El colaborador le pescó la jugada al gobernante y al otro día le llegó con una andanada de ideas y un equipo de creativos comandado por el maestro Jorge Ruffinelli, un reconocido escritor uruguayo que dirigía el Centro de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la UV, que de inmediato se puso a darle forma al concepto de una radio cultural que ofreciera contenidos de interés y de uso para los veracruzanos del campo, de las alejadas zonas serranas, de las intrincadas montañas, de las calurosas costas, de los desérticos e inhóspitos desiertos del altiplano jarocho.
Los alumnos de la Facultad de Letras (y con ellos el entusiasta arquitecto Miguel Aguayo Lozano, quien tuvo una participación importante en los albores de la televisora estatal) que intervinieron con la conducción experta de don Jorge lograron darle tomar forma al proyecto en seis meses, y se entregó al Gobernador para que lo conociera y lo valorara.
Hernández Ochoa lo vio y se llenó de entusiasmo. Tanto, que su idea original le quedó corta, y creció a la propuesta de creación, mejor, de una televisora. Así nació el embrión del Canal Cuatro Más, que a lo largo de los años logró vivir y sobrevivir, y ahora ha cumplido 40 años de vida, entre unas épocas magníficas y otras francamente precarias (recuerdo a directores magníficos y magníficos amigos como Víctor Mendoza Lambert, Raúl Peimbert y Sergio Victoria).
Como la historia se repite, el primer Director del Canal fue un sobrino de aquel Gobernador, el ingeniero civil Vicente Reyes Hernández, quien en medio de su inexperiencia, cuando menos logró sacar adelante el proyecto consentido de su tío, y así el 6 de enero de 1980 fue inaugurado y empezó transmisiones el canal de los veracruzanos en el Cerro de la Estrella.
La primera emisión fue conducida por Miguel Reneaum, nuestro querido amigo y colega, quien se nos adelantó a la otra vida hace unos días, y que no recibió ningún reconocimiento, mención o agradecimiento de parte de las actuales autoridades del canal y/o del Gobierno del Estado por todos los años que trabajó para Radio y Televisión de Veracruz y para la parte estatal de la Hora Nacional.
En medio de la celebración cuarentenaria (cuya fiesta tuvo que ser sufragada por los propios empleados, en el mejor espíritu de la austera cuarta transformación), RTV va a la baja. Hoy, los trabajadores se quejan de que este mismo día podría haber despidos masivos de personal, seguramente para poder sustituir a gente experimentada, y poner amigos y familiares -incómodos-, como es costumbre en esta administración estatal
La carta es denuncia y preocupación legítima, y se puede leer completa en el siguiente link:
http://www.lospoliticosveracruz.com.mx/52289/
Los muy, muy, muy optimistas piensan que en el Gobierno del Estado puede caber la cordura algún día, y que tomarán medidas para no cometer en RTV una injusticia más en contra de veracruzanos de bien que desempeñan su trabajo con responsabilidad y profesionalismo.
Y así en otras muchas áreas…
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