Primero fue como un fenómeno aislado, cuando una encuestadora anunció que el Presidente Andrés Manuel López Obrador estaba bajando en sus niveles de aprobación ante el público.
Luego fue otra.
Después una más.
Han aumentado los ejercicios de medición que ponderan éste descenso.
Algunos aventuran explicaciones, otros simplemente muestran los números.
El #aprobAMLOmetro, como lo designaron, que realiza Consulta Mitofsky para El Economista es tal vez la última de éstas mediciones que muestra números a la baja.
Hay una caída de 4.3 puntos en tan sólo 16 días.
El descenso es fuerte, por el corto plazo, aunque todavía está el Presidente con un nivel de aceptación bastante alto y aceptable, de un 60.3%.
Entonces, si todavía se tienen esos niveles de aceptación, ¿cuál es el problema?.
El inconveniente para la figura presidencial, está en que es un descenso continuó, generado día con día, que marca una tendencia en el corto plazo, influida muy probablemente por la desilusión de que la mejoría económica ofrecida no llega.
De mantenerse esa tendencia, la legitimidad y aceptación de la que hoy goza el Presidente, puede llevar a una situación de desastre.
VERACRUZ CONTRIBUYE A QUE LA BAJA SE ACENTÚE. El Presidente en definitiva debe tomar acciones en las líneas y en los lugares en donde su aceptación cae con mayor velocidad.
Y esto es probablemente lo que puede explicar sus visitas continuas y que sea Veracruz el primer estado a donde se manda a la Guardia Nacional, aún antes de que la misma esté conformada plenamente.
Porque Veracruz es uno de los estados donde más rápido está cayendo su popularidad.
O sea, que sí hay una preocupación por el fenómeno del descenso en la aceptación social.
Desde que la nueva administración gubernamental comenzó, los índices de buena reputación para Andrés Manuel López Obrador son más bajos en Veracruz que en el promedio nacional.
El estado que le dio la tercer mayor votación a López Obrador, con 2 millones 59 mil 209 votos, ahora empieza a mostrar que su conformidad está a la baja.
Desde diciembre las calificaciones al desempeño del Presidente han estado muy lejos de ser de las más favorables para su imagen, y-por el contrario- son menores al promedio nacional.
En diciembre de 2018 el promedio nacional de aprobación fue de 63.5, y en Veracruz llegó al 59.2; en marzo de 2019 lo nacional alcanzó 56.5, pero en Veracruz disminuyó a 49.6.
¿Porqué éste reverso?.
En cada una de las preguntas que acompañó a la calificación del desempeño, el porcentaje favorable fue menor en Veracruz que en el promedio nacional. En la última medición, la de marzo, los números fueron así:
- ¿Consideras que ha mejorado el combate a la corrupción?. Nacional 34.3. Veracruz 30
- ¿Consideras que ha mejorado la economía del país?. Nacional 29.3. Veracruz .7
- ¿Consideras que han mejorado las condiciones de seguridad en el país?. Nacional 20. Veracruz 18.4
¿Porqué en Veracruz disminuye con más intensidad la popularidad de Andrés Manuel López Obrador que en otros estados?.
Cualquiera que sea el factor, se deben de tomar medidas que mejoren las condiciones de vida de los veracruzanos.
Y mientras se carezca de transparencia, rendición de cuentas, flujo de recursos para el estado y medidas efectivas, seguirá la bajada.
En Veracruz, ya es menos de la mayoría la que aprueba el desempeñó del Presidente y la calificación al gobernador es muy baja.
Muy probablemente porque tanto los terrenales como los místicos llevan mucho tiempo esperando que las cosas mejoren y eso no ocurre.
Y el panorama a corto plazo parece decir que no sucederá.
LAS CUENTAS NO CUADRAN CON LAS PATRULLAS. El Gobernador Cuitláhuac García Jiménez dio una conferencia de prensa en donde habló de la adquisición de 160 patrullas para el estado.
La intención –es de imaginarse- era dilucidar el alto costo de los vehículos.
Pero esto no ocurrió, si no por el contrario.
Vamos por partes.
Dijo que se compraron –nada más- 50 patrullas, con un costo de 39 millones 940 mil pesos.
Entonces, esto nos da 786 mil 800 pesos por unidad.
Pero también mencionó que cada automotor salió en alrededor de 670 mil pesos y que a esto se le agregó el costo del equipamiento.
Entonces significa que el equipamiento salió en 116 mil 800 pesos.
El precio del vehículo es el “sugerido” por la misma fábrica de Ford a sus distribuidores.
El gobernador Cuitláhuac García dijo que se invitó a los distribuidores de Ford en Xalapa y en Veracruz “y a otros que manejan la marca”, y que “el costo menor fue en otro lado”.
¿Cómo es posible que los distribuidores locales hayan querido vender los vehículos en una compra masiva con un precio mayor al sugerido?.
Esto va contra la lógica comercial, porque la misma indicaría que incluso competirían con precios a la baja u otros añadidos para concretar la operación. Vaya, lo hacen hasta para la venta por unidad.
Pero además, los costos del equipamiento para conversión a patrulla son más altos que los ofrecidos para una solicitud de un solo vehículo: 79 mil 576 pesos.
Y sin descuento.
Es decir, 37 mil 224 pesos de diferencia por unidad. Un millón 861 mil 200 pesos acumulados de sobreprecio.
Luego, como no había dinero para comprar más camionetas a “alguien” se le ocurrió la genial idea del arrendamiento, que es una opción de tener vehículos, pero a precios altos, muy altos, que utilizan las empresas sobre todo para reducir el pago de impuestos.
El gobernador refirió que “hubo una empresa que nos presentó la propuesta de 110 patrullas y nos dijo que si contratábamos el arrendamiento a 3 años, nos daban el seguro, y ahí vino el plus, equipadas como las anteriores”.
Una gran oferta.
¿Y cual es el costo del arrendamiento?.
- Alrededor de 4 millones es lo que vamos a pagar mensualmente, dijo.
Esto es, 48 millones en un año, 144 millones en tres años.
Sí se suman los 39 millones 940 mil pesos por la compra de las 50 patrullas, entonces se tiene la cantidad de 183 millones 940 mil pesos.
El anuncio fue que la “inversión” sería de 208 millones de pesos.
Faltan 24 millones 60 mil pesos.
Si acaso el costo del arrendamiento son los 168 millones que faltan después de pagar las patrullas compradas, significa que cada una de las 110 patrullas adquiridas bajo éste esquema le costará al estado en tres años 1 millón 527 mil 818 pesos. Más cara, mucho más cara que si se adquiriese por un crédito automotriz simple.
Casi el doble de lo que dicen que se pagó por cada patrulla comprada, que fueron 786 mil 800 pesos por unidad.
Con esa diferencia de 741 mil 018 pesos por vehículo, la arrendadora puede darse el lujo de regalar el seguro, las llantas que consuma la patrulla, el mantenimiento y hasta el cambio de un cierto número de unidades por causas específicas. Y le seguirá quedando una ganancia sustancial.
Pero lo peor es que terminados los tres años, con todo y lo caro que se pagaran las patrullas, estás no serán del gobierno del estado y tendrá que regresarse en las condiciones en que se encuentren, y la arrendadora podrá venderlas aunque sea como chatarra, con lo cual sacará –por lo menos- “un dinerito más”.
¿Negocio redondo?, ¿o no?.
Las cuentas las presentó el gobernador teniendo al lado al secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, y al administrativo de la dependencia, Ulises Rodríguez Landa, quienes no le pudieron dar al gobernador ni una tarjeta con los números bien, checando que cuadraran y los demás datos de la compra y el arrendamiento.
¿Cuál es el nombre de las empresas a las que les compraron los vehículos y con las que hicieron el contrato de arrendamiento?. La pregunta está vigente, porque el secretario y el jefe de la unidad administrativa, no se dignaron proporcionarle el dato al gobernador.
Pero no importa, el gobernante encontró la forma de resolverlo:
“Recuerden que ustedes tienen el derecho de la petición de la información, háganla, háganla llegar a la secretaría y con todo gusto”, se les proporcionan los datos, dijo a los periodistas que estaban en la conferencia de prensa.
Hay más preguntas, entre ellas:
¿Cuál es el monto real de las operaciones?.
La única explicación que dio el Gobernador de porqué contratar las patrullas por arrendamiento fue: porque no tenemos dinero.
Y con operaciones financieras como esta, menos habrá recursos.
“Algo teníamos que hacer, porque la ciudadanía está demandando efectividad y contundencia”.
¿Con las patrullas arrendadas lo habrá?.
Ojalá, para que desquiten lo mucho que nos van a costar.
Si fuera mal pensado y creyese que aquí hay negocio para alguien, la preguntaría sería ¿a dónde irá a parar ese 10 ó ese 20 por ciento?.
Pero como este es un gobierno honesto, esa pregunta no cabe.
Ni en los terrenales y mucho menos en los místicos.
Entonces, la pregunta que sí queda es ¿porqué permiten ese tipo de operaciones?.
SIN PAGAR PENSIONES A VIEJITOS EN VERACRUZ, CIUDAD. En Veracruz ciudad hay un grupo de personas mayores de 68 años a los que no les ha llegado todavía el recurso ofrecido.
Y esto está provocando que algunos de ellos estén pensando que es porque el dinero se está desviando hacia otro lado o que lo están jineteando.
Algunos ya están desesperados por usar su tarjeta de Bienestar, y no precisamente para comprar lo que los jóvenes adquieren con sus becas de bachillerato o de universidad, si no implementos esenciales.
Les hace falta que alguien les diga que ya pronto les llegará el dinero y que se los harán efectivo.
El quinto mes del año ya va transcurriendo. |