El principio del lenguaje está en el cerebro y la base del lenguaje está en el conocimiento. Lo que el cerebro no tiene en su acervo no lo puede procesar y al no procesarlo no lo puede comunicar mediante el lenguaje hablado. Ya lo hemos dicho, el gobernador del estado, el ingeniero Cuitláhuac García, tiene un problema para hilar frases correctas, para definir y determinar conceptos. En su afán eufemístico se mete en problemas pues el cerebro no indica al lenguaje qué palabras son más apropiadas para ocultar lo que quiere ocultar. Para el gobernador los actos criminales que han acontecido en el primer mes de su mandato no son crímenes ni delitos, son “algunos sucesos que se han hecho”. Si bien, Cuitláhuac García terminó por reconocer que “corresponde al estado garantizar la seguridad” y que así lo hará su administración sin miramientos de colores (es decir sin tomar en cuenta de que partido político provenga la administración municipal). Pero cuando se refirió nuevamente a un acto criminal, el gobernador, volvió a su tendencia eufemística: “El hecho sucedido hace unos días”. No el crimen, “el hecho”, hecho que califica cualquier acción, lícita o ilícita, buena o mala, correcta o incorrecta. Ya cuando se atrevió a hablar de crímenes fue cuando pidió a la Fiscalía del estado que detuviera a los culpables de esos “sucesos que se han hecho”, porque “si no se detiene a los culpables entonces se está haciendo un acto de impunidad”. ¿Se está haciendo un acto de impunidad? Ya lo vemos, 2019 y el gobernador sigue sin conectar el cerebro con el lenguaje.
“Eric el elocuente”; ¡resultó muy dialogador el “porro de Palacio”!
¿Quién fue el que dijo: “Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecerla”? No lo dijo Robin Hood, lo dijo el secretario de Gobierno de Veracruz, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, quien con esto avalaba la manifestación de diputados que habían tomado a la fuerza la entrada del Palacio Legislativo. No sabía el “porro de Palacio” que con esas palabras alentaba cualquier tipo de manifestación en contra de lo que los grupos sociales consideraran injusto. El problema de la justicia, según las personas, es que ésta es subjetiva. Lo que para unos es justo, para otros es injusto. Un grupo de personas pueden considerar que es justo bloquear una avenida porque no les han pagado sus salarios, pero otros pueden decir que es injusto que un grupo reducido de personas cierre esa avenida. El gobernador ya dijo que nos utilizará la fuerza pública para reprimir este tipo de manifestaciones, y ahora el secretario de Gobierno, olvidándose que el mismo alentó conductas ilícitas, dice que no se permitirán este tipo de manifestaciones que desestabilicen a Veracruz. Pero si no van a usar la fuerza pública para evitar este tipo de manifestaciones, ¿cómo le van a hacer? Dice el elocuente secretario de Gobierno que con diálogo. Así como lo oye usted, “con diálogo”. ¡Resultó muy dialogador el “porro de Palacio”! Al menos, en lo que lleva como secretario de Gobierno, Eric Cisneros no ha sido muy dialogador que digamos. Cisneros Burgos se ha portado como un verdadero porro, como un sujeto que primero da el golpe y después “verigua”. Además, ¿qué diálogo presumen el día que se cerró la carretera durante más de ocho horas?
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Se los advertimos, Mario Chama, alcalde de Teocelo, utilizó trabajadores del ayuntamiento para dar mantenimiento a sus escuelas en Xalapa
Se los advertimos amigos teocelanos, poner a Mario Chama como alcalde de Teocelo fue como poner a cuidar a un perro hambriento una salchichonería. Mario Chama tiene fama de transa, fue empleado de Reynaldo Escobar, un hampón, esperemos retirado. Puso sus tortillerías porque le dieron el negocio de entregar las tortillas en los penales de Veracruz. Cobraba las tortillas al precio que él pidiera, todo por orden de Reynaldo Escobar. Luego se quiso encadenar a Finanzas para exigir pagos ilícitos de sus tortillerías. Luego lo postuló el Partido Encuentro Social como alcalde de Teocelo y ustedes, amigos teocelanos, lo eligieron. ¿Ya se están dando cuenta de lo que hicieron? Reporta el portal Al Calor Político que Mario Chama lleva a empleados del municipio de Teocelo para que le den mantenimiento a sus escuelas, esas que se encuentran cerca del parque María Enriqueta en Xalapa. Los lleva como cortadores de café, montados en una camioneta de redilas y les paga 100 pesos la jornada, dinero que, aseguran los que acudían, sale de las arcas del ayuntamiento. Todo salió a la luz porque iniciando el año algunos de esos empleados fueron despedidos del ayuntamiento de Teocelo. Ahora que ya terminó de dar mantenimiento a sus escuelas estos “cortadores de café” ya no le sirven y los corrió dándoles una patada en el trasero. Se los advertimos, pero no nos quisieron escuchar. Mario Chama es el discípulo hampón de Reynaldo Escobar; con el tiempo hasta cierto parecido tienen.
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