El Déjà vu que suponíamos extinto ante el poder avasallante del prócer de la patria se dio en el Senado.
Un poder donde en antaño, se concentraba la sabiduría, la experiencia, y esa voz equilibrada que imponía al absolutismo del Ejecutivo al menos actuar con prudencia y sobre todo razonar en el actuar.
Y es que una designación que por facultad tiene el Senado, sirvió para evidenciar nuevamente la invasión infausta de funciones.
La violación flagrante a la autonomía de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) la evidencia, de que al presidente López Obrador y a su Transformación de Cuarta la Constitución le vale un pito y una flauta.
Una votación en la que participarón 116 senadores, se convirtió en un circo, pues dentro del acto de prestidigitación resultó que la elección de la nueva Ombudsperson nacional fue electa por 114 votos.
¡Si dos votos menos!
Vamos carajo, mínimo tengan un poquito de madre y respétenla.
¿Cómo es posible que pasen a realizar voto libre y secreto 116 senadores, y en el computó aparezcan solo 114 votos?
¿Pues no que las prácticas de antaño ya no serían causa común en los tiempos de la Cuarta?
Para la senadora veracruzana, Indira Rosales San Román –la misma que hace unos días le obsequiará un “Pinocho” al secretario de Seguridad Pública y Participación Ciudadana, Alfonso Durazo- fue un atentado a la autonomía de la CNDH.
En entrevista con este reportero, la nobel senadora veracruzana, afirma, exigiremos la reposición del procedimiento. https://www.facebook.com/Ventanaver/videos/3266110533461806/?v=3266110533461806
Y es que la senadora asume su papel, su rol, de cara a la sociedad a la cual este viernes habrá de informarle de su actuar y proceder desde su curul en la Cámara Alta, la cita mañana a las 18 horas en el Teatro Francisco Xavier Clavijero del Puerto de Veracruz.
Un informe que será importante seguir en función del rol que como oposición construyen en favor de los veracruzanos.
Sextante.
Vaya que el fuego amigo entre panistas está a todo lo que da en el Congreso del Estado, y es que por más que diga que está dispuesto a dejar la Coordinación del GLPAN, Sergio Hernández, está que se revuelve en las llamas del infierno del coraje, en primera por perder por segunda ocasión ante el Chapito y la gente que lo apoya y en segunda por perder lo que fue su caja chica en el Congreso, durante los últimos 4 años.
Eso es lo que afirman en los corrillos legislativos de la fracción parlamentaria en Avenida Encanto.
Y es que afirman, ahora tendrá que gastar su propio dinero para pagar las Casas de Enlace, pues antes el recurso para toda la materia prima que utilizan las mujeres, salía primero de la Jucopo y después del GLPAN.
¿Será?
Ojalá los panistas dejen su pleito de señoras de lavadero, para concentrarse en lo verdaderamente importante, que será atizarle con todo al gobernador y su sequito de achichincles que en el Primer Informe habrán de llegar con una carretada de mentiras e invenciones.
¿O usted de verdad ha visto mejora alguna en cuanto a la tarea de gobernar?
Al tiempo.
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