro lo podrían llamar a cuentas.
Ana Miriam Ferráez, el hazmerreír de todos; el emblema de los diputados de Morena
Ana Miriam Férraez, otrora panista, perredista y ahora morenista, resultó ser, en sus primeras intervenciones en tribuna, el emblema, el estandarte, el escudo, el logotipo de los diputados de Morena. La diputada que en algún momento sintió asco por Andrés Manuel López Obrador, pidió en su atropellada intervención al diputado Omar Miranda que no fuese irrespetuoso con el presidente electo. ¡Jelou! Todo indica que la diputada Ana Miriam padece de desmemoria a mediano plazo, pues de repente olvidó que ella no sólo fue de lo más irrespetuosa, ella fue despectiva, desdeños y hasta grosera con la persona que ahora defiende. Hasta hace unos meses le daba asco Morena y asco le daba López Obrador. Pero se entiende, en su intervención creyó que estaba en un salón de educación primaria, y pidió a sus compañeros que le soplaran las respuestas. ¿Así van a ser todas las intervenciones de Ana Miriam? ¿Para eso quería ser diputada, para pasar vergüenzas, para ser el hazmerreír de todos?
Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com |