EN DICIEMBRE DEL 2018, DURANTE EL PRIMER MES del gobierno del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, la relación no pintaba del todo bien entre el Poder Ejecutivo y el Judicial. El primer evento importante organizado por el Tribunal Superior de Justicia, comandado por el Magistrado Presidente Edel Álvarez Peña en el Auditorio del Tribunal Superior de Justicia estuvo lleno de empleados del Poder Judicial y periodistas, pero el Gobernador del Estado no hizo acto de presencia y tampoco el Presidente de la Mesa Directiva del Congreso, José Manuel Pozos Castro. Seis meses después, el panorama ha cambiado dramáticamente. Para muestra el evento de este lunes 3 de junio de la presentación de las Ciudades Judiciales, el cual tuvo como invitado de honor al gobernador Cuitláhuac García, quien se hizo acompañar de la plana mayor de su gabinete para demostrar que el entendimiento de ambos poderes es TOTAL. El gobernador se llevó a Eric Cisneros Burgos, Hugo Gutiérrez Maldonado y José Luis Lima Franco, entre otros, para acompañarlo en tan importante evento al cual también acudieron Pozos Castro, así como otros diputados y alcaldes. Las próximas ciudades judiciales tienen el esquema de inversión Público-Privada y se realizarán con inversión inicial de particulares que ganaron las licitaciones, a quienes se les pagará en esquema de sustitución de rentas por 25 años. Poza Rica, Orizaba y Coatzacoalcos tendrán las ciudades judiciales más grandes: 2 edificios de 3 y 6 niveles, con 4,683 m2 de construcción, y contarán con Juzgados, Salas de Juicio Oral, Centro de convivencia familiar, centro de mediación, central de actuarios, oficialía de partes común, auditorio y la Administración General. Los prototipos B (con 2,587 m2) se construirán en Tuxpan, Medellín y Minatitlán. Los prototipos C (con 1,163 m3) se construirán en Pueblo Viejo, Ozuluama, Chicontepec, Huayacocotla, Papantla, Coyutla, Martínez de la Torre, Misantla, Nogales, Zongolica, Tezonapa y Uxpanapa. Por último, los prototipos C mixto (con 1,163 m2) se construirán en Tantoyuca, Álamo, Perote, Naolinco, Tierra Blanca, Isla, Las Choapas y Uxpanapa.
DE LAS VISITAS DE PEÑA NIETO A LAS DE LÓPEZ OBRADOR, hay mucho trecho. Atrás quedaron las faraónicas visitas presidenciales a Veracruz en las que el Estado Mayor Presidencial preparaba meticulosamente la visita del Presidente. Eran una fiesta y un verdadero honor poder asistir a los eventos presidenciales, a los cuales solo podían entrar algunos escogidos de la sociedad, intelectuales, académicos, empresarios, periodistas y miembros del gobierno. La cita era siempre un par de horas antes de que arribara el Presidente y el sonoro rugido de los helicópteros blindados que traían a Enrique Peña Nieto anunciaban el pronto inicio del evento. Para entrar había que pasar cuando menos un par de filtros de seguridad y no se podía acceder ni siquiera con encendedores. El ambiente, obviamente, era solemne y lleno de señales políticas, desde cómo saludaba el Presidente, la calidez de los abrazos, en dónde sentaban a cada funcionario… todo, absolutamente todo era digno del análisis. Ahora, las visitas de Andrés Manuel López Obrador han terminado con todo eso. No hay un gran despliegue de seguridad (aunque sí lo hay y no es cierto que se deje al “pueblo bueno” el cuidado de AMLO), no llega en helicóptero, no hay filtros de seguridad y entra quien quiera entrar. Todo esto da luz y sombras. Para empezar la seguridad de los eventos deja mucho que desear, pues bien puede entrar alguien con un encendedor como con un arma de fuego y nadie se daría cuenta. No hay tampoco señales políticas claras. Los funcionarios del gobierno de Veracruz ni siquiera son colocados en primera fila sino que son enviados a gayola. Los eventos presidenciales de ahora parecieran más eventos Montessori que las fiestas políticas por excelencia de antaño. Eso sí, el contacto con la población es más real, más honesto y mucho más económico. Dos formas de hacer política. ¿Cuál le gusta más?
LOS NIÑOS PODRÁN IR A LA ESCUELA CON FALDA, la nueva propuesta de Sheinbaum en la CDMX avalada por la SEP. Una de las notas que se volvieron virales este lunes fue la del anuncio de que las niñas, si quieren, podrán ir con pantalón a la escuela, y los niños si quieren podrán ir con falda. Son los nuevos estándares de la equidad que la 4T está tratando de llevar a las escuelas. El propio Secretario de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, adelantó que hoy mismo emitiría la circular correspondiente para que todas las escuelas de educación básica de la CDMX permitan que las niñas puedan usar pantalón o lado acorde al uniforme de la escuela. De entrada pareciera no tener nada fuera de lo normal la medida, pues lo que Moctezuma Barragán anunció fue que “las niñas” podrían llevar pantalón o falda, sin embargo, Claudia Sheinbaum fue un poco más allá y advirtió que hasta los niños podrían ir con falda a la escuela si quisieran. Esto es parte de la inclusión del “uniforme neutro” y lo que sigue es quitar que los varones lleven el cabello corto y las niñas lo lleven recogido, según lo advirtió el Director de la Red por los Derechos de la Infancia en México, Juan Martín Pérez García. En realidad todo estaría muy bien y es parte de la equidad que se debe buscar. Niñas con pantalón y cabello como gusten, y los niños con el cabello largo si gustan o con los cortes modernos de ahora… está bien. Y pues bueno, el que los niños puedan llevar falda seguramente será lo que cause más controversia de la medida.
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