Las instituciones de educación superior no deben ser consideradas como entidades de una administración pública, porque son formadoras de mentes creadoras y útiles para la sociedad.
La iniciativa que el gobernador Cuitláhuac García envió al Congreso del Estado para retirar la autonomía al Colegio de Veracruz (Colver) es un error, porque lo muestra como poco interesado en el desarrollo de una real y verdadera educación superior de calidad y eficiente y en cambio le planta la imagen de alguien que busca apoderarse del control de una institución educativa, probablemente sólo con un fin: darle la rectoría a un amigo suyo.
Pero además tiene otro pequeño inconveniente: Requiere modificar la Constitución de Veracruz.
Y si sus operadores en el Congreso no consiguieron los votos suficientes para remover al Fiscal Jorge Winckler, ni los tienen para siquiera intentar presentar las propuestas de magistrados, ¿podrán conseguirlos para hacer la modificación Constitucional que le quite la autonomía al Colver?.
Y esto es algo que se puede llevar mucho tiempo, porque aún cuando consigan eliminar su autonomía, están los procedimientos de inconstitucionalidad.
El conflicto puede escalar, si las comunidades educativas del estado y del país se sienten amenazadas.
Y esto puede ocurrir, porque si el gobernador Cuitláhuac García consigue hoy quitarle la autonomía al Colver, mañana buscará hacerlo con otras instituciones de educación superior. Y así llegará hasta querer eliminar la autonomía a la Universidad Veracruzana, para regresarla hasta antes de 1996, año en que se declaró su autonomía y cuando los gobernadores eran quienes designaban a los rectores, prácticamente.
El Colver, por alguna causa le ha sido incomodo a los tres últimos gobernadores (incluyendo al actual).
En el 2011, cuando a Javier Duarte le dio por desaparecer dependencias para quedarse con los dineros, anunció la extinción del Colver, lo que provocó una fuerte movilización de sus alumnos y académicos.
Ese intento le abrió los ojos a la comunidad de El Colegio de Veracruz para pedir su autonomía. El planteamiento lo hicieron el 4 de julio de ese año, en una reunión con los entonces titulares de la Secretaría de Educación de Veracruz.
Cinco años tomó que consiguieran la autonomía, hasta el 28 de julio de 2016. Con ese acto también se corrigió una aberración: El Colver dependía de la Coordinación de Comunicación Social del gobierno del estado.
Miguel Ángel Yunes ya había puesto el ojo en contra de la institución como gobernador electo.
Pero Yunes Linares lo que deseaba era controlar la rectoría del Colver, para poner a sus cuates.
Y ahora el gobernador Cuitláhuac García quiere controlar a la institución. Quiere quitarle la autonomía a la institución, para eliminar que pueda “gobernarse a sí mismo” y quede sectorizado a la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).
La evidencia de que esto es lo que se busca es que su propuesta se centra en que el titular del Ejecutivo sea el presidente de la Junta de Gobierno, el Secretario de Educación del Estado el vicepresidente, y el Rector, el Secretario Técnico, pero además, con derecho a voz, pero no a voto.
Con esta propuesta el gobernador es quien designaría al rector.
No hay ninguna otra justificación, mucho menos algo que medianamente parezca tener tintes académicos.
Es más, se vuelven laxos los requisitos para ser miembros de la Junta Académica, eliminando que hubiesen desempeñado alguna actividad académica o directiva en instituciones de investigación y educación superior y contar con reconocido prestigio académico.
Igual ocurre con la imagen del rector al eliminar los requisitos de haber sido propuesto por las academias de El Colver; de contar, preferentemente, con estudios de posgrados; con experiencia académica y prestigio profesional, no haber sido o estar inhabilitado administrativamente.
Pero además, prácticamente se le quiere dar el control a la Contraloría General del Estado, al anotar que el nombramiento del titular, la designación de su personal y sus funciones y atribuciones deberán realizarse de acuerdo a la propia Contraloría.
La cuestión de la autonomía en las instituciones de educación superior no es un capricho, si no que corresponde a la necesidad de evitar que los vaivenes del poder político provoquen cambios arbitrarios en la vida de la institución y de las autoridades universitarias.
Si la propuesta del gobernador Cuitláhuac García se concreta, cada gobernador llegará queriendo imponer su ley en el Colver, y a sus adherentes en la rectoría.
O sea, volverá a ser un …. Cambio total, sexenalmente…
O cuando se le antoje al gobernador.
La autonomía universitaria empieza en México con la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, el 15 de octubre de 1917, mientras que la de la Universidad Nacional Autónoma de México se establece en 1929 y esta garantizada por la Constitución desde 1979.
La autonomía universitaria fue impulsada y defendida –paradójicamente- por movilizaciones de izquierda, porque la intención era evitar precisamente que el partido dominante durante casi todo el siglo XX en el país (el PRI) generase terremotos al interior de las instituciones de educación superior.
La defensa de la autonomía universitaria fue uno de los principales motores de las movilizaciones estudiantiles de 1968 y de 1972.
Querían evitar que las universidades volviesen a estar bajo la esfera del partido dominante, para que no fueran canteras de cuadros para el mismo.
Cuando el PAN llegó al poder, esos mismos grupos de izquierda fueron los que se plantaron para decir “la autonomía universitaria no se toca”.
Y hoy, en Veracruz, paradojas de la vida, el primer gobierno de izquierda quiere eliminar la autonomía del Colegio de Veracruz, para poder manipularlo a su gusto.
¿Será acaso que al volverse místico cualquiera deja de lado las aspiraciones terrenales para imponer las propias cuando puede?.
Ojalá que no.
Fortalecer la autonomía de El Colegio de Veracruz, le será mucho más redituable políticamente al gobernador Cuitláhuac García.
Y a quien quiere acomodar ahí, lo puede poner en cualquier otro lado.
ALEJANDRO COSSIO, COORDINADOR EN VERACRUZ DE MÉXICO LIBRE. Después de 16 años retirado de la política, Alejandro Cossio es ahora el Coordinador de México Libre en Veracruz, la organización de Margarita Zavala, constituida para crear un nuevo partido político, que sea acorde a los tiempos modernos y no la repetición de las organizaciones políticas desgastadas que llevaron a nuestro país a la situación de premura social y de prácticamente una nueva concentración del poder.
Alejandro Cossio es una persona con una gran honestidad y capacidad de trabajo, lo que le permitió transitar por el mundo de la política hace 16 años sin tener ningún señalamiento de haberse aprovechado de cargo alguno para cualquier situación. Su actuar como empresario también ha transitado por la rectitud, por lo cual confrontó diversas situaciones derivadas de no haber sido parte de las redes de negocios sucios que se tejieron durante los dos anteriores gobiernos en el estado.
Alejandro Cossio aborda la coordinación de México Libre desde la perspectiva de trabajar para construir un mejor Veracruz y un mejor México, un México Libre, donde se pondere el bien común, un país en donde se cree y se mantenga un conjunto de condiciones de la vida social que permitan el desarrollo integral de las personas.
Alejandro Cossio está comprometido en generar la transformación hacia una sociedad en la que exista un real estado de derecho y por lo mismo que éste se respete, porque sus estructuras y sus formas estarán hechas para el beneficio de la población. Una sociedad sólo puede realizar sus fines propios si prevalece la ley. La tarea primaria e inmediata del gobierno es cumplir y hacer cumplir la ley.
IMSS VERACRUZ, UN PREMIO DE CONSOLACIÓN. Candelario Pérez Alvarado es el suplente del Napo, Napoleón Gómez Urrutia, en el senado.
Tabasqueño, exidirigente estatal del PRD en esa entidad, él esperaba que lo invitasen a algún puesto de nivel en el gobierno federal, pero poco a poco, cada puerta se le cerró. Vaya, las negativas fueron tales que ni el nuevo gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, lo invitó a su gabinete.
La única que encontró abierta fue la delegación del IMSS norte en Veracruz.
Con esa se conformó.
Y desde éste 6 de marzo es el delegado para esa demarcación.
Un delegado más de los que ya no deberían de existir, porque dijeron que desaparecerían.
Pero bueno, hoy la delegación del IMSS sirve para lo mismo que sirvió antes la del ISSSTE: darle chamba a un miembro de un grupo político.
Dijeron que en seis meses tendrían definido lo de las delegaciones federales.
Veamos. |