De todos los argumentos que esgrimieron para tratar de justificar su repentino e incongruente giro –ya que dos meses antes habían aprobado la reforma constitucional para que el Congreso pudiera remover a Winckler, ¡y posteriormente se opusieron a ello!–, ninguno resultó convincente.
Inclusive algunos legisladores acusaron que habían recibido desde amenazas hasta propuestas económicas indecorosas de parte del secretario de Gobierno, Eric Cisneros, y del coordinador del grupo legislativo de Morena, Javier Gómez Cazarín, pero nunca mostraron pruebas de sus dichos pese a que hasta aseguraron poseer grabaciones. Tampoco procedieron a denunciarlos penalmente ante la Fiscalía, como habían amagado también.
Y es que se sabe que ni de Cisneros ni de Gómez Cazarín recibieron la tentadora oferta de “comprarles” sus votos, pues tanto el titular de la SEGOB como el coordinador de los diputados de Morena están totalmente decididos a apoyar en Veracruz, al costo político que sea, la Cuarta Transformación que a nivel nacional viene impulsando el presidente Andrés Manuel López Obrador para cambiar el régimen de gobierno corrupto.
Ambos, el funcionario y el diputado, fueron duramente criticados porque a juicio de sus detractores fallaron en la “operación política” que sobre todo en los últimos 14 años se maniobró de manera muy eficaz a punta de cañonazos millonarios. Pero ahora los lopezobradoristas han decidido acabar con esta inmoral y perniciosa práctica, sabedores de que los legisladores que traicionen los postulados del partido y de su máximo líder político que fue quien en realidad los hizo triunfar en la pasada elección, muy difícilmente se van a poder reelegir para el Congreso o ganar las alcaldías en los comicios locales de 2021.
Un caso ejemplar es el del diputado Gonzalo Guízar Valladares, quien por su partido, el PES, obtuvo en Coatzacoalcos sólo 1,500 votos, mientras que por Morena recibió más de 40 mil sufragios. ¡Y fue quien encabezó la revuelta a favor de Winckler!.
¿O acaso suponen que sus electores no tienen memoria?
ERIC CISNEROS, FIRME
Por cierto, vaya elucubraciones tan absurdas que provocó el pasado lunes la solicitud de licencia del diputado federal priista Héctor Yunes Landa, de quien llegaron a mencionar que su separación de la curul era para sustituir a Eric Cisneros en la Secretaría de Gobierno, versión que el gobernador Cuitláhuac García y el propio legislador del PRI desmintieron este martes.
Cisneros Burgos, por lo que se vio en la ceremonia conmemorativa del Día del Ejército en la zona militar de El Lencero, sigue aparentemente firme en la SEGOB aunque continúan las versiones de su inminente remoción, misma que, hasta donde se sabe, el mandatario veracruzano no tiene pensado hacer por el momento. A menos, claro está, que la fulminante orden proviniera del gobierno central.
Yunes Landa, por su parte, explicó a través de un comunicado que su ausencia temporal del Congreso se debe a que hace unas semanas fue sometido a una intervención quirúrgica debido al rompimiento de un tendón de la mano derecha y otro tipo de complicaciones, y que debido a la falta del reposo postoperatorio que le fue prescrito provocó que la lesión se le complicara y tuviera que regresar el lunes al quirófano. Pero dijo que “apenas sea dado de alta, retomaré mi desempeño parlamentario”. Por lo mientras rindió protesta su suplente Edmundo Martínez Zaleta.
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